Paradoja de la elección: menos opciones, más felicidad

  • Eduardo Tovilla
Estrategias para tomar decisiones más satisfactorias ante el exceso de opciones

Imagina que necesitas comprar una camiseta y decides ir a una tienda de ropa. Al llegar, te encuentras con una amplia variedad de opciones: diferentes estilos, colores, tamaños, tejidos y marcas. La simple tarea de elegir una camiseta se convierte en una experiencia abrumadora. Pasas más tiempo del que esperabas intentando decidir cuál es la mejor opción para ti, y al final, sales de la tienda con una sensación de insatisfacción, muchas dudas e incluso un poco de arrepentimiento sobre tu elección.

A mí Eduardo Tovilla me gusta ilustrar con este ejemplo el concepto de la paradoja de la elección, una idea explorada a profundidad por Barry Schwartz en su libro "The Paradox of Choice: Why More is Less? En nuestra era moderna, la abundancia de opciones que se supone debería aumentar nuestra libertad y satisfacción, a menudo tiene el efecto contrario. Schwartz argumenta que demasiadas alternativas pueden llevar a la parálisis en la toma de decisiones y a una menor satisfacción general con lo elegido.

La paradoja de la elección sugiere que, aunque creemos que tener más opciones nos hará más felices, en realidad, el exceso de estas puede hacernos sentir más insatisfechos. En lugar de facilitarnos encontrar la opción perfecta, nos puede llegar a provocar ansiedad y hasta arrepentirnos. Si sólo tuviéramos que elegir entre un par de opciones, el proceso de decisión sería más sencillo y nuestra conformidad mayor.

En su libro, Barry Schwartz expone este fenómeno, pero también nos ofrece estrategias para manejar mejor nuestras decisiones en un mundo saturado de opciones. Al entender y aplicar estos principios, podemos simplificar nuestras vidas y enfocarnos en lo que realmente nos importa, alcanzando una mayor satisfacción y bienestar. Te comparto las recomendaciones que captaron más mi atención.

1. Sé un "satisfecho" en lugar de un "maximizador"
Te explicaré qué es un satisfecho y qué es un maximizador a partir de cómo se comportan. Los satisfechos buscan opciones que cumplan sus necesidades básicas y criterios de aceptación, sin preocuparse por encontrar la mejor opción por sobre cualquier otra. Esto reduce la cantidad de tiempo y energía gastada en la toma de decisiones. Esto es, si un satisfecho necesita comprar un par de zapatos, seleccionará el primer par que le quede bien y sea cómodo, en lugar de visitar muchas tiendas o sitios web para asegurarse de que ha encontrado el mejor precio, el mejor diseño y la mejor calidad. Todos sabemos que cumplir con estos tres parámetros es muy complicado.

2. Limita tus opciones
Cuando reduces el número de opciones disponibles, simplificas el proceso de toma de decisiones y facilitas el análisis. Esto se puede hacer estableciendo criterios estrictos y eliminando alternativas que no los cumplan. Por ejemplo, al elegir un restaurante para cenar, puedes reducir tus opciones a sólo tres lugares que estén a una distancia razonable de tu casa y que ofrezcan tus tipos de cocina favoritos. De esta manera, no pasarás horas y horas pensando a dónde irás.

3. Toma decisiones "irrevocables"
Cuando tomas decisiones finales, es decir, decisiones que no puedes cambiar fácilmente, como qué carrera estudiar o qué casa comprar, esto puede hacerte sentir más satisfecho. ¿Por qué? Porque evita que te estreses o te arrepientas al reconsiderar constantemente tu elección. Cuando sabes que has tomado una decisión definitiva, te liberas de la preocupación de pensar si tomaste la opción correcta o no. Esto puede darte más tranquilidad y felicidad en el largo plazo.

