Con el diccionario en mano…

  • María de la Fe Torres Parada
El uso de los términos. ¿Usarlos sin conocerlos? Los descubrimientos de nuevas palabras.

Recuerdo que mis hermanos y yo más de alguna vez cuando estábamos en secundaria dijimos alguna palabra que los demás compañeros de la escuela decían por pura muda, y mi papá nos obligaba a buscar su significado en una enciclopedia Larousse de doce tomos que aún tenemos en casa; él es un ávido lector y nos ha insistido toda la vida en que no usemos palabras sin saber qué significan, solo “repitiendo como el perico” porque además de demostrar nuestra ignorancia podemos meternos en problemas al decir algo que no era lo que realmente queríamos expresar.

Cuando empecé a dar clases a nivel universitario me di cuenta de que mis alumnos desconocían un sinfín de términos que para mí son de uso cotidiano y que para colmo yo aprendí cuando estaba aún en la primaria o la secundaria pero ellos a estas alturas de su vida académica tal vez ni siquiera habían escuchado, ¿a qué se debe tal desconocimiento? Posiblemente ellos no tuvieron la fortuna que me tocó a mí  de tener un papá que además de culto fuera tan cuidadoso de sus hijos que hasta de su léxico se ocupaba con detalle, tal vez se deba a que me tocó ser parte de una generación que voluntaria o involuntariamente leía más, o de plano yo soy muy preguntona y a ellos les importa poco sacarse de dudas cuando algo les resulta desconocido, no sé exactamente qué es lo que ocasionó al final tal situación en ellos pero vi la necesidad de hacer algo al respecto.

Actualmente como parte ejercicio para evaluar a mis alumnos  de la materia titulada Enfoques del periodismo, cada clase deben investigar el significado de una palabra que desconozcan y por sorteo uno de los estudiantes tendrá de compartir su hallazgo con el resto de grupo y grande ha sido mi sorpresa.

A todos les extraña la dinámica al inicio cuando no saben que suelo hacerla,  pero al paso de los días solos insisten en que les pida a ellos compartir su nuevo conocimiento.  En ocasiones llegan con conceptos que son muy poco usuales pero otras veces dicen palabras de esas que resulta sorprendente que alguien de su edad y en su grado escolar desconozca.

Y así, fue justo la semana pasada, uno de mis alumnos muy gustoso de llevar una palabra “nueva” pasó al frente del grupo y dijo: Yo había escuchado muchas veces la palabra atuendo pero no sabía lo que eso quería decir y ayer la escuche y me puse a buscarla en la página de la Real Academia y sí la encontré, se trata de la Palabra “Atuendo”. Yo me sorprendí y le pregunté  ¿por qué si ya la habías escuchado y desconocías  su significado no lo habías investigado? Y muy tranquilo me respondió: Pues porque no se me había ofrecido, y fue entonces que me quedó muy claro que si en el constante uso de la lengua se encuentran “un tope” antes que brincarlo lo van a rodear o de plano se pueden quedar parados viendo el tope y encariñándose de él. 

Antes de que él explicara el significado recientemente aprendido le pregunte al resto de grupo: ¿Quién de ustedes sabe que significa la palabra atuendo? Y ninguno la levantó, y fue entonces que mi incredulidad y sorpresa fue aún mayor. Le pedí a mi alumno que tomara asiento para hacer una pregunta antes de que él explicará el significado y les dije: ¿Quién de ustedes sabe lo que es un outfit? Se empezaron a reír y la mayoría lo supo, incluso uno de ellos dijo: Ay, pues quién no va saber algo tan simple…y fue entonces que su compañero les dijo: Pues yo no sabía que prácticamente es lo mismo que el atuendo pero atuendo es en español y outfit es en inglés a lo que el grupo dijo casi a unisono ¡wow!...

Hasta el momento me sigo preguntando de quién es la culpa de esta situación, existe un reducido conocimiento de la lengua materna y para colmo de males hoy en día el uso de anglicismos adoptados casi como parte del español es cada día más común.

Preferimos decir ok, que está bien, usar post-its que papelitos adheribles, utilizamos nuestra lap top más que nuestra computadora portátil y aun en muchas ocasiones además de revolver palabras completas del idioma ingles cuando estamos hablando en español definitivamente hacemos modificaciones de la lengua para acomodarlas aún más a nuestro antojo, en las cartas de los restaurantes no se ofrecen platillos con verduras sino con vegetales y la persona que anhela ser como otra es mejor conocida como wanabi (modificación del inglés want to be, ser como).

Y por si todo esto no fuera suficiente la Real Academia de la lengua se ha dado a la tarea de adoptar palabras como: Amigovio, fusión de amigo y novio. Persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo. O papichulo, es decir, hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo de una mujer.

Estoy muy lejos de ser una persona con una cultura vasta y si bien estoy consciente de que aun antes de estas “novedades” tenía mucho por aprender pues ahora ya no sé  qué  más esperar, por lo pronto seguiré aprendiendo nuevos conceptos algunos por mi cuenta y otros más de la mano de mis alumnos quienes poco a poco van acrecentando sus conocimientos para así no ser considerados por el mundo como unos mangurrianes sin tampoco llegar a ser petrimetres o zancaldines.

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María de la Fe Torres Parada

Docente universitaria egresada de la licenciatura en Ciencias y técnicas de la comunicación por la UNIVA y maestra en Gestión del talento humano por la  Universidad Panamericana, docente diversas materias en el área de comunicación, con experiencia en periodismo y comunicación organizacional y gubernamental. Crítica, directa, aficionada a la fotografía, fiel creyente de que se puede hacer de México un mejor país y del mundo un mejor lugar para vivir