“Al hombre perverso se le conoce en un sólo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo”.   Sófocles

El exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, ha enviado una nueva carta al Juez Brian Cogan en la que le “suplica clemencia”, previo a la dictaminación de su condena, luego de ser encontrado culpable de cinco delitos en una corte en Brooklyn, Nueva York, en los Estados Unidos, para no ser sentenciado a cadena perpetua, que al final se le aplicaron 38 años en prisión.

“Yo nunca he sido una amenaza o riesgo para la comunidad. Mis valores, convicciones, conducta e historia de vida no tienen ningún registro criminal, todo lo contrario. El dinero sucio, los malos hábitos, la mala conducta no se pueden ocultar inclusive en condiciones extremas”, escribió el funcionario de seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón.

Esta es la segunda misiva que García Luna publica desde su reclusión en los Estados Unidos. La primera fue revelada en septiembre de este año, en donde afirmó que la Fiscalía de Nueva York le ofreció un acuerdo para reducir su sentencia y acusaba al expresidente Andrés Manuel López Obrador de estar vinculado con Ismael El Mayo Zambada.

De acuerdo al diccionario de la Real Academia Española: Clemencia: Del lat. clementia.
1. f. Compasión, moderación al aplicar justicia.
Sin.: benignidad, benevolencia, compasión, indulgencia, misericordia, piedad, magnanimidad, remisión, absolución, indulto, merced.
Ant.:  inclemencia, rigor, crueldad.

Desde la aprensión y proceso judicial contra García Luna, en México se desataron diversas posturas políticas y mediáticas, ya sea para ubicar su historial; desde ingeniero de formación, en 1989 fue reclutado como investigador del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), el área de Inteligencia de la Secretaría de Gobernación.

Durante sus primeros años en el CISEN, García Luna se encargó de monitorear la actividad de los grupos guerrilleros activos en México, especializándose posteriormente en el combate a bandas de secuestradores.

Desde el CISEN, pasó a la Policía Federal Preventiva, y luego a la Agencia Federal de Investigación, dos corporaciones que desaparecieron cuando García Luna se encargó de la Secretaría de Seguridad Pública, a partir de 2006.

Las críticas y denuncias en su contra lo acompañaron durante su tiempo en esa Secretaría, pues la costumbre de mostrar ante los medios a muchos detenidos que luego resultaban absueltos fue denunciada como un abuso de derechos humanos.

Organizaciones civiles también criticaron duramente el uso de testigos protegidos en procesos judiciales, para pretender vincular a activistas y medios de comunicación con bandas del narcotráfico.

Su historial lo señala como una persona perversa, manipuladora, mitómana, sociópata y agresiva en potencia, es decir, en cuanto a lo individual, la perversión, significa que una persona incumple unas normas, usos o costumbres relacionadas con ese comportamiento determinado y, en consecuencia, es castigada, marginada o simplemente criticada por ello. Y en lo social o colectivo, las perversiones se han entendido como un ataque directo a las creencias básicas de una sociedad determinada, de ahí los excesos agresivos y de normativa, porque actos o comportamientos que perjudiquen la reproducción y pervivencia de un grupo o de la normativa que garantiza esa supervivencia son considerados como perversos.

En Psicología, la perversión es una estructura clínica que se refiere a una forma de comportarse que se define por la manera en que el sujeto se coloca en la pulsión. En el psicoanálisis, la perversión es una de las tres posiciones subjetivas estructurales, junto a la neurosis y la psicosis.

García Luna está contento de serlo, alardea de su conducta perversa (salvo bajo amenaza legal). Es frecuente que sintonice con otros perversos y actúen conjuntamente. No sienten angustia, ni ansiedad, ni sufrimiento por su perversión. Burlan la ley siempre que pueden. Suelen ser muy transgresores con las leyes.

Previo a la sentencia definitiva, en su carta, manifiesta que no violó ley alguna, que su proceder obedeció a “cumplir la ley”. Sin embargo, la historia lo juzga por sus actos, mismos que imposible sean ignorados por quienes lo tuvieron a su servicio desde Carlos Salinas a Felipe Calderón, además de la DEA, CIA y FBI.

