Jalisco: Alfaro, acelera su caída política

  • Rafael Alfaro Izarraraz
Condiciones de la contienda a gobernador entre Pablo Lemus y Claudia Delgadillo

La caída de la figura política de Enrique Alfaro parecía que seguir una ruta más o menos predecible: un político que cobró relevancia a nivel municipal para encumbrarse regionalmente; después, regidor por el PRI en Tlajomulco de Zúñiga, 2003-2006; rompe con el PRI, en 2005, y pasa al PRD; gana la diputación local 2006-2009; va por la presidencia de Tlajomulco de Zúñiga, y gana la alcaldía, de 2010-2012 por el PRD-PT. De Tlajomulco, (en un extraño fenómeno que ocurre en la región, entre los políticos locales que, de ser alcaldes de un municipio pasan de inmediato a serlo de otro), se postula para la alcaldía de Guadalajara, gana: gobierna de 2013-2018. Se postula para gobernador y triunfa en 2018, postulado por Movimiento Ciudadano, en alianza con el PAN.

A pesar de que hizo intentos por disputarle a Obrador un lugar como figura política nacional e, inclusive, ser candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a la Presidencia en este 2024. Alguien le aconsejó que no se peleara con el presidente, no lo entendió. No le convenía políticamente, pues, por otro lado, pedía apoyo para concluir la Línea 3 del tren y resolver el tema de la Presa de Zapotillo, vital para surtir de agua a la capital jalisciense. A la par que bajó de intensidad a sus acciones por contrastarse con Obrador, poco a poco empezaron a fortalecerse dudas de la ciudadanía, que ya arrastraba, con respecto a sus habilidades como gobernador. La corrupción, inseguridad y vínculos con el narco, poco a poco fueron desgastando su figura.

Todo apuntaba a que el desprestigio de Alfaro sería confirmado en las urnas en 2018 y que sería recordado como un político que había sabido aprovechar la coyuntura que vivía el estado de Jalisco, determinado por la crisis que vivió la clase política nacional y local, del PRI y del PAN, lo que le había permitido pasar de ser conocido como un hijo de un exrector de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Enrique Alfaro Anguiano, que había alcanzado un escalón más que su padre, como el primer alcalde de izquierda del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG), además de gobernador. En la hoja se acreditaba, que había pasado a la historia como un político incapaz de gobernar la entidad y que los ciudadanos esperaban el 2018 para probar nuevas fórmulas políticas.

Claro que, se me podrá contra argumentar que lo dicho en el párrafo anterior, no era verdad y que la sociedad no esperaba el 2018 para ajustarle cuentas a Enrique Alfaro por su desempeño. Es probable que de la mirada superficial se pudiera extraer estas conclusiones, debido a que los medios de comunicación locales, salvo honrosas excepciones, han estado al servicio del gobernador y para ellos el mundo es el mismo que les dictan desde el Palacio de Gobierno. En Jalisco y el Área Metropolitana de Guadalajara existe otra realidad tan cruda que los medios de comunicación ya no tuvieron la potencia suficiente como para recrear un mundo ficticio. Lo más estrujante fueron las noticias de desaparición de jóvenes por quienes el crimen organizado fue y los sacó de sus mismas casas para llevárselos…

Claudia Delgadillo es de la misma generación de políticos como Enrique Alfaro. Nació en 1972 en la capital tapatía y es abogada, de profesión. Tiene una trayectoria política que ha sido a la par que la de Alfaro y conoce su trayectoria, aunque Claudia se quedó en el tricolor hasta 2018. Ha sido regidora del municipio de Guadalajara (2006-2009) y encargada de Desarrollo Social durante el periodo 2009-2012. Durante el gobierno de Aristóteles Sandoval (asesinado en 2020), tuvo a su cargo diversas responsabilidades y fue su mano derecha, respaldada por el mismo padre (magistrado) de Aristóteles. En las encuestas para que Morena eligiera su candidato a la gubernatura quedó en segundo lugar, pero el criterio de paridad de género establecido por el INE le permitió ocupar la candidatura de Morena a la gubernatura.

