Cuando hablamos de deporte, inmediatamente pensamos en una actividad que sirve para mejorar la salud física y mental, así como para impulsar la competencia. Poco nos detenemos a pensar en el impacto que tiene en la economía local. En esta ocasión, yo Eduardo Tovilla voy a ocupar este espacio para hablar sobre el deporte como un catalizador económico.

Generación de empleo

El deporte genera una gran cantidad de empleos directos e indirectos, debido a todas las actividades o productos que involucra: oportunidades deportivas, equipamiento deportivo, prestación de servicios y productos complementarios.

Entre las oportunidades deportivas podemos encontrar instalaciones (estadios y pistas), infraestructura (medios de transporte, carreteras y aparcamientos), entornos deportivos (clubes) y organización (servicios administrativos y contactos exteriores), mientras que el equipamiento deportivo abarca aparatos, ropa, accesorios, alimentación y material informático.

En cuanto a la prestación de servicios, están el aprendizaje de la disciplina deportiva, el entrenamiento, la promoción de talentos y la asistencia. Y algunos productos complementarios son los espectáculos deportivos, publicidad, patrocinios, seguros, loterías, apuestas y productos no comerciales vinculados con la salud y el sentimiento de identidad.

Todos estos productos o servicios no podrían existir sin empresas que los ofrezcan y estas no podrían elaborarlos y ofrecerlos, sin proveedores y empleados. Por ejemplo, hay muchos trabajadores involucrados en la construcción y mantenimiento de instalaciones deportivas, así como empleados en la venta de entradas, mercancías y servicios de comida.

Ahora, si hablamos de eventos deportivos a gran escala, como torneos y campeonatos, la cantidad de personal temporal requerido, desde seguridad hasta personal de limpieza y voluntarios, es muy grande.

En ciudades con equipos deportivos profesionales, el impacto es aún mayor, porque la presencia de los mismos, además de crear empleos directamente relacionados con el deporte, también impulsa la economía local mediante la atracción de negocios relacionados, como tiendas de artículos deportivos, restaurantes y hoteles.

Turismo deportivo

Por supuesto, en la relación entre deporte y economía local, el turismo juega un rol muy importante. Los eventos deportivos grandes, como campeonatos nacionales e internacionales, maratones, torneos de fútbol, baloncesto y otros deportes, atraen a miles de visitantes de otras ciudades y otros países.  En este sentido, los turistas gastan para ingresar a estos eventos, pero también lo hacen en alojamiento, comida, transporte y entretenimiento, lo cual significa dinero para la economía local.

Hay otros beneficios relevantes que por supuesto dependen de la adecuada planeación de los eventos. Veamos, la infraestructura creada para albergarlos puede seguir aportando a la comunidad mucho después de que el evento haya concluido. Las instalaciones pueden ser utilizadas para otros eventos deportivos, culturales y comunitarios, convirtiéndose en puntos focales para la actividad local.

Por otro lado, la exposición mediática que implican los grandes eventos deportivos puede colocar a una ciudad en el mapa internacional, para así atraer a futuros visitantes y empresas. La mejora en la infraestructura, como carreteras, aeropuertos y servicios públicos, realizada para preparar la ciudad para el evento, también tiene beneficios duraderos para los ciudadanos.

Barcelona fue sede de los Juegos Olímpicos de 1992 y desde entonces experimentó una revitalización económica y un aumento importante en el turismo a largo plazo. Del mismo modo, eventos anuales como el Super Bowl en Estados Unidos, la Copa del Mundo y los ya mencionados Juegos Olímpicos pueden dejar un legado económico y social perdurable, repito, siempre y cuando sean producto de una planeación seria.

Impacto económico del sector deportivo

En Europa, la industria deportiva aporta entre el 1.5% y 2% al Producto Interno Bruto (PIB), mientras que, en España, el 3.3%. En México, en el primer trimestre de 2024, el PIB del sector deportistas y equipos deportivos profesionales fue de $140,146 millones de pesos, mientras que, en 2023, las unidades económicas vinculadas al mismo fueron 155, con una población ocupada de 40 mil 900 personas; además, el PIB aportado por el sector deportivo es aproximadamente de 1.5%.

Por último, aunque resulte complicado medir este impacto económico del deporte, quiero mencionar que la construcción de instalaciones deportivas puede fomentar la salud pública y reducir los costos asociados con aquellas enfermedades conectadas con el sedentarismo.

Como ven, mediante la generación de empleo, la promoción del turismo y la contribución al PIB, el deporte tiene el potencial de transformar comunidades y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Por lo tanto, yo Eduardo Tovilla considero fundamental que el gobierno, las organizaciones deportivas y ciudadanos trabajemos juntos en la creación de políticas y programas que fomenten la inversión en el sector deportivo y apoyen su crecimiento sostenible.