Tenemos con que…

  • María de la Fe Torres Parada
Jóvenes y educación universitaria. Relevancia de universidades politécnicas y tecnológicas

Mucho se habla de que en México existen miles de jóvenes que no tienen acceso a la educación universitaria por falta de recursos económicos para poder asistir a universidades particulares o por la falta de espacios en las universidades públicas a las que semestre con semestre llegan miles de candidatos en busca de un espacio para estudiar.

Sin embargo a nivel nacional existe una gran cantidad de escuelas públicas que ofrecen educación de calidad enfocada a la formación de profesionistas que se preparan para con sus conocimientos solventar las necesidades del mercado laboral en México gracias a la pertinencia de los planes de estudio que ofertan.

El subsistema nacional de universidades politécnicas y tecnológicas tiene presencia a nivel nacional con una variada oferta de carreras mayormente vinculadas a ciencia y tecnología aunque en algunas también existen algunas con carreras del ramo económico administrativo.  ¿Pero porque casi nadie las conoce?   Existen varios motivos y hablaré desde mi experiencia.

Por un lado muchos sentimos que nuestra vocación profesional no es nada relacionada con temas que tengan que ver con los números, de hecho prácticamente huimos de ellos como si se tratara de una especie de monstruo invisible que se vuelve el protagonista de nuestras peores pesadillas e ilusamente creemos que podemos escapar de él cuando en realidad  tarde o temprano llegará el día  en que necesitemos de los números. Este miedo a su vez puede tener varios orígenes y tengo que decirlo, yo nunca sentí que se me facilitarán las materias en que debía hacer cálculos, como matemáticas, física o química, pero a esa ya de por sí escasa afinidad tengo que sumarle el hecho de haber tenido durante la secundaria un maestro de matemáticas que era acosador, humillante con los que no entendíamos rápidamente sus explicaciones y un tanto borrachín incluso en el salón de clase.

Desde entonces mis conocimientos en esta materia no fueron sólidos o estructurados y la fui pasando más por miedo que por interés. Lamentablemente esta historia no es muy diferente a la de muchas personas en este país, si en alguna etapa de su formación se toparon con alguien que lejos de trasmitirles su pasión por los conocimientos, les hizo ver esto como un castigo, un error o un capítulo de película de terror, salieron de eso para jamás volver.

Volviendo al tema de las universidades, pues resulta que las que pertenecen a la red antes mencionada rara vez llegan al tope en su capacidad para recibir alumnos; miles se arremolinan en las universidades estatales y otros miles más prefieren sacarle la vuelta a los números casi en cualquiera de sus presentaciones, pero también resulta que no son muy conocidas porque el presupuesto con el que cuentan dichas instituciones se destina más al equipamiento de sus instalaciones que a la publicidad.

Por extraño y sorprendente que suene en este tipo de escuelas al estudiante casi le pagan por ir, las cuotas semestrales que cobran son sumamente bajas, cuentan con becas en las que además de suprimir ciertos pagos a los alumnos se les deposita una cantidad mensual para sus gastos, muchas de ellas cuentan con servicios de transporte que se ofrece gratuitamente y quienes hacen uso de sus instalaciones, no tienen que pagar extra por ello.

Hoy en día un estudiante recién egresado de una ingeniería gana un promedio de 20 mil pesos mensuales mientras que otras profesiones hay quien no los gana ni con 20 años de experiencia o varios posgrados en su haber.

Según  Salvador Jara Guerrero, sub secretario de educación superior en México,  en este país cada año se requieren 30 mil nuevos ingenieros para sufragar las necesidades de la industria en sus diversas ramas, sin embargo actualmente solo están egresando 20 mil.

Basta con echar un vistazo a páginas como la del CONACYT  o la del Premio Nacional de Ciencia y Tecnología para poder ver noticias recientes en las que muchos mexicanos demuestran con hechos que son capaces de transformar no solo su entorno sino el mundo entero.

Si bien no todos nacimos para ingenieros y en un país como México la sociedad requiere de un sinfín de perfiles profesionales el acercamiento a la ciencia no está de más.

Si usted, amable lector, siente inquietud por estos temas o conoce a joven interesado en acercarse, no deje pasar estas oportunidades, que ahí están, a veces muy discretas, sin mucho bombo y platillo, sin mucha publicidad, pero con alto valor agregado, en espera de ser valoradas y consideradas como una opción seria en el momento de una elección profesional.

Sin duda a nuestro país le faltan muchas cosas y hay mucho por hacer, pero contrario a lo que muchos piensan, en temas de formación profesional en un campo tan necesario como son las ingenierías en México tenemos con qué.

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María de la Fe Torres Parada

Docente universitaria egresada de la licenciatura en Ciencias y técnicas de la comunicación por la UNIVA y maestra en Gestión del talento humano por la  Universidad Panamericana, docente diversas materias en el área de comunicación, con experiencia en periodismo y comunicación organizacional y gubernamental. Crítica, directa, aficionada a la fotografía, fiel creyente de que se puede hacer de México un mejor país y del mundo un mejor lugar para vivir