El Coronavirus, el gran reto del empoderamiento femenino

  • Laura Liliam García López
La importancia de incorporar medidas de género, en -la cuarentena nacional- quedo en el olvido...

El COVID-19 -Coronavirus-, ha sido declarado por la Organización Mundial de la Salud OMS,  como pandemia de emergencia internacional, por lo que el protocolo de salud y seguridad en todo el mundo, ha sido decretar la Cuarentena,  como plan de acción. En México, la Cuarentena por el COVID-19, se aplica del 20 de marzo al 20 de abril, suspendiendo toda clase de actividades del sector público y privado.  

La importancia de incorporar medidas de género, en -la cuarentena nacional- quedo en el olvido, el Coronavirus, es un desafío para el empoderamiento femenino de todas las mujeres que participamos en los movimientos #8M y #9M para visibilizar la violencia de género y feminicidios, es decir, las mujeres tenemos que demostrar con hechos, que podemos trabajar en casa, contribuir en la economía familiar, estirar el gasto del mes, y por supuesto el cuidado de los hijos que estarán en casa. INMUJERES prevé que en el periodo del COVID-19, las mujeres tendrán a cargo el trabajo de cuidados al 100%, y que se triplicará la violencia física y sexual para las mujeres y niñas.

La perspectiva de género en políticas sanitarias y salud pública es una realidad en todo el mundo, pero en las políticas gubernamentales de combate al Coronavirus, no se consideró la protección de los derechos humanos y económicos de las mujeres. En crisis gubernamentales, siempre impera un mandato cultural y patriarcal, interpuestas por un rol de género. ONU MUJERES, presentó un informe del COVID-19 para América Latina y el Caribe, que plantea 14 puntos a los gobiernos de incorporar a las mujeres y la igualdad de género en la gestión de la respuesta a la crisis.

Hay que sumar que en México, no hay un plan nacional de salud pública contra el Coronavirus, de hecho en días pasados la OMS, sugirió al Estado Mexicano que la estrategia contra el COVID-19, “es un compromiso político del más alto nivel de todas las áreas del  gobierno, y no sólo una estrategia del sector salud”, está claro que mucho menos existen acciones para la protección de las mujeres que presentan violencia de género, violencia familiar y feminicidios, en el periodo de la  Cuarentena del Coronavirus.  

Susana Distancia, es la 'heroína' con la que el gobierno federal busca combatir al COVID-19. En Puebla, no hay un discurso firme que enfrente la emergencia sanitaria, de hecho el Gobernador Luis Miguel Barbosa, había desconocido las medidas preventivas de la SEP Federal, y hasta el momento  no ha anunciado un plan real de emergencia estatal contra el Coronavirus.

El panorama de las mujeres mexicanas en la economía también se verá disminuida por el impacto del COVID-19, según INMUJERES, el 44% de la tasa de participación económica a nivel nacional es femenina, el 43% de las mujeres entre 15 años y más, participan en alguna actividad económica, y las mujeres destinan más del 70% de sus ganancias a la familia. El trabajo de las mujeres y el Juggling femenino con los hijos y las familias, serán puntos de equilibrio de la base económica de las mujeres, ante la pandemia mundial.

De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo OIT, las mujeres representan el 58.6 % de la fuerza laboral mundial en el sector de servicios, por lo que impactará visiblemente la economía feminista, adicionando la economía del cuidado (sistemas de cuidados) que depende al 100% de las mujeres.  La Economía feminista, en este sentido, se verá afectada como un fenómeno global por los múltiples niveles de desigualdad salarial. 

Bill Gates y su predicción de “No habrá misiles sino microbios”, sugirió que en el mundo llegaría una pandemia mortal y letal que provocaría crisis de pánico en la humanidad, lo anterior viene a detalle, por la crisis de pánico de muchísimas mujeres de comprar desesperadamente papel de baño, ante la pandemia del COVID-19. Lo que resulta contradictorio, después de salir a marchar y visibilizar las desigualdades de género. En época de crisis, las mujeres tenemos que demostrar que hay que derribar los estándares de género, ya que por décadas, los roles de género han estado cargados a las mujeres, es bastante abrumador, pero se tiene que contener. 

Escuchar a Ángela Merkel, -la mujer más poderosa del mundo-, en su discurso sobre el Coronavirus, nos permite reafirmar, su nivel de liderazgo, al  hacer un llamado al mundo con gran firmeza, a la solidaridad y disciplina ante la crisis pandémica, basta señalar que Alemania es el quinto país del planeta con más casos de coronavirus. La participación de Merkel, apunta que es hora que mujeres empoderadas ocupen espacios públicos de poder. 

Lo real es que la pandemia, se trasformará en problemas de salud, económicos y financieros, y a pesar de las recomendaciones de la OMS y FMI, en México no hay un eficaz Plan Nacional Emergente,  AMLO sale a mostrar estampitas religiosas de protección ante la crisis del Coronavirus.  Tedros Adhanom director general de la OMS, en la última rueda de prensa, confirma nuevas cifras del COVID-19,  más de  200 mil casos y 8 mil muertos, lo cual es alarmante y nos deja ver el estado de vulnerabilidad en el que estamos a nivel nacional. 

AMLO y los gobernantes de nuestro país, deberían leer la estrategia de salud pública de Macondo en Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez: “Cuando José Arcadio Buendía se dio cuenta de que la peste había invadido el pueblo, reunió a los jefes de familia para explicarles lo que sabía de la enfermedad del insomnio, y se acordaron medidas para impedir que el flagelo se propagara a otras poblaciones de la ciénaga. Fue así como les quitaron a los chivos las campanitas que los árabes cambiaban por guacamayas, y se pusieron a la entrada del pueblo a disposición de quienes desatendían los consejos y súplicas de los centinelas e insistían en visitar la población. Todos los forasteros que por aquel tiempo recorrían las calles de Macondo tenían que hacer   sonar su campanita para que los enfermos supieran que estaban sanos. No se les permitía comer ni beber nada durante su estancia, pues no había duda de que enfermedad sólo se transmitía por la boca, y todas las cosas de comer y de beber estaban contaminadas por el insomnio. En esa forma se mantuvo la peste circunscrita al  perímetro de la población. Tan eficaz fue la cuarentena, que  llegó el día en que la situación de emergencia se tuvo por cosa natural, y se organizó la vida de tal modo que el trabajo recobró su ritmo y nadie volvió a preocuparse por la inútil costumbre de dormir”. 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Laura Liliam García López

Presidenta de Paritè emprendimiento de género. Doctora en Derecho-CONACYT. Abogada y Maestra en Derecho Constitucional y en Ciencias Políticas BUAP. Doctorante en Estudios Legislativos de Género y Paridad CONACYT