Emergencia climática provocará sufrimiento humano
- Norma Angélica Cuéllar
Esta semana, 11 mil investigadores de 153 países alertaron que de no efectuar cambios drásticos y duraderos en las actividades humanas, no habrá manera de impedir que el cambio climático provoque gran sufrimiento humano, y peor aún, detectaron zonas en el mundo que requieren acción global inmediata.
En un artículo publicado en la revista BioSciense, los científicos ratificaron que el calentamiento global se ha acelerado más rápido de lo que se esperaba y que estamos ya ante una emergencia climática que necesita acciones concretas.
En primer lugar sitúan la energía. Consideran urgente reemplazar los combustibles fósiles con energías renovables bajas en carbono e imponer tarifas de carbono altas para restringir su uso.
En segundo lugar, advierten que urge reducir los contaminantes de corta duración como el metano, hollín e hidrofluorocarbonos. Hacerlo tiene el potencial de reducir la tendencia al calentamiento a corto plazo en más del 50% en las próximas décadas.
En tercer lugar, recomiendan proteger ecosistemas como bosques, praderas, turberas, humedales y manglares, y permitir que una mayor parte de estos ecosistemas alcance su potencial ecológico para secuestrar dióxido de carbono atmosférico, un gas de efecto invernadero clave.
En cuarta posición, consideran que se debe cambiar la dieta de la humanidad. Es necesario comer más vegetales y consumir menos productos animales para reducir significativamente las emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero y liberar tierras agrícolas para el cultivo de alimentos humanos en lugar de alimentos para el ganado. La reducción del desperdicio de alimentos es fundamental, pues de acuerdo a sus cálculos un tercio de los alimentos terminan en la basura.
En quinto lugar, advierten que se deben plantear estrategias macroeconómicas que no promuevan el crecimiento del producto interno bruto y la búsqueda de la riqueza. Así, aconseja frenar la explotación de los ecosistemas para mantener la sostenibilidad de la biosfera.
Por último, en sexto lugar colocan a la demografía. Recalcan que en los 20 años, la disminución de las tasas de nacimiento se ha ralentizado. Por ello, argumentan, es necesario "estabilizar la población global, que se está incrementando en más de 200 mil personas al día".
Es necesario reconocer que somos demasiado y que si no se controla el crecimiento y no hay recursos para todos, la población entrará en una crisis peor.
En el informe, los científicos dijeron sentirse alentados por el reciente aumento de preocupación. Los organismos gubernamentales están haciendo declaraciones de emergencia climática. Los escolares están en huelga. Las demandas por ecocidio se están llevando a cabo en los tribunales. Los movimientos de ciudadanos de base demandan cambios, y muchos países, estados y provincias, ciudades y empresas están respondiendo.
Sin embargo, lo que no dicen los especialistas es que hay una gran resistencia de las grandes empresas a plantear otro modelo de comercialización, que cientos de defensores de la tierra están siendo asesinados, que continúa la deforestación de bosques con la complicidad de los gobiernos y que poco se avanza para cambiar este panorama.
Las cumbres climáticas mundiales han colocado en el centro del debate y como la gran solución, el tema de la transición hacia las energías renovables. Lo que se llama el capitalismo verde. Sin explicar que muchas de esas energías renovables requieren gran cantidad de recursos, utilizan pilas contaminantes que necesitan depositarse en confinamientos porque son altamente contaminantes y que las acciones hasta hoy planteadas son insuficientes.
Mire, lo que urge es una redistribución de la riqueza y revertir los beneficios obscenos otorgados a las grandes empresas y consorcios, que han sido las únicas beneficiadas desde que se impuso el modelo económico neoliberal en el orbe. El economista francés Thomas Piketty ha advertido que una solución a la desigualdad es aumentar la inversión en educación y aplicar impuesto progresivos a los más ricos, hasta llegar a un 80 por ciento de sus ganancias.
Urgen medidas drásticas urgentes y, claro, tenemos que aprender a vivir con menos energía, con menos materia, con menos agua, con menos hijos y disfrutar de montón de cosas que no contaminan y que no se gastan, pero en condiciones más justas.
Si tiene algo qué contarme, póngase en contacto conmigo norcudi@gmail.com
Opinion para Interiores:
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Periodista egresada de la UNAM, especializada en política, derechos humanos, religión y migración, con artículos publicados en revistas y diversos medios nacionales. Doctora en Sociología por el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.
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