Urge despatriarcalizar el poder
- Araceli Molina Diz
Combatir las desigualdades estructurales que ha provocado el sistema de partidos patriarcal en la distribución del poder en México, es urgente.
Los conflictos provocados por la polarización que en estos días hemos estado viviendo en nuestro país, son la consecuencia de eternizar un podrido sistema de partidos que invita al conflicto y no al diálogo, que perpetúa las desigualdades y barreras de acceso, reforzando un ciclo de exclusión y discriminación.
El patriarcado en el poder público ha creado en nuestro país una estructura social y política, en la que el poder y la toma de decisiones, se han visto secuestradas por grupos de cacicazgo y familias oligarcas, que han fomentado el nepotismo, un fenómeno que ha estado presente en diversas instituciones y niveles de gobierno para favorecer a familiares o amigos cercanos para ocupar puestos públicos o recibir beneficios, independientemente de su capacidad o mérito, es una de las graves consecuencias del ejercicio del poder patriarcal.
Es por ello, que el día de hoy reconocemos la eminente necesidad de una reforma al Poder Judicial, sin embargo, también sabemos que debe ser una reforma pensada y analizada a profundidad, y no una urgente venganza, en contra de aquellos que no favorecieron en su momento, las propuestas del Ejecutivo.
La sesión vespertina en el Senado de la República es un claro ejemplo de las acciones que el propio sistema de partidos ha fomentado. Por ejemplo, el PAN, llamando traidor a Yunes y su familia, cuando con tal de ganar votos, los han postulado a todos los cargos posibles, haciendo titular y suplente a padre e hijo de una senaduría, como lo vimos el día de hoy; los senadores de Morena aplaudiendo a Yunes; el propio presidente anunciando que su hijo formará parte de la dirección de su partido Morena y que tiene aspiraciones para 2030, para luego criticar el nepotismo en el Poder Judicial; los medios satanizando la toma del Senado por parte de trabajadores del Poder Judicial, cuando el propio presidente y los integrantes de Morena, han fomentado ese tipo de protestas desde sus tiempos universitarios. En fin, el chiste se cuenta solo, así podría seguir con ejemplos y ejemplos que nos deben invitar a reflexionar, ¿de verdad les parece apropiada alguna de las posturas? ¿No conocen los antecedentes éticos unos de otros? ¿Con qué cara se critican unos a otros? Y mientras reflexionamos se ha aprobado el dictamen de la reforma.