El privilegio de recibir educación

  • María de la Fe Torres Parada
Si México quiere estar a la altura de los tiempos, tiene que implementar el aprender otras lenguas.

Hace algunos meses platicaba con una de mis alumnas, me decía que es de un municipio de la sierra norte y ella egresó de una preparatoria del estado, la única en el lugar.

 

Al llegar a la universidad una de las cosas que más le estaba costando trabajo aprender era el inglés y eso la hacía sentir desesperada, me decía que no sabía ni los colores y sentía que llevaba mucha desventaja contra la mayoría de los estudiantes de su edad. Yo le dije que hasta donde yo tenía entendido que esa era una asignatura obligatoria en educación media superior por lo tanto mi duda era: ¿Cómo es que tú no sabes ni lo más básico después de tres años de clases? A lo que ella me respondió: Nunca me dieron clases de inglés, en mi pueblo nadie lo habla, solo ponían un numero en la boleta para poder hacer trámites, pero nunca pasamos de ahí, en el pueblo nadie sabe inglés entonces no hay quien dé esa clase.

 

Después de esa conversación me quedé pensando: ¿Cuántos jóvenes se encontrarán en la misma situación? Caminan por un sendero académico en el que para poder estar al día de los conocimientos que requieren sus profesiones es necesario el dominio de una segunda lengua lo cual es sin duda una necesidad, pero lamentablemente en muchos casos representa al mismo tiempo un lujo difícil de adquirir.

 

Yo llevo varios años en el intento de obtener los conocimientos de esa herramienta tan necesarios y no he logrado el dominio necesario, pero como en tantas cosas el conocimiento académico puede ser bastante, pero las lecciones de vida son aún más.

 

Mis profesoras son maestras de esas que ya no hay muchas, entregadas, organizadas y también exigentes, no son “barcos” y no les importa la edad de sus alumnos a todos les exigen y si es necesario también le llaman la atención todo con tal de ayudarlos a prender, acepto que en más de una ocasión he sentido que la paciencia se me agota al ver que no soy tan capaz como me gustaría serlo, pero si ellas no se rinden en sus intentos porque yo aprenda ¿con qué pretexto me puedo rendir yo? Y parte importante de esta experiencia han sido sin duda mis compañeros de clase esos millenials que no ejercen y que me ponen a diario el ejemplo de lo que todo estudiante responsable debe hacer. Daniel, Paola, Cristi y Mari Chuy ellos son parte de los privilegiados que hoy pueden aprender un nuevo idioma, que hoy están forjando con ello una llave que con toda seguridad les abrirá muchas puertas.

 

Cómo me gustaría que muchas personas más pudieran tener la oportunidad que hoy nosotros tenemos y como me gustaría también que todas las personas que tienen oportunidades de este tipo las supieran aprovechar.

 

Lamentablemente nuestros sistemas educativos aún se ven rebasados y el acceso a una educación de calidad no es algo a lo que pueda tener acceso la mayoría de la población y en muchos casos prefieren “tapar el eso con un dedo” sin reflexionar las lamentables consecuencias que esto pueda traer a la población.

 

El primer mundo no es solo bilingüe, ya es políglota y si México desea ser parte de él tiene que contar con ciudadanos preparados para los nuevos retos que tal situación conlleva.

 

En materia de educación hay todavía mucho trabajo por hacer, quienes hemos tenido la oportunidad de podernos formar un poco más que el promedio de las personas de nuestra edad que viven en nuestro país tenemos el deber de ayudar y si es posible compartir parte de ese conocimiento a quienes hasta hoy no han tenido opción, ya lo dijo Nelson Mandela: “Educatión is the most powerful weapon which you can use to change the world".

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María de la Fe Torres Parada

Docente universitaria egresada de la licenciatura en Ciencias y técnicas de la comunicación por la UNIVA y maestra en Gestión del talento humano por la  Universidad Panamericana, docente diversas materias en el área de comunicación, con experiencia en periodismo y comunicación organizacional y gubernamental. Crítica, directa, aficionada a la fotografía, fiel creyente de que se puede hacer de México un mejor país y del mundo un mejor lugar para vivir