“Me solidarizo modestamente con las
mujeres y los hombres  tristes y
decepcionados, que confiaron
sinceramente, aún contra todas
las expectativas lógicas, que los
comicios serían transparentes,
auditados por la oposición, y que el
gobierno tendría una correcta actitud
democrática…
Estas cosas suceden cuando un
gobierno construye un pensamiento
único, descalifica e insulta a quienes
no comparten las ideas oficiales.”
Ricardo Rabinovich-Berkman

“Pleonexia”, concepto utilizado por los griegos que significa que, siempre se busca más en el poder o de lo material; es algo muy propio de la especie humana, pero que se necesita frenar o contener porque sin límite alguno lo que provoca son los sistemas totalitarios que repercuten en la población, con los genocidios, que significa la muerte generalizada de personas por razones de raza, o bien los politicidios que es la muerte generalizada de personas por sus creencias o posturas políticas.

Esta pleonexia es lo que está sucediendo en Venezuela. Desafortunadamente una nación que hace treinta o cuarenta años era de las naciones más importantes económicamente de Sudamérica, que incluso, los colombianos salían de su país para llegar a Venezuela a buscar mejores oportunidades, empleos, mejor forma de vivir que no daba Colombia, por lo que venía sucediendo en ese país con la guerrilla pasando por el narcotráfico. Por ello es que las personas más pobres de Colombia acudían como migrantes ilegales a Venezuela, y así de otros lugares cercanos de esa zona geográfica.

Hoy, las cosas son diferentes. Es un desastre ese país venezolano que en los últimos 25 años no se gobernó por medio de la izquierda, porque la izquierda no es imposición de la cerrazón de unos cuantos y de las restricciones de derechos, sobre todo del respeto a la dignidad humana y de libertad. El problema principal es que, como muchos gobernantes se cubren en la bandera de la izquierda, entonces, a pesar de las arbitrariedades que cometen asumen posiciones de ese tipo sometiendo a la población y con ello solamente hacen quedar mal a las políticas de izquierda que, se insiste, no lo son así, pero se justifican esos gobiernos con lo que incluso, ni entienden qué es justo una política pública de izquierda.

Pero, esa actitud no es solamente de las izquierdas, también es de las derechas pues cuando una nación es gobernada por partidos políticos de derecha, hacen lo mismo con su población: la discrimina, la persigue, etcétera. Los ejemplos los tenemos en el mismo continente americano, pues en las décadas de los setenta y ochenta del siglo XX, la persecución a las izquierdas por los regímenes militares de Sudamérica, con la implementación del Plan Cóndor, fue lo mismo que lo que esta sucediendo hoy en Venezuela, de nuevo se cubren de las banderas sean de izquierda o derecha para hacer lo mismo.

En la actualidad, los gobiernos de Brasil, Colombia y México, que asumen que son de izquierda, no dicen nada al respecto de lo que sucede hoy en Venezuela, ya que se dice, que el gobierno que está ganando esas elecciones es de izquierda, a pesar de que sean sabedores que teóricamente, en la academia, en los libros, en los intelectuales, la izquierda no tiene nada que ver con ese gobierno de represión, ya que si las izquierdas lo que hacen es defender siempre al más débil, no pueden tomar posiciones como las que están asumiendo en las calles de las ciudades de Venezuela que han soltado al ejército para apaciguar las manifestaciones.

Esto que sucede ahora, del desinterés de algunos países o la indiferencia con lo sucedido en Venezuela y su pueblo, no es otra cosa más que reforzar aquel suceso de la denominada “Paz de Westfalia”, en donde se limitaron los territorios de los reinos en Europa, y se implementó el concepto de  soberanía que se ha resumido en que cada quien, cada gobierno, que haga lo que quiera en sus territorios, sin inmiscuirse en territorios de otros estados o naciones, por lo cual, lo que sucede en Venezuela solo le afecta y le duele a los venezolanos que no ven la forma de poder salir de ese sistema tan aberrante con que cuentan, que se insiste, eso no es de izquierda, eso es una imposición arbitraria y totalitaria, que se encubre de discursos sin sentido, pero que sus seguidores aplauden por la convicción de que tienen que comer de algo.

Y, ese es el problema de los famosos intelectuales o de la academia e incluso, de los medios masivos de comunicación, que no pueden muchos de ellos decir nada por el riesgo que corre su vida de cada uno de ellos, otros han tenido la fortuna de salir de su país, por los riesgos que ya estaban corriendo y unos más que sorprendentemente  existen y que hemos visto por el paso del tiempo que son las mayorías de los pseudo intelectuales, académicos, profesores, que observando esas irregularidades y barbaridades, las justifican y las aplauden.

Eso sucedió con el régimen nazi, en donde una gran cantidad de profesores universitarios e investigadores, lo que hicieron fue justificar ese régimen y que al final del mismo, justificaron el cambio, pero nunca el asumir un papel responsable por lo que les ha brindado la vida de poder estudiar y permitir que su conocimiento sea solamente útil para su comodidad, por ello es que, prefieren escudarse en el salario, en la quincena, en la dádiva, en el político y el discurso para que no se vean afectados en su sobrevivencia.

Estos regímenes como el de Venezuela subsisten porque siempre hay un supuesto académico, intelectual y un medio de comunicación que justifica y legitima esas medidas arbitrarias.

parmenasradio.org