El mal que se hace bien...

  • María de la Fe Torres Parada
El profesionalismo de los videos yihadistas. Algo similar pasa con la pornografía. Dones al vacío.

Hoy al buscar noticias para una de las clases que imparto a nivel universitario leí que las publicaciones audiovisuales más recientes realizadas por el estado islámico habían sido mediante el al-Ḥayāt Media Center, y eso atrajo mi atención, yo desconocía la existencia de este “centro de medios” creado y administrado por este grupo terrorista.

Busqué en internet y mi sorpresa fue grande, encontré una página de internet pulcramente montada en la que se encuentran cada una de las producciones tanto videos como documentos en PDF realizadas por este grupo, ordenadamente presentados.

Los contenidos de los videos son impresionantes, muestran sin el más mínimo recato una serie de imágenes de sangre y violencia en las que con orgullo mencionan sus “razones” para haber llegado a tales atrocidades, pero además de lo cruento de los contenidos tengo que reconocer la alta calidad técnica para la realización de dichas producciones. Se trata de productos audiovisuales en los que sin duda de invirtieron grandes cantidades de tiempo y dinero, es claro que existe un guion redactado con detalle en el que la secuencia de las imágenes es acompañada por un audio muy claro, utilizan varios planos auditivos ya que existen melodías de fondo cantadas supongo yo en árabe, la secuencia de las imágenes fue muy bien editada, los cortes son prácticamente imperceptibles y logran obtener  y retener el interés del público durante el tiempo que dura la producción, el cual es también estratégico por la brevedad que tiene de duración.

¿Y qué hay de los documentos en pdf? Los publican en varios idiomas, tiene pocas imágenes en comparación con la cantidad de texto que manejan, sin embrago se trata de piezas bien trabajadas, tomas estratégicas y muy bien editadas para su inclusión en la publicación. El texto es basto pero legible, todo muy bien encuadrado y con un uso muy propio del lenguaje.

Sí, sí es atractivo e interesante, sí es un trabajo muy bien logrado para sus fines pero es al mismo tiempo un claro ejemplo de lo que yo en lo personal llamo un desperdicio de cualidades.

Por mi experiencia profesional sé todo lo que implica el lograr un producto comunicativo de tal nivel y calidad, el levantamiento de imágenes se lleva semanas y hasta meses, hay que saber cuál es la toma adecuada para poder trasmitir prácticamente sin palabras el mensaje que se quiere  dar a conocer, y para ello hay que tener también  un alto dominio  de los equipos que se van a utilizar. Después del levantamiento de imagen viene el trabajo de edición, para ello hay que saber muy bien cómo se usa tanto el hardware como el software necesario y poner entonces en práctica todo ese cúmulo de conocimientos.

Y con la foto y el diseño del material de lectura pasa algo similar, hay que conocer bien las herramientas necesarias y después dedicarle bastante trabajo a poder poner todo a funcionar para lograr el material esperado… pero ¿tanto conocimiento para eso? Años de aprendizaje formal o informal, horas de experiencia y, por qué no decirlo, grandes montos de inversión para terminar queriendo justificar el porqué de la forma tan cobarde atormentan y quitan la vida a quienes no  comparten su creencias y su visión del mundo.

Y eso puedo decir de este caso pero no hace falta ir tan lejos para ver más casos así. En días pasados se publicaron datos acerca de la pornografía en México, situando a nuestro país entre los 10 primeros lugares de su consumo a nivel mundial.  Con seguridad se trata de material  técnicamente bien realizado, con calidad en la definición de la imagen, con tomas muy bien logradas para prácticamente transportar al “televidente” imaginariamente hablando al lugar de los hechos obtenido con equipos modernos. Y lo mismo pasa con quienes producen narco series o narco canciones, en todo ese tipo de productos queda en evidencia que detrás de ellos existe un conjuto de personas talentosas y creativas pero dispuestas a poner sus habilidades al servicio de una serie de “ideales” que lejos de acercar a  la humanidad de sus más altas aspiraciones, la arrastra a ser controlada por sus más bajas pasiones denigrando algo tan valioso como es la dignidad de la persona.

¿Qué hacemos con cuanto tenemos y sabemos? ¿En qué invierte usted sus talentos?  Créame que aunque usted no sea terrorista, generador de pornografia o haga apología del delito, el simple hecho de no mover un dedo por el bien del mundo ya nos está haciendo suficiente daño, ya lo dijo Edmund Burke: “Lo único que necesita el mal para triunfar es que los hombres buenos no hagan nada”… y peor aun si el mal se hace con tanto profesionalismo.

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María de la Fe Torres Parada

Docente universitaria egresada de la licenciatura en Ciencias y técnicas de la comunicación por la UNIVA y maestra en Gestión del talento humano por la  Universidad Panamericana, docente diversas materias en el área de comunicación, con experiencia en periodismo y comunicación organizacional y gubernamental. Crítica, directa, aficionada a la fotografía, fiel creyente de que se puede hacer de México un mejor país y del mundo un mejor lugar para vivir