Trienio municipal 2011-2013, el más endeudado
- Alejandro Chávez Palma
El problema de la deuda pública en el ayuntamiento local, nos permite mostrar, que en las tres últimas administraciones municipales los efectos e impactos de la misma han dañado el manejo de las finanzas públicas, es decir tanto los presidentes municipales Blanca Alcalá Ruiz (BAR), Eduardo Rivera Pérez (ERP) y Antonio Galli Fayad - Luis Banck Serrato (AGF-LBS), generaron endeudamiento e ineficiencias en la propia administración pública municipal como estatal.
Como podrá notarse en los siguientes cuadros, dado el escenario de ascenso del empobrecimiento de los últimos trienios y, el bajo crecimiento de la economía local, (3.1% en el 4° trimestre 2017 estado de Puebla) bajará sin duda alguna la captación tributaria. Lo que afectara la autonomía financiera y los esfuerzos fiscales, que sin duda generarán una alta dependencia de la Federación (65 por ciento -como en 2011-2017-), así también con los egresos correspondientes en el mismo lapso de tiempo; por los bajos niveles de ingreso de las empresas e individuos en el estado, por lo mismo el estado y los municipios no verán incrementadas sus percepciones de ingresos por parte de la federación (recorte en participaciones y ramo - 33).
Los ingresos no crecerán en proporción adecuada para hacer frente al pago de su deuda, por lo que se ahondarán los problemas financieros, como se verá más adelante.
LAS INEQUITATIVAS POLÍTICAS PÚBLICAS FISCALES DEL MUNICIPIO DE PUEBLA, UN ENFOQUE CONSERVADOR Y REGRESIVO
Toda institución pública requiere de recursos económicos para poder funcionar y prestar a los habitantes los servicios a que estos tienen derecho, al grado de que puede decirse que los recursos financieros son el “alma” de todo gobierno, lo que le permite mantener su estructura administrativa, ejercer sus funciones de resguardo del orden público e intervenir en el ordenamiento de la actividad económica en el territorio, y las demás facultades que la leyes otorgan a cada ámbito de gestión gubernamental.
El manejo de las finanzas municipales es un tema de gran relevancia en los tiempos actuales pues, en los últimos trienios (2010-2017), junto con los procesos de ingobernabilidad de la burocracia- tortuosa que se viven en el municipio de Puebla, se ha intentado una serie de cambios tendientes a que los ámbitos locales de gobierno tengan mayores facultades a la privatización a fin de hacer frente de manera más ineficiente a las necesidades y exigencias de los ciudadanos.
Sin embargo, se ha impuesto la adicción hacia las transferencias federales, cuyo desempeño registra un nivel alto de dependencia en cuanto a las transferencias federales y participaciones del centralismo Hacendario prevaleciente.
Como puede notarse en el municipio de Puebla presenta enormes dificultades para cumplir con la prestación de los servicios públicos (sobre todo el Agua potable y Alcantarillado) por ello no puede registrar niveles de eficiencia y eficacia en la aplicación del gasto de inversión, al contrario. Debido a este rubro, es que el objetivo de la prestación de servicios debe de ser aún prioritaria en la agenda municipal pues, los niveles de la carga operativa de organismos y dependencias, junto con la deuda se vuelven una carga para la sociedad en su conjunto, como se aprecia en los cuadros referidos, lo que da al traste con un manejo administrativo que se convierte en debilidad y riesgo, dentro del manejo de la Hacienda Pública Municipal de Puebla.
Debe remarcarse que existe déficit entre Ingresos Totales y Egresos Totales; los créditos Sin Aval ni Garantía del Gobierno del Estado a Fondo perdido se mantienen.
Como podremos apreciar en cuadros siguientes y en las gráficas correspondientes de la evolución del gasto operativo de deuda neta y contingente a cargo de municipios en general en donde, el de Puebla concentra la mayor dimensión en proporción y cuantía de la relación Deuda /Participaciones y la Razón Deuda/Ingresos Totales, haciendo inviable el financiamiento del ayuntamiento poblano y luego sin rendición de cuentas en los créditos al Soapap y a los que se entregan sin aval ni garantía por parte del gobierno del estado, que se convierten en Deuda de corto plazo.
