El intento intervencionista de Estados Unidos

  • René Sánchez Juárez
La presidenta electa Claudia Sheinbaum no se dejará presionar por los intereses estadounidenses

La polémica reforma judicial ha levantado cuestionamientos no sólo en la oposición o al interior del tercer poder, sino también en los Estados Unidos cuyo gobierno a través del embajador Ken Salazar manifestó su preocupación e interés a través de un comunicado lo que el presidente López Obrador calificó como una falta de respeto.

La inevitable reforma parece que pasará no importando qué, a pesar del paro ilegal de los trabajadores avalado por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Sin embargo, el INE ya aprobó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, con lo que en septiembre se instalará el nuevo Congreso de la Unión, donde Morena y aliados sólo se quedaron a tres senadores para la mayoría en el Senado.

La injerencia de las embajadas de los Estados Unidos no es nueva, sobre todo en Latinoamérica. Los golpes de estado a democracias como el caso de Chile, cuando el dictador Augusto Pinochet tuvo el respaldo de los Estados Unidos.

En México no estamos exentos de su intervencionismo, como lo demostraron los documentos filtrados de WikiLeaks donde se evidenció que los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría se desempeñaban como agentes de la CIA.

Hoy la situación ha cambiado. La diplomacia del presidente López Obrador que tuvo que lidiar con la presidencia de Trump y Biden, donde los Estados Unidos respetaron la investidura y las posiciones de México, como en el caso de la venta de armas.

La presidenta electa Claudia Sheinbaum no se dejará presionar por los intereses estadounidenses y ceder en temas esenciales como la reforma judicial. Ante el comunicado ella manifestó defendiendo la soberanía: “Siempre habrá diálogo, pero hay cosas que sólo les corresponden a los mexicanos”.

¿Qué les preocupa a los inversionistas estadounidenses?  ¿Perder sus contratos con los gobiernos anteriores? ¿No seguir haciendo negocios cobijados por los mercenarios de la justicia? ¿Las ligas que puedan tener ministros y jueces del poder judicial con el gobierno de los Estados Unidos para mantener a salvo los intereses nacionales de la Unión Americana? Hay más preguntas que respuestas ante la intervención del embajador de EE. UU.

Nada justifica su intervencionismo abierto. Perdieron las formas políticas por poner a salvo sus intereses.

La relación comercial que es la más importante de nuestras relaciones con los Estados Unidos, no se verá afectada por la reforma judicial; de hecho, esta se vería afectada por la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y quien ha prometido elevar los aranceles a los automóviles fabricados en México.

La historia de las relaciones entre nuestros países nos ha dejado como lección que Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses por lo que hay que saber mantener una sana distancia institucional que deje claro que el respeto a la soberanía política de nuestro país será la base de las futuras relaciones diplomáticas entre México y los Estados Unidos.

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René Sánchez Juárez

Politólogo y Maestro en Ciencias Políticas. Académico de la BUAP. Sindicalista y dirigente FROC-Puebla. CONLABOR. Ex Diputado Local y Federal