Dos partidos locales decidieron apoyar a Claudia Sheinbaum y a Delgadillo. La poderosa corriente política que domina la Universidad de Guadalajara (UdeG), promotora del partido Hagamos, se alió a Morena. De poco sirvieron los guiños de Alfaro hacia los líderes políticos de la UdeG, aprobando apoyos económicos en la legislatura local dirigidos a la universidad; la detención de estudiantes que protestaban por el asesinato del joven Giovanni López, quedó grabada en la memoria universitaria. Otro partido que se conformó la alianza local fue una joven corriente política liderada por Pedro Kumamoto, que luego de una tendencia como corriente independiente que alcanzó millones de votos, decidió formar el partido Futuro y le dio a la alianza la posibilidad de ganar Zapopan, el municipio más importante del AMG y Jalisco, desde el punto de vista poblacional.

El ascenso y caída de Enrique Alfaro (que ya hemos relatado en otra entrega de secreto a voces) se precipitó antes de que formalmente entregara la estafeta a Morena y Claudia Delgadillo, y se fuera a intentar convertirse en entrenador de las Chivas. En los debates que ocurrieron antes del 2 de junio entre Pablo Lemus, candidato a gobernador por MC (el pasado domingo recibió su constancia) y Delgadillo, la aspirante de Morena a la gubernatura, fue muy clara en decir que, a Enrique Alfaro, de ganar, le esperaría la cárcel debido a los actos de corrupción a los que había incurrido durante su gestión. Claudia está dolida, además, porque Lemus ha expuesto públicamente en los debates supuestos aspectos íntimos de la vida de Claudia, ejerciendo violencia política de género ahí y durante la campaña electoral.

Los analistas perspicaces, entre ellos algunos académicos y periodistas críticos, han señalado que el fraude cometido por Enrique Alfaro y los políticos afines a él el 2 de junio, fue diseñado meses antes de que ocurriera la elección del 2018. Que el instituto electoral local estuviera bajo su control. Fue elegida Paula Ramírez Hohne, periodista por el ITESO y colaboradora del periódico Milenio y Reforma (Mural, en Guadalajara). De ahí pasó al Instituto Nacional Electoral (INE) durante la gestión de Lorenzo Córdova, como asesora del Secretariado Ejecutivo. Hasta el momento en que fue nombrada presidenta del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC), era profesora de licenciatura del Tec de Monterrey. A esta misma institución el organismo electoral le concedió el PREP, sin licitación. Es del dominio público que el dueño de los Oxxos y del equipo de futbol, Monterrey (José Antonio Fernández Carbajal), enemigo del obradorismo, es el mandamás en el Tec.

Breve crónica del fraude electoral basura. El PREP inició y paró: los datos iniciales daban ventaja a Claudia Delgadillo. Dijeron que habían computado el 86% de las actas, cuando en realidad computaron el 63%. Estaban extraviados un millón 200 mil papeletas y votos. Dijo la presidenta del IEPC que algunas boletas se las llevaron los votantes como recuerdo, palabras más palabras menos. La sociedad jalisciense se movilizó a los distritos, en donde se descubrieron bolsas de basura con las papeletas cruzadas a favor de Morena. Después de días, empezaron a llegar en camionetas, autos particulares, bolsas de basura con las papeletas, rompiéndose la cadena de custodia. Al reiniciarse el PREP se registraron los resultados con urnas sin papeletas y sin votos, pero sí con el acta con el registro supuesto de los votos, entre tantos desaseos. Morena ganó la senaduría, la mayoría de las diputaciones federales, locales y municipios, salvo Guadalajara y Zapopan, bueno hasta el momento, pero no ganó la gubernatura. Este domingo la presidenta del IEPC, Paula Ramírez, entregó la constancia de gobernador electo a Pablo Lemus, de Movimiento Ciudadano.

Alfaro podrá tener a un gobernador que le cuide las espaldas, que no obstante está en veremos, pero se ha ganado a pulso un lugar el basurero de la historia y una derrota (y posiblemente la cárcel) si los comicios se repiten.

 

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Rafael Alfaro Izarraraz

Periodista por la UNAM, maestro por la UAEM y doctor en Ciencias por el Colegio de Postgraduados-Campus Puebla. Es profesor del Doctorado en Ciencias Sociales de la UATx y Coeditor de la revista científica Symbolum de la Facultad de Trabajo Social, Sociología y Psicología.