Las caricias son fundamentales para el desarrollo cerebral de los niños prematuros
- José Ramón Eguibar Cuenca
Debido a diversos factores se ha incrementado el número de bebés que nacen antes de completar las 40 semanas de gestación, a estos bebés se les denomina prematuros. Muchos de ellos se quedan en el hospital por semanas, ya sea que requieran estar en una incubadora o que necesiten ser alimentados o asistidos en su respiración. Aunque reciben los cuidados de médicos y enfermeras con niveles de entrenamiento muy altos, la realidad es que los bebes se desarrