Y si fueras el senador Yunes, ¿qué harías?

  • Jesús Horacio Cano Vargas
Como algún día un expresidente nos preguntó, hoy yo lanzo esa pregunta: y usted ¿qué haría?

Ayer platicaba con mis hermanos, hoy por la mañana con amigos y les preguntaba, si fueras el senador Yunes ¿tú, qué harías? Los que me conocen saben que me gusta hacer estos ejercicios de suposición.

Doy un poco de contexto: el senador Yunes está aparentemente en una encrucijada, entre votar en contra de la reforma al Poder Judicial y que el gobierno persiga a su papá (por su ejercicio de gobierno en Veracruz) y hermano (por daño patrimonial en el ayuntamiento que gobernó) o votar a favor para poder negociar la impunidad de los suyos. Si decide votar en contra, sin importar la posición que tengamos sobre la reforma, se podría hablar de un hombre valiente y congruente. Si por el contrario, decide votar a favor, estaría rescatando a su familia de llegar a la cárcel o vivir en el exilio al menos los siguientes seis años. Por donde lo veamos, este supuesto no es lo que queremos en la política, pero es lo que se dice y en este espacio no nos escandalizaremos si en verdad está pasando. Así es la política…

Regresando a este ejercicio que realicé con amigos y familia, dando como cierto el supuesto antes expuesto y poniéndonos en los zapatos del otro, nos recuerda que juzgar el actuar del otro desde afuera es muy fácil y a veces un poco de empatía nos puede dar mayor perspectiva. Las respuestas fueron tan diversas que varios mejor guardaron silencio. La verdad hago esa pregunta para escuchar a los demás e intentar con ello completar mi criterio. Además de que sirve para repensar la vocación política que muchos decimos tener.

La política sin duda es una vocación, en la cual toda la familia del que ha recibido ese llamado es partícipe. El entregarse al servicio público implica sacrificios. Algunos más llevaderos, aparentemente, como es el tiempo con la familia, pero a veces mucho más delicados como puede ser la persecución como consecuencia a un actuar congruente. Ahí tenemos a don Benito Juárez cuando durante el gobierno itinerante tuvo que moverse a San Luis Potosí, Monterrey, Saltillo, Chihuahua y después a Paso del Norte (hoy Ciudad Juárez). Me puedo imaginar a su esposa Margarita siguiéndolo, con la firme convicción de acompañar a su esposo en su vocación. Imagínense el momento en el que el Benemérito de las Américas le dijo a su esposa: “Vámonos y quién sabe cuándo regresaremos, es por la República…”

Por supuesto que no estoy comparando al senador Yunes con Benito Juárez, pero el actuar congruente deberá ser votar conforme piensa su electorado. Él salió elegido por el PRIAN, quienes claramente están en contra de la reforma. Si tiene vocación al servicio público, su familia deberá asumir los costos que generaría esta “persecución” y hacer lo propio.

Pensándolo bien creo que fue injusta la pregunta que le hice a amigos y familia, ya que es diferente lo que haría una persona con vocación a una sin vocación, creo que la verdadera pregunta es: ¿El senador Yunes tiene vocación al servicio público o no?

Comentario al aire

En qué estaba pensando ese partido en nominar a un candidato cuyo padre tiene carpetas de investigación abiertas y su hermano es investigado por daño patrimonial en el Ayuntamiento que gobernó recientemente. Y no solo eso, además que el suplente sea ¡el papá! No cabe duda que la oposición es toda una calamidad. Sin duda no fue un hecho aislado, la selección de candidatos fue un caos, hasta parece que jugaron a perder. ¿Lo escribí o solo lo pensé?

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Jesús Horacio Cano Vargas

Abogado con estudios en Derecho Constitucional y Amparo. Servidor público por vocación, ha sido profesor universitario, y asesor jurídico de empresas y entidades gubernamentales, pero sobre todo, apasionado de lo que hace.