Tim Walz, la visagra
- Jorge David Cortés Moreno
El compañero de Kamala Harris como candidato a vicepresidente de los Estados Unidos fue el gobernador de Minnesota, Tim Walz, de sesenta años. En esas condiciones se dará la guerra entre demócratas y la dupla Donald Trump y JD Vance en las elecciones del próximo 5 de noviembre.
Walz no es conocido por la mayoría de los estadounidenses, así que de alguna manera le ha servido el relativo anonimato para posicionarse a gran velocidad como un personaje que ha sabido trabajar con demócratas y republicanos.
Para la anécdota queda la entrevista que le hizo Joe Scarborough en “Morning Joe”, transmitido en MSNBC News, en donde, con su estilo dijo y lo ha repetido varias veces que Trump y Vance eran “dos tipos muy raros” y alejado de toda postura académica, soltó en aquel momento, una cantidad de ejemplos que hizo que las redes estallaran durante la transmisión.
Walz nació en una comunidad de escasos 3 mil 500 habitantes, West Point (Nebraska) en 1964 y tras haber ingresado a la Guardia Nacional, cursó Ciencias Políticas y se fue a trabajar a China como profesor de Geografía, al tiempo que probó suerte como entrenador de futbol americano, siendo estos sus principales elementos diferenciadores y de identidad local, como cualquier individuo perteneciente a un país tan complejo
Actualmente se encuentra ejerciendo su segundo mandato como gobernador de Minnesota y estuvo doce años en el Congreso, navegando con enorme destreza en un mar embravecido entre demócratas y republicanos. Se entiende que Walz estaba en el radar de algunos demócratas notables cuando en plena embestida mediática y política para que Joseph Biden dejara la candidatura, el gobernador de Minnesota no cesó en apoyarlo, lo que le posicionó como un hombre fiel con convicciones.
Walz se hizo un verdadero monolito en términos de poder en Minnesota cuando en 2022, el Partido Demócrata asumió el liderato en la Cámara de Representantes y en el Senado, haciéndose una auténtica aplanadora estatal.
Con el poder de la mayoría, diseñó y trabajó para los habitantes de su estado, donde puso en marcha programas claramente demócratas como el equivalente estadounidense a lo que en México llamamos “Programa de desayunos escolares”, ampliar el acceso a Medicaid y aumentar el número de días en los que un trabajador sindicalizado puede ausentarse de su trabajo sin que le dejen de pagar.
Como es de entenderse, los republicanos le tundieron con todo, señalando que esos recursos eran mera dádiva para ganar votos en elecciones futuras pero la realidad es que sí mejoraron las condiciones de vida de no pocos habitantes en esa entidad.
Con todo, Minnesota no es un bastión demócrata en lo ideológico; está claramente enfocado al conservadurismo, por lo que es correcto considerar que Walz sabe cómo arreglárselas como demócrata, desarrollando políticas y narrativas que logren persuadir y convencer a nuevos votantes y votantes que puedan modificar su intención de voto. Así, el compañero de fórmula de Harris ha trabajado a favor del aborto, proteger a los transexuales, mejorar el control de armas y aliviar la tramitología para que los inmigrantes irregulares puedan recibir una licencia de manejo.
Walz sabe hacer las cosas y ya lo demostró. Seguramente no es muy conocido, pero de que tiene tablas para la negociación, las tiene. Justamente lo que necesita Kamala Harris.
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Profesor-investigador con posdoctorado en Administración, Políticas Públicas y Gobierno (New Mexico University), con estudios de Doctorado en Ciudad y Territorio (Universidad de Valladolid, España); maestro en Comunicación Política y Gobernanza (George Washington University) y maestro en Ciencias Sociales (El Colegio Mexiquense). Ha sido docente y autor de artículos académicos y coautor de más de siete libros.