¿Por qué Madrid? Si Estados Unidos está tan cerca…
- Rafael Alfaro Izarraraz
¿Por qué a la derecha mexicana le gusta ir a vivir a Madrid después de concluir mandatos políticos o funciones gubernamentales o privado/laborales? Si está tan cerca Nueva York, Miami, Los Ángeles o San Antonio, ¿no sería lo más lógico que dejaran de atravesar el océano y se asentaran en las fronteras del vecino del norte? ¿Cuál es la razón que se encuentra detrás de esta elección tan peculiar de la derecha mexicana? O, en última instancia, ¿quedarse a vivir en el México lindo y querido? ¿Por qué no actúan de esa manera los políticos de la derecha neoliberal mexicana, sería lo más lógica y entendible? El político que hace unos días ha iniciado los preparativos de la mudanza hacia Madrid es Enrique Alfaro, quien ha desgobernado Jalisco durante los últimos seis años. Veamos algunas explicaciones.
La democracia mexicana ha cambiado, de ser formal, gobernada en el trasfondo por empresas financieras mundiales, a una democracia popular en donde los intereses de los pobres han sido puestos en la agenda pública y en las políticas concretas. Esto es lo que no soportan los neoliberales que, por eso, prefieren irse a vivir a Madrid. Esto es lo que ha cambiado, los políticos “madrileños” que eran la cara de los intereses multinacionales. Dice Álvaro del Regil:
“Estos son los inversores institucionales de los mercados financieros internacionales (empresas de gestión de activos, fondos de pensiones y compañías de inversión). Los mayores accionistas de firmas de inversión internacional y bancos con presencia global a través de los mercados financieros, como JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley, BNP Paribas, HSBC, Deutsche Bank, Mitsubishi, UBS, Lloyds, Credit Suisse, Axa, Allianz y otros fondos de pensiones públicos y privados, compañías de seguros e instituciones de ahorro, han tenido el control de la cosa pública durante mucho tiempo. Se han asegurado de que el ethos verdaderamente democrático permanezca retórico y nunca se materialice y, en lugar de eso, han impuesto sus estructuras económicas mercadocráticas”.
Calderón de Harvard a Madrid
Aparte del trato preferencial que le dieron a las empresas españolas, otro factor que los inclina a ir a Madrid es que ahora algunos políticos como Calderón son víctimas de sus propias políticas, que se han vuelto en su contra. La guerra de Felipe Calderón, supuesta contra el narco, terminó por revertírsele pues su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, fue condenado en Estados Unidos por su conducta delictiva asociada al narcotráfico. Aunado a ello, Trump ha declarado a los grupos criminales como terroristas por lo que las políticas contra los grupos que ellos consideran terroristas pueden endurecerse e ir contra aquellos personajes aliados de estos grupos como lo fue el gobierno del que Calderón fue presidente. Entonces, fue mejor huir a España porque de haber decidido ir a vivir a Nueva York, como lo hizo al concluir su mandato que hasta consiguió unas horas para dar clase en la Universidad de Harvard, podría haber terminado de vecino de García Luna. Pero, ahora, su sentido común le recomendó poner agua de por medio.
Tanto Miguel de la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, aplicaron el principio sin el cual la economía dejaría de ser economía, de acuerdo a Dussel: frialdad ante el empobrecimiento de miles de millones de mexicanos, acercándolos a la muerte porque imposibilitaban la posibilidad de producir y reproducir la vida, haciendo del país una deleznable fábrica de pobres. En 36 años de gobiernos neoliberales desmantelaron el Estado de bienestar, se aplicó una política de bajar los salarios al mínimo en un 75 por ciento su poder adquisitivo, con el fin de que, en la más humillante de las acciones, ofertar a los trabajadores mexicanos a las empresas multinacionales como los más mal pagados del mundo.
Los medios de comunicación locales y del exterior, controlados por las fuerzas económicas vinculados al neoliberalismo colocaron a Salinas como una figura transexenal durante y al casi finalizar su gobierno. Sin embargo, dice Francisco Salazar:
“A partir de 1994 los acontecimientos políticos y económicos irrumpieron para poner en sus justas dimensiones los saldos del período. La revuelta armada del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el asesinato de Luis Donaldo Colosio (candidato del PRI a la presidencia de la República), la ejecución de Francisco Ruiz Massieu (Coordinador de los diputados del PRI), fueron antecedentes políticos de la más profunda y grave crisis económica por la que ha atravesado el país: me refiero a “el error de diciembre” de 1994”.
