X. González y pollitos en fuga

  • Rodrigo Rosales Escalona
Los cimientos de la democracia es el pueblo frente a la mezquindad y ambición de los apátridas

“El pueblo que quiere ser libre lo será. Hidalgo enseñó que el poder de los reyes es demasiado débil cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos”: Benito Juárez

Ante la derrota electoral del 2 de junio, la oposición encabezada por Claudio X. González, se encuentran en shock psicológico que les impide dormir tranquilamente, mantenerse equilibrado en el día, porque cuando despertaron de su sueño mítico y de fantasías, experimentaron la cruda realidad y un surgimiento de emociones fuertes y una reacción física correspondiente, en respuesta a un evento estresante (típicamente inesperado): la derrota.

El no poder digerir el shock se convierten en sufrimiento sin saber cómo lidiar con ellas, y que de acuerdo a sus conductas, respuestas y actitudes personales y grupales, están pasando un trauma emocional, que de acuerdo a la psicología, se denomina trauma emocional al choque o impresión emocional  provocado por una herida psicológica, después de vivir un evento repentino e inesperado que supera los mecanismos de afrontamiento, a su vez, a nivel psicológico, las personas con un trauma emocional pueden presentar sintomatología depresiva, ansiosa, disociativa, así como mostrar un mayor nivel de agresividad o irritabilidad que puede desembocar en problemas en las relaciones interpersonales.

Cuando el egocentrismo es paralelo a la prepotencia y altanería, el efecto del trauma es mayor sus efectos. Sin embargo, en el caso de la oposición frente a perder la elección presidencial y ver que sus esperanzas de no haber podido minar el llamado Plan C, la desesperación la transforman en coraje frustrado en pretender culpar a Morena y al presidente de “elección de Estado”, entre otras cosas, negándose la sensación de culpa y vergüenza ante lo evidente.

Desde que Andrés Manuel López Obrador inicia por el camino de estar junto a las demandas sociales, luego como mandatario de la capital del país, después, en el proceso para ser elegido como Presidente de la República en 2006, donde la sombra del fraude electoral se hace presente, la oposición se dedica al vituperio y sembrar mentiras mediante la propaganda negra y su guerra sucia. La historia del poder corrupto permite que la sociedad encuentra que sus reclamos permanentes de justicia, empatan con las expresiones de AMLO, con quien el hartazgo de décadas podrá tener inicio de respuestas al formar filas con él, haciendo del voto un derecho que les asiste en 2018.

La guerra sucia adquiere diversos métodos como perfiles más  agresivos, con el fin de impedir que la sociedad vote por AMLO, lo cual resultó fracaso al ser electo, porque la oligarquía ramplona y ultraderechista, con todo el arsenal económico que invirtió en contratar a medios de comunicación, sus periodistas y opinadores que machacaran diariamente que AMLO “es un riesgo para México”, el tacharlo de “comunista y populista”, así de que conduciría al país al socialismo y a la quiebra, además de “dictador o terrorista”, al final el 2 de junio,  es derrotada.

El cómo y por qué cometieron suicidio político electoral, con todo y que Claudio X. González Laporte, padre de Claudio X. González Guajardo, confiaron que las castas empresariales invertirían en la lucha económica y política contra el “populista dictador” de AMLO, a su vez, desde la casa de Claudio junior citó a Marko Cortés, Alito y Jesús Zambrano, para reclutarlos y sus partidos políticos, formando un frente de batalla y vencer a Morena en las elecciones de 2021, junto con medios orgánicos como instrumento de propaganda negra, padecen la primera experiencia de derrota.

Pero, cómo es que la oligarquía apátrida se sintió segura de vencer a todo lo que significa Morena, partimos de dos proceso  históricos -recordemos que la memoria histórica es reforzada con documentos y diversos textos-, el primero es en febrero de 1924, cuando el  exsecretario de Estado de EE. UU., Robert Lansing, le comenta en una cara a William Randolph Hearst en relación a la campaña de su cadena de periódicos para poner en la presidencia de México a un estadounidense y terminar con la Revolución Mexicana que amenazaba los intereses de las grandes corporaciones norteamericanas, principalmente petroleras.

