El estoicismo para una transición exitosa

  • Eduardo Tovilla
Cómo hacer que los desafíos se conviertan en oportunidades a partir de tres conceptos clave

Era el verano de 2008, y el futuro de uno de los equipos más icónicos del futbol americano estaba en duda. Los New England Patriots acababan de perder el Super Bowl en un partido que dejó su ánimo por los suelos. Para evitar que la derrota anidara en los jugadores, el entrenador Bill Belichick les enseñó que los obstáculos no son el final del camino, sino el camino en sí. Su inspiración fue la filosofía estoica; convirtió cada revés en una lección, cada desafío en una oportunidad para mejorar. El “años más tarde” ya lo conocemos: los Patriots lograrían ganar varios campeonatos.

Recientemente, aunque no es un libro nuevo, leí la obra de Ryan Holiday, El obstáculo es el camino, el cual nos dice cómo ver los problemas desde otra perspectiva. Básicamente explica que cada barrera, ya sea profesional, personal o emocional, tiene el potencial de ser una palanca para nuestro crecimiento. Mientras avanzaba en las páginas, yo, Eduardo Tovilla, me preguntaba: ¿cómo podemos ser estoicos en un mundo lleno de incertidumbre y caos? En las líneas siguientes, te lo explicaré.

El obstáculo es el camino

Quisiera explicar las recomendaciones que hace Holiday en el libro revisando una realidad que estamos experimentando en el país: las transiciones de gobierno. Y quiero hacerlo porque este proceso nunca está exento de retos. En Puebla, estamos observando la última recta de cambio de los gobiernos municipales. Los ayuntamientos enfrentarán una etapa en la que la incertidumbre y los ajustes pueden generar tensiones; por esta razón, considero que los principios de Holiday pueden aplicarse, pero, ¿cuáles son estos?

El primero es percepción, que es la forma en la que interpretamos y entendemos nuestras circunstancias y retos. Holiday señala que hay muchos factores que no dependen de nosotros, no obstante, sí podemos controlar cómo los interpretamos; para ello, hay que evitar las emociones negativas, no hay que dejarnos llevar por el pánico o la frustración.

Su recomendación es esta: cuando enfrentes una adversidad, haz una pausa y pregúntate: ¿es esto realmente tan malo como parece?, ¿qué puedo controlar de esta situación? Esto te ayudará a abordar el problema desde una óptica más objetiva, eliminando el drama emocional que con frecuencia lo hace más grande.

El segundo principio es acción y se enfoca en la importancia de tomar medidas frente a las dificultades. Holiday sostiene que, aunque no podemos controlar muchas variables, siempre podemos decidir cómo responder. Sólo no hay que paralizarnos ante el miedo o la duda; hay que actuar con determinación y valentía (¿recuerdan la regla de los 5 segundos?).

En este sentido, no te quedes esperando el momento perfecto para actuar. Si enfrentas un problema, identifica la acción más pequeña que puedas tomar y hazlo. Cada victoria, por más mínima que sea, te dará confianza para enfrentar desafíos más grandes. ¿Y si te equivocas? Aprende de ello y sigue adelante.

El tercer principio es la voluntad. Se trata de la fortaleza mental que nos ayuda a soportar las dificultades y aceptar las cosas que no podemos cambiar. Este es uno de los principios más importantes del estoicismo: aceptar que no todo está en nuestras manos. Holiday nos enseña que debemos desarrollar una voluntad fuerte para salir avante de las adversidades.

Bajo esta idea, nos invita a cultivar la resiliencia mental. Cuando te enfrentes a algo que no puedes alterar, acepta la realidad y pregúntate: ¿Qué puedo aprender de esto?

Ahora, ¿cómo aterrizar estos principios en la transición de gobierno municipal que vive Puebla? Primero, la idea de percepción es clave en una transición. Las nuevas administraciones podrían ser tentadas a interpretar los problemas heredados como cargas insuperables. Los nuevos líderes deben dejar de lado las preocupaciones inmediatas y ver cada reto como una oportunidad para innovar, corregir errores del pasado y ofrecer soluciones frescas y creativas.

El segundo principio, acción, es vital en este contexto también. Durante una transición, es fácil caer en la parálisis por análisis, esperando el momento perfecto para actuar. Por ello, los nuevos gobiernos deben tomar decisiones rápidas y valientes, enfocándose en las acciones que pueden implementar de inmediato, sin esperar a que todo sea perfecto. Ya sea mejorar los servicios públicos, atender las necesidades más urgentes o garantizar una comunicación efectiva con la ciudadanía, cada pequeña acción suma.

Finalmente, el principio de voluntad también es relevante. En una transición, habrá factores fuera del control de los líderes: resistencias internas, limitaciones presupuestales, expectativas de la población, entre otros. Para los nuevos presidentes municipales, la voluntad significa mantener la calma y la resiliencia frente a las adversidades, sabiendo que, aunque la transición carezca de perfección, el compromiso con el servicio público y el bienestar de los ciudadanos debe ser inquebrantable.

Como pueden ver, los principios de percepción, acción y voluntad expuestos por Holiday, además de herramientas filosóficas, también son mecanismos prácticos. Para una transición de gobierno exitosa, estos valores pueden marcar la diferencia entre una administración a la que le asustan los obstáculos y una que los utiliza como trampolín para un futuro más próspero. Sin duda, El obstáculo es el camino es una lectura más que yo, Eduardo Tovilla, les recomiendo para su biblioteca personal.

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Eduardo Tovilla

Economista egresado del ITAM y maestro en Administración de Negocios por la Universidad de las Américas Puebla. De 1995 a 2019 se desempeñó como funcionario público. Su conexión con el pádel se fusiona con una exitosa carrera empresarial y su compromiso filantrópico.