Forjar nuestra manera propia de ser…
- Rafael Alfaro Izarraraz
El mundo es el mundo de lo impredecible, dice el científico de origen francés Edgar Morin, en una entrevista al canal francés France Info. Ahí manifestó que la pandemia lo sorprendió pero que está acostumbrado a lo inesperado. Explicó que “la llegada de Hitler fue inesperada para todos. El pacto germano-soviético fue inesperado e increíble. La resistencia de Moscú ha sido increíble. El estallido de la guerra de Argelia fue inesperado. Sólo he vivido lo inesperado y el hábito de las crisis”. En ese sentido, agregó: “estoy viviendo un nuevo trance, enorme, con todas sus características de crisis que, por un lado, ha despertado la imaginación creativa y, por otro, los miedos y regresiones mentales. Buscamos una salvación providencial, pero no sabemos cómo” (Mateos Vega, Mónica. (2021). Aprender a vivir en la incertidumbre, aconseja el filósofo Edgar Morin. France Info, publicado por la Jornada (01/07/2021). En : https://www.jornada.com.mx/notas/2021/01/07/cultura/aprender-a-vivir-en-la-incertidumbre-aconseja-el-filosofo-edgar-morin/).
Por eso, continuó el filósofo, cita France Info: “debemos aprender, porque debemos saber que en la historia sucede lo inesperado y volverá a ocurrir. Creíamos que vivíamos en falsas certezas, con estadísticas, con predicciones, con la idea de que todo era estable cuando ya todo empezaba a estar en crisis, y no nos dábamos cuenta”, por lo que: “Hay que aprender a vivir en la incertidumbre; es decir, tener el coraje de afrontar, estar preparados para resistir las fuerzas negativas que puedan llegar. Ésta es la cuestión del cambio de mentalidad. Hoy, por ejemplo, hemos olvidado que la crisis de la biosfera, de la que nos dimos cuenta en la década de los 70, persiste y se agrava. Ahí también debemos esperar eventos que no imaginábamos antes”.
El filósofo –quien lanzó el año pasado su libro Cambiemos de vía: lecciones de la pandemia– consideró que ante los acontecimientos derivados de los contagios globales por Covid-19, “una gran parte de la gente pierde la brújula y otra se vuelve más lúcida, pues la crisis favorece las fuerzas más opuestas. Espero que sean las fuerzas creativas, las fuerzas lúcidas y las fuerzas que buscan el nuevo camino las que puedan imponerse, aunque todavía estén muy dispersas y débiles. De lo contrario, nos perderemos en la ira, que puede estar justificada, pero que vuelve la mente ciega y unilateral” … “Hay una cosa que olvidamos: hace 20 años se inició un proceso en el que todo empezó a deteriorarse en el mundo. La crisis de la democracia no es sólo en América Latina, sino también en los países de Europa, y nos amenaza”.
Explica Morin: “El dominio del lucro ilimitado que controla todo no está sólo en otros países; también está aquí (en Francia). La crisis ecológica no está en otra parte, está aquí. Entonces, la mente debe enfrentar las crisis para poder dominarlas y superarlas. De lo contrario, somos víctimas” … “Vivimos como sonámbulos durante 10 años para terminar en esta terrible guerra mundial. No digo que las condiciones sean las mismas porque no es Alemania la que nos amenaza, pero estamos viendo que surgen muchos conflictos en el mundo y también vemos los elementos de un totalitarismo que si bien no tiene nada que ver con el del siglo pasado, tiene todos los medios para crear un totalitarismo de vigilancia: drones, teléfonos móviles, reconocimiento faciales…”
Esta situación nos impele a tratar de cultivar nuestro ser para ser nosotros y no otros, construir nuestro modo o manera propia de ser con el fin de crear oasis, lagunas o bien océanos de paz y tranquilidad. Pero no se puede crear una manera propia de ser porque las personas crean su vida a imagen y semejanza de lo que le dicen que debe ser. En el mismo sentido (ver: Huitrón Villegas, Alba: La forja de una identidad ética en el pensamiento de Nietzsche. En http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-879X2018000100013), señala que la manera de construir una manera de ser propia pasa por evitar el que nuestra vida se guie por la heteronomia. Dice que las personas toda su vida se la pasan obedeciendo creencias que provienen de la familia, la Iglesia, el poder, el barrio, la escuela, etcétera. Que esa situación proviene de que por cuidarse de las sanciones morales o materiales que se establecen, prefiere no moverle a la manera en cómo le dicen que se debe comportar y toda su vida vive una vida alejada de la manera en cómo el quisiera vivirla.
Nietzsche a quien cita Huitrón Villegas, pasó su vida explicando que las personas prefieren la falsa identidad que los acopla con el resto de la sociedad. No se dan cuenta que esa identidad que logran es una identidad falsa. Se trata de ideas y valores creados por el poder con el fin de mantener en sus manos la conducta de las personas. De tal manera que la identidad en la que todos hacen lo mismo es algo falso, porque al hacer lo mismo lo que se consigue es una homogenización de la sociedad en donde todos son iguales pero porque existe una fuerza de poder superior que ha logrado que todos se comporten igual. Por supuesto que forjar algo cuesta, añade que se trata de cincelar una y otra vez una figura que poco a poco tomará la forma o forja del tipo de mujer y hombre que se necesitan para estos tiempos en que, como dice Morin, debemos acostumbrarnos a lo insólito, pero forjando una vida crítica y no estar cruzados de brazos.
Uno de los principales obstáculos que tenemos es, dice Huitrón Villegas, y para ello cita a Nietzsche, lo constituye el apego a una vida habituada a no correr riesgos: “Lo habitual se hace más fácilmente, mejor, por tanto más a gusto, se siente un placer al hacerlo, y se sabe por experiencia que lo habitual no ha defraudado, por tanto es útil; una costumbre con la que se puede vivir está demostrada como sana, provechosa, en contraste con todos los nuevos ensayos todavía no acrisolados. La costumbre es, por consiguiente, la unión de lo agradable y lo útil, y además no hace menester ninguna reflexión”.
¿Por qué es importante forjarse un modo de ser propio, justo ahora? La razón es muy sencilla. Vivimos, aunque no lo percibimos, con la pandemia y la vacuna, una especie de realidad darwiniana en donde pasaran mejor este fenómeno los más fuertes, los que tienen dinero, las naciones ricas, los que pueden concentrar millones de vacunas, en donde el 14 por ciento de la población acaparará las vacunas que se producen actualmente que salvará a las naciones fuertes. Los fuertes serán más fuertes, aunque su fuerza provenga de un estilo de vida mundial gangsteril financiera como BlackRock, concentradora de fondos buitres.
¿Por qué es importante forjar modos de ser propios? Es entendible que ante la vida y la muerte las filas se salten, el espíritu darwiniano de sobrevivencia se imponga entre las naciones, pero un mundo forjado en maneras de ser propias, no hubiese llegado a estas circunstancias como las que vivimos ahora.
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Periodista por la UNAM, maestro por la UAEM y doctor en Ciencias por el Colegio de Postgraduados-Campus Puebla. Es profesor del Doctorado en Ciencias Sociales de la UATx y Coeditor de la revista científica Symbolum de la Facultad de Trabajo Social, Sociología y Psicología.