"México es un país extraordinariamente fácil de dominar porque basta con controlar a un solo hombre: el presidente", escribe Lansing, quien recomienda lo siguiente:

"Tenemos que abandonar la idea de poner en la Presidencia mexicana a un ciudadano americano, ya que eso conduciría otra vez a la guerra. La solución necesita de más tiempo: debemos abrirle a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el respeto del liderazgo de Estados Unidos. México necesitará administradores competentes y con el tiempo, esos jóvenes llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente se adueñaran de la misma Presidencia. Y sin necesidad de que Estados Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que queramos, y lo harán mejor y más radicalmente que lo que nosotros mismos podríamos haberlo hecho”.

Con el correr de los años, tal recomendación se cumplió en una maldición, porque desde Miguel de la Madrid inicia el neoliberalismo para reforzarlo Carlos Salinas de Gortari, de ahí hasta Enrique Peña Nieto, quienes en conjunto con la burguesía cimarrona, hicieron de la Constitución y leyes que derivan, mediante el aparato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sus aparatos respectivos en los estados de la república y sus gobernantes, el desgranar a la nación de su soberanía, de minar derechos laborales, salariales a la clase trabajadora, de reprimir o ejecutar y desaparecer movimientos sociales y sus líderes. Una nación fragmentada y en crisis económica.

Sistema corrupto que creó una visión distinta del proceso histórico del pueblo, hasta 2018 a 2024, donde se inicia a unificar las distintas voces sociales para ir construyendo respuestas aún, que imprimen con el triunfo de Claudia Sheinbaum.

“Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad”: Montesquieu

De momento, el shock se genera en trauma, que repercute en incertidumbre del “por qué”, al enfrentarse a visiones distintas y a veces contradictorias del mismo y único hecho: sus contradicciones y actos ilegales como represivos en décadas, donde el conjunto social las tuvo presente en su vida cotidiana y memoria de hartazgo.

Cimarrones que confiaron en fabricar un gólem, que carecía de vida social, que por sus actos partidistas y de gobiernos, les imposibilitó ser guía para embaucar a votar por quien carece de perfil social, siendo Xóchitl Gálvez la hecatombe.

El trauma insuperable los conduce a culparse entre sí, a no racionalizar el contexto electoral, a emprender una guerra formando frentes de batalla “legales”, para postular de “elección de Estado”, de sobrerrepresentación legislativa y más.

Alito para preparar terreno de protegerse legalmente ante sus pecados, violando sus estatutos, los castra e impone posibilidad de reelegirse tres veces hasta 2032, así de culpar a militantes de neoliberales, de complicidad en la ejecución de Colosio. Como quien dice, suicidio político.

Marko Cortés también padece descrédito entre sus filas, pero cínicamente pronuncia que fue un fracaso la alianza PAN, PRI y PRD, sin reconocer que él es culpable. Del PRD, se esperaba su fallecimiento.

Entre las batallas políticas, el postulado de reformar el sistema jurídico nacional, en cuanto a que carece de veracidad y democracia para impartir justicia, al estar aliada a poderes fácticos, también se agregan a la guerra sucia: el objetivo es dos, tres o más frentes de batalla para proteger sus intereses.

Los traumas derivan en fracturas internas en el PRI y PAN, donde Alito culpa a sus “enemigos priistas” de la derrota, que él es “fortaleza y dignidad partidista”, el descaro total. Mismo papel lo tiene Marko Cortés.

Pero a todo esto, es tanta su frustración y trauma de Claudio X. González junior, que va más lejos, hinca la culpa en la “elección de Estado”, por parte del “dictador populista”, recurriendo a su maquinaria y fábrica de mitomanías ilegales, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, más su apéndice Litigio Estratégico, para que “ciudadanos” interpongan demandas y amparos contra todo lo que implique AMLO, el proceso electoral del 2 de junio, de las reformas judiciales, sin olvidar que mister X. González también cuenta con el apoyo del clero rastrero, que usa el púlpito para sus consignas de guerra sucia violando la Constitución.

Para llegar al pueblo hay que sentirse pueblo, tienes que saber lo que quiere, qué necesita y qué siente el pueblo”: Ernesto ‘El Che’ Guevara

rodrigo.ivan@yahoo.com.mx

 

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Rodrigo Rosales Escalona

Periodista y analista político en medios locales y nacional, filósofo, docente en nivel superior, activista social, comprometido con la justicia.