Zedillo, ante el “error de diciembre”, sigue diciendo Salazar: “… optó por rescatar a los bancos (en lugar de permitir su quiebra) preservando el derecho de los accionistas; su dispositivo fue el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), cuyo objetivo se orientó a resolver los problemas de insolvencia, absorbiendo la cartera vencida: El Banco de México compraba la cartera vencida y la franqueaba como un bono especial que generaba rendimientos. Con la aprobación del Fobaproa –hoy Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB)– en la Cámara de Diputados (por la bancada priísta y panista) en diciembre de 1998 se endeudó a la sociedad mexicana por un monto embarazoso que fluctúa entre los 65 mil y los 100 mil millones de dólares (hoy billones de dólares). La paradoja es que se rescató bancos en quiebra con banqueros en la abundancia. Por salvar a un pequeño grupo de banqueros, se endeudó a tres generaciones de mexicanos. Además, el costo del rescate bancario ha sido muy alto y distribuido de manera desigual, pues depende de manera excesiva de los fondos estatales (es decir, de la sociedad) frente a un mínimo sacrificio de los banqueros; igualmente, se antepuso el rescate de los banqueros por sobre los deudores de la banca…”
Salinas, Calderón y ahora Enrique Alfaro, dos “madrileños” y uno por españolizarse (Alfaro), no pueden caminar por las calles de nuestro país y mirar a los ojos a los mexicanos que han despertado políticamente. En la memoria colectiva de los nuevos ciudadanos mexicanos quedó grabado que ambos fueron los artífices del robo electoral al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y al Frente Democrático Nacional, en 1988. Que lejos de llevar a México al primer mundo, lo que hizo fue poner a la venta el 80 por ciento de las empresas propiedad del Estado y convirtió a la economía mexicana en una maquiladora (Henry Veltmeyer). De igual manera, Felipe Calderón, fue ungido como presidente debido a otro fraude electoral en el 2006. Con Calderón, se institucionaliza la narcoviolencia de Estado que acoplaba política con economía: evitar la organización popular contra el neoliberalismo. Enrique Alfaro, que se precia de haber apoyado a Obrador durante la defensa del voto en 2006, terminó por traicionarse a sí mismo. Aunque, durante su último informe de gobierno se hincó, persignó y hasta dio la imagen de que se limpiaba las lágrimas, bajo su gobierno se llevó a cabo uno de los fraudes más desaseados de que se tenga memoria y, aunque el TEPJF, le dio el triunfo eso no significa que ante la opinión de los jaliscienses y nacional no haya quedado grabado el infame fraude con el pueblo de Jalisco.
No pueden mirar, en las calles, a los ojos a los mexicanos que fueron empobrecidos y obligados por las políticas neoliberales a ocuparse en el mercado informal. Millones fueron expulsados de sus tierras y de sus empleos en las ciudades. Durante los gobiernos neoliberales se destruyeron las fuerzas productivas del campo y la ciudad. El neoliberalismo creó condiciones para que el capital financiero mundial y algunos segmentos del capital local se empoderaran sustituyendo a las fuerzas productivas locales. La población del campo y la ciudad tuvo que tomar el camino del mercado informal. En la calle se ganaba más que en la industria ante la pérdida del poder adquisitivo del salario. Con datos de Henry Veltmeyer, el 60 por ciento de la población económicamente activa estaba en el mercado informal. No pueden caminar por las calles de Nueva York o Los Ángeles y mirar a los ojos a los mexicanos que fueron expulsados de la tierra y de sus empleos por las políticas neoliberales que aplicaron durante 36 años y que fueron obligados a migrar al extranjero.
Dijo Vicente Fox que su gobierno era un gobierno de empresarios y para empresarios (Fabián Vaca) y al igual que De la Madrid, Salinas, Zedillo, Calderón y Peña Nieto, fueron insensibles ante la tragedia humana que vivieron los mexicanos que decidieron abandonar el país. Según este mismo autor entre 2001 y 2003 migraron casi 400 mil personas a Estados Unidos. Por eso no es casual que en 2003 18 migrantes murieron, 12 de ellos mexicanos, porque se encontraban en el contenedor de un tráiler en el Condado de Victoria, en el estado de Texas. A principios del presente siglo dos mil mexicanos habían muerto en su intento de cruzar la frontera. Dice Genoveva Roldán que, con datos de 2015: “De acuerdo con datos de Conapo la mayor parte de los migrantes mexicanos siguen presentes en California (34%), Texas (20%) y Arizona (5.1%), estados tradicionales de llegada de esta población. Sin embargo, encontramos presencia de migrantes mexicanos en otros estados como Illinois (5.3%), Carolina del Norte (2.2%), Georgia (2.1%), Florida (2.1%), Washington y Nueva York (1.9 y 1.8% respectivamente). Los políticos no queridos pueden encontrarse con mexicanos por todos lados en EE. UU.
Enrique Alfaro no puede andar por las calles de Jalisco como si nada. El activista Alejandro Gobel fue asesinado hace apenas unos días. Fue uno de los principales opositores a que se instalara en Jalisco el programa de verificación vehicular que fue anunciado por el emecista, y declarado gobernador electo por el TEPJF, Pablo Lemus, cuando estaba en campaña, como un programa gratuito. Enrique Alfaro, se opuso y para ello contrató empresas extranjeras que lo operarían con fines recaudatorios, política a la que se sujetó Lemus. Gobel se opuso como activista a ese programa afectando intereses y miles de millones de pesos que se han invertido, debido a que generó entre la opinión pública el rechazo a dicho programa. Lo que propuso Gobel fue un programa de afinación de autos que los propios ciudadanos podrán llevar a cabo, evidentemente, como una opción. Lo citaron supuestos compradores de su moto que vendía, ahí en el mismo lugar en que lo citaron fue ultimado a balazos. El gobierno ha expuesto que se trató de un asalto… El caso debe ser atraído por la Fiscalía Federal, no puede dejarse en manos de la fiscal local.
Como dirían para qué tanto brinco al charco estando Los Ángeles tan cerca…
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Periodista por la UNAM, maestro por la UAEM y doctor en Ciencias por el Colegio de Postgraduados-Campus Puebla. Es profesor del Doctorado en Ciencias Sociales de la UATx y Coeditor de la revista científica Symbolum de la Facultad de Trabajo Social, Sociología y Psicología.