4. Practica la gratitud
Hay que enfocarse en lo positivo de una elección, en lugar de lamentar lo que se ha dejado de lado. La gratitud ayuda a reducir el arrepentimiento y a valorar las decisiones que tomaste. Por ejemplo, si has elegido un trabajo nuevo, concéntrate en lo bueno de este empleo, en la oportunidad de aprender cosas nuevas, conocer a personas interesantes y en los beneficios laborales. Te sentirás mucho mejor con tu decisión.

5. Acepta el "bien suficiente"
Admitir que no todas las decisiones tienen que ser perfectas y que "lo suficientemente bueno" es una meta válida puede reducir el estrés y la presión. Esto implica aceptar la imperfección y ser más indulgente con uno mismo. Yo Eduardo Tovilla suelo sugerirle a mi esposa que, cuando organice una fiesta, no intente que todo sea perfecto, que mejor se centre en asegurarse de que haya buena comida, buena música y una atmósfera agradable, sin preocuparse por cada pequeño detalle. Le ha funcionado.

6. Reduce las expectativas
Cuando esperas resultados más realistas y modestos de tus decisiones, es más probable que te sientas satisfecho. Si esperas demasiado, puedes decepcionarte incluso si las cosas van bien. Para entenderlo mejor, cuando planeas algo, es importante tener en cuenta que pueden surgir contratiempos. Así que prepárate para ellos. Esto te ayudará a disfrutar la experiencia en general, valorando los momentos buenos y manejando los desafíos con flexibilidad.

7. Practica la toma de decisiones en grupo
El delegar decisiones o tomarlas en grupo puede aliviar la carga de responsabilidad individual, además, puede llevar a mejores resultados y reducir la ansiedad. Esta es una recomendación para alguien que labora en Recursos Humanos en una empresa: si estás en un comité de selección para un nuevo empleado, en vez de tomar la decisión por ti mismo, puedes discutir las opciones con el resto de los miembros del comité y tomar una decisión colectiva, asegurándote de considerar diferentes puntos de vista.

8. Usa atajos mentales y heurísticas
Trata de utilizar reglas simples o heurísticas para tomar decisiones rápidas y efectivas cuando estés en situaciones en las que tienes muchas opciones. Estos atajos mentales facilitan la complejidad y te empujan a decisiones satisfactorias. Al comprar alimentos en el supermercado, puedes usar la heurística de "comprar las marcas que conoces y en las que confías", para ahorrar tiempo y esfuerzo.  Si de por sí ir al supermercado es agotador, evaluar cada producto detenidamente puede ser aún peor.

9. Controla la información
Cuando filtras y controlas la cantidad de información disponible antes de tomar una decisión previenes la sobrecarga informativa. Establecer límites claros sobre cuánta información se necesita puede hacer el proceso mucho más simple. Si quieres comprar un celular y estás investigando cuál te conviene más, mejor consulta sólo tres fuentes confiables de reseñas en lugar de leer todos los comentarios y opiniones disponibles en internet.

10. Desarrolla habilidades de afrontamiento
Los autores también te aconsejan que aprendas técnicas para manejar el estrés y la ansiedad asociados con la toma de decisiones, como la meditación, el ejercicio o la terapia. Si te sientes preocupado porque vas a tomar una decisión importante, puedes practicar la meditación diaria para clarificar tu mente y llegar a elecciones más racionales.

En mi experiencia, la de Eduardo Tovilla, leer este libro me ayudó a ser más consciente de cómo la abundancia de opciones puede afectar mi bienestar. Cuando me di cuenta que a veces me quedaba atrapado analizando demasiado las cosas, decidí leer este libro y aprender a tomar mejores decisiones y más rápido. Esto me ha dado mucha mayor tranquilidad y ha ayudado a comprender más a aquellas personas que enfrentan decisiones estresantes por el exceso de opciones, pues pueden sentirse expuestas a condiciones parecidas a las experimentadas por las ratas en el laboratorio.

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Eduardo Tovilla

Economista egresado del ITAM y maestro en Administración de Negocios por la Universidad de las Américas Puebla. De 1995 a 2019 se desempeñó como funcionario público. Su conexión con el pádel se fusiona con una exitosa carrera empresarial y su compromiso filantrópico.