La respuesta de quienes tuvieron estrecha relación con García Luna, no tiene desperdicio, porque Felipe Calderón afirma que ignoraba su actuar con el crimen organizado, los montajes de secuestros y otros delitos, a su vez, la lista de quienes se desligan de García Luna, o que niegan saber sus actividades es larga, si consideramos que Fernando Gómez Mont, exsecretario de Gobernación en el sexenio de Felipe Calderón, deslindó a la administración panista del exsecretario de Seguridad Pública, sentenciado a más de 38 años de prisión, al mencionar que “hay una diferencia entre su caso y el gobierno en su conjunto”.

“Siendo el caso, si es cierto que García Luna obtuvo dinero para proteger a ciertas organizaciones del narcotráfico, esto no fue definitivo porque otros elementos dentro del gobierno los detuvieron y los extraditaron.

“Entonces hay que entender que hay una diferencia entre el caso de (Genaro) García Luna y el caso del resto del gobierno, del gobierno en su conjunto y confundirlos por lo menos parece un análisis gratuito o de poca valía o superficial”, dijo.

Remata Gómez Mont, que los testimonios revelados en el juicio contra García Luna en Estados Unidos “no son suficientes” al mencionar que tienen que ser acompañados de pruebas que demuestren si en realidad dio protección a grupos de la delincuencia organizada.

En el carrusel de desligarse de García Luna, como también de manifestar que durante el juicio, únicamente se presentaron como pruebas, testimonios de criminales carentes de veracidad. La referencia pertenece a varios periodistas en su vida, esto es, lo manifiestan orgánicos de los medios de comunicación, es decir, si consideramos en el pasado cómo medios y periodistas parecían alinearse frecuentemente en su defensa, ante los cargos como conspiración, sobornos del narcotráfico y declaraciones falsas. El tema de periodistas y medios de comunicación se mencionó, denunciándose por parte de testigos, presuntos servicios de éstos para el exfuncionario de los gobiernos de Felipe Calderón y Vicente Fox y/o el crimen organizado, arrojó que García Luna pagaba al periódico El Universal, como también que varios periodistas se ponían “de tapete” de García Luna, luego de que le hicieran entrevistas para su defensa que parecían poco críticas.

Otros como Ciro Gómez Leyva, Raymundo Riva Palacio, Joaquín López Dóriga, Carlos Marín y Carlos Loret, tuvieron estrecha relación con el enjuiciado, al grado de que Carlos Marín y Ciro Gómez Leyva, director y subdirector de Milenio, respectivamente, volvieron a coincidir en dedicar sus columnas a la defensa de García Luna y a criticar la petición de su renuncia. Para Gómez Leyva, pedir la renuncia de García Luna era “pobreza de discernimiento” y para Marín, resultando una sincronía mediática que sale del ego de los orgánicos.

La perversidad del sistema oligárquico y poderes fácticos lo ubicamos con mayor firmeza desde Carlos Salinas a Enrique Peña, recurriendo a la complicidad entre Estado-gobierno con la burguesía, , medios de comunicación y el Poder Judicial en la Suprema Corte en contra de la nación, manipulando o distorsionado el contenido de la Constitución a favor de intereses de la élite, siendo la SCJN quien los escuda, defiende y empoderar, máxime que desde la presidencia de Andrés Manuel López Obrador y la actual con Claudia Sheinbaum, sostienen la guerra jurídica, violando la Constitución. No ignoran su contenido, simplemente la manipulan, tema que continuaremos, sumando el concepto perversidad.

“La bestialidad es un mal menor que la perversidad, pero es más temible”.
Aristóteles
“Nunca faltan a los poderosos hombres perversos y banales que sean ministros de sus pasiones”.
Francisco Javier Clavijero

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx

Fuentes
Villena, Luis Antonio de. El libro de las perversiones. Editorial Drácena. España. 2018
Roudinesco, Élisabth. Nuestro lado obscuro: Una historia de los perversos. Edit. Anagrama. España. 2008
TBeck. Aaron. Prisioneros del odio. Las bases de la ira, la hostilidad y la violencia. Edit. Paidos. México. 2009
Hirigoyen. Marie-France. El acoso moral: El maltrato psicológico en la vida cotidiana. Paidós. España. 1999