NO EXISTE APEGO A LA LEY DE DISCIPLINA FISCAL POR EL CABILDO
El municipio no tiene rumbo, no se aplican los recursos públicos donde realmente se necesitan, de ahí el vergonzante lugar que se ocupa a nivel nacional en pobreza. El año pasado hubo cambios a la Ley de deuda del Estado que consistieron en que permiten a los 217 ayuntamientos (el municipio de Puebla no es la excepción) y al gobierno estatal solicitar créditos de corto plazo sin pedir autorización al Congreso ni al gobierno local.
El único requisito es que esa deuda no sobrepase 6 % de los Ingresos totales y se pague antes de un año, en el caso del ayuntamiento local es del 10% y la bola de nieve del endeudamiento es año con año.
Este nuevo esquema no abona a la responsabilidad y disciplina de las finanzas públicas del municipio local, puesto que se trata de disposiciones que establecen puntualmente la aplicación de recursos donde realmente se necesitan no donde las ocurrencias de los gobernantes digan.
Supuestamente las ventajas de los municipios es que obtendrían los recursos con mayor rapidez que antes, un ayuntamiento esperaba hasta tres meses en obtener el crédito; un mes en la discusión del cabildo y dos o más para disponer del recurso.
La deuda del municipio ha evolucionado según reportes del Gobierno del Estado al cierre del año y el monto de la deuda total fue de 2 mil 462 mdp con 4 acreedores (ver cuadros)
En términos de deuda pública, la del municipio local se incrementó en tres por ciento en el último año, al pasar de 2 mil 383 millones de pesos a 2 mil 463 millones de pesos entre diciembre de 2016 y el mismo mes de 2017,
Para cubrir esta deuda, cada uno del millón 719 mil 829 habitantes, del Municipio de Puebla, que tiene contados el INEGI, tendrán que aportar la cantidad de mil $1, 432 pesos en este año 2018; mientras que, en 2011 cada habitante tenía una deuda per-cápita de $1 961 pesos.
Estamos en el color rojo del semáforo del sistema de alertas de la dependencia, esta cantidad representa un serio peligro para las finanzas estatales aun y cuando las calificadoras de riesgo mantengan la calificación para el municipio y el estado de manera engañosa pues la deuda en estas proporciones, se torna inmanejable pues, los balances financieros son deficitarios, no hay fortaleza recaudatoria, puesto que solo se sostiene por el alto cobro del predial al causante cautivo y los cambios del uso de suelo por la adquisición de bines e inmuebles (renta de la tierra que incentiva la especulación inmobiliaria solamente).
No se ha consolidado la autonomía financiera debido a que las armonizaciones de las leyes de disciplina financiera no se han cumplido en Puebla, no se han efectuado las acciones pertinentes para el cumplimiento de los preceptos de la consolidación fiscal.
No se garantiza así, una buena administración de los recursos públicos, con balances presupuestarios insostenibles e inadecuados de la deuda en un contexto de opacidad y corrupción presentes en el incumplimiento del Plan de Desarrollo o del Implan.
La deuda pública del municipio de Puebla es el resultado de las dificultades que tienen las autoridades para financiar el gasto operativo como de inversión con sus ingresos, tanto propios como los que reciben por medio de las transferencias federales. Por esta razón el gobierno municipal usa sus recursos disponibles, pero de manera ineficiente y, requiere acudir al financiamiento con endeudamiento crediticio para complementar los fondos necesarios para la realización de las inversiones públicas (no necesariamente productivas) que requieren sino, más bien para realizar la reestructura o refinanciamiento de su deuda contratada
Opinion para Interiores:
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Profesor investigador de la Facultad de Economía, coordinador del Laboratorio de Pobreza y Marginación de la misma Facultad, y doctor en economía.