Kamala Harris: si alcanza, gana

  • Jorge David Cortés Moreno
No hay duda en que si Kamala Harris alcanza a Donald Trump, podría ganarle en un final cerrado

Según los datos consultados en los recientes días de este mes en el portal Fivethirtyeight de ABC News (un proyecto parecido a Oraculus en México), Kamala Harris adelanta a Donald Trump en la intención del voto hacia la Presidencia de los Estados Unidos, por tres  puntos porcentuales.

Queda claro que estos tres puntos equivalen a millones de votos, así que deberá tomarse con cuidado el indicador. Con todo, da una idea clara de que Harris puede ser el equivalente a Macron respecto a Le Pen en las elecciones apenas celebradas en Francia. Veamos por qué.

El portal Fivethirtyeight señalaba en su Poll de Polls que Donald Trump le llevaba 4 puntos porcentuales de ventaja a Joseph Biden, sin considerar el atentado en su contra. Al efectuar el cálculo tras el intento de asesinato, Trump alcanzaba 7 puntos porcentuales de diferencia a su favor. A contracorriente de lo que dice la opinión pública, no es tan extraño el que un lobo solitario intente matar a un presidente o candidato a presidente en los Estados Unidos.

En un imperdible artículo, “Political Violence May Be Un-American, but It Is Not Uncommon” (La violencia política puede ser antiestadounidense, pero no es algo infrecuente) en The New York Times, los expertos Matthew y Robert Dallek explican que alrededor del 25 por ciento de 46 presidentes han sido asesinados o víctimas de un atentado.

Matthew Dallek es historiador en George Washington University’s College of Professional Studies, al tiempo que Robert Dallek es un respetado cronista sobre la vida de los presidentes de los Estados Unidos.

En ese tenor, es de entenderse que Joseph Biden haya experimentado un golpe demoledor en sus intentos por ser reelegido, justamente con el intento de asesinato contra Trump y paradójicamente, parece ser que una porción de los estadounidenses que no estaban de acuerdo con que Biden se reeligiera pero que se consideran claramente demócratas, encontraron en Kamala Harris el equivalente a Emmanuel Macron: no van a votar a favor de Harris sino en contra de Trump, quien seguramente tiene una legión enorme de admiradores pero no goza de una mayoría que lo acepte.

Ahí está un dato relevante: en 48 horas de haberse anunciado su candidatura, Kamala Harris ya había amasado poco más de 100 millones de dólares para su campaña, aunque no las trae todas consigo. Dos son los problemas de la vicepresidenta: el primero es que se le consideró una comparsa de Biden que atendía algunos asuntos relevantes, pero no iba demasiado lejos.

La segunda es que no se ve ruda para competir contra una aplanadora verbal como Trump, quien tiene todos los defectos del mundo, pero su almacén de ocurrencias, frases y datos es tan popular y común como inagotable allá en la cultura política de los Estados Unidos. Aunado a ello, el candidato independiente, Kennedy Jr. tiene un pequeño porcentaje de las preferencias, según las encuestas alrededor de 4 por ciento, para una contienda cerrada, la percepción sobre él puedo influir ligeramente en caso de que decida declinar por una u otro candidato o candidata.

Algunos piensan que la llegada de Ismael El Mayo Zambada a los Estados Unidos podría darle algo de combustible a Harris, respecto a la impartición de justicia, pero es evidente que eso no funcionará demasiado, más allá de la obvia conexión con el fentanilo.

La realidad objetiva es que aún Kamala Harris no ha mostrado sus capacidades políticas y comunicacionales para competir al tú por tú con Trump en el terreno electoral, lo que nos lleva a pensar que Harris sería mejor mandataria que Trump, pero no es buena candidata hasta ahora.

Se espera que al ser candidata oficial del Partido Demócrata, su campaña contenga elementos innovadores para mover a los nuevos votantes, a los que aún tienen dudas y a aquellos que esperan algo mejor en la economía de aquel país. Decimos en México que “caballo que alcanza, gana”. No hay duda en que si Kamala Harris alcanza al magnate, podría ganarle. Es evidente que esto no ha terminado y va a ser un final cerrado en donde se verá si de la ciudadanía estadounidense se abre la compuerta del granero de votos demócratas. Macron contra Le Pen en versión americana, progresistas contra populista, liberales contra conservadores, versiones que se han visto ya en diversas latitudes del mundo democrático occidentalizado.

 

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Jorge David Cortés Moreno

Profesor-investigador con posdoctorado en  Administración, Políticas Públicas y Gobierno  (New Mexico University), con estudios de Doctorado en Ciudad y Territorio (Universidad de Valladolid, España); maestro en  Comunicación Política y Gobernanza (George Washington University) y maestro en Ciencias Sociales (El Colegio Mexiquense). Ha sido docente y autor de artículos académicos y coautor de más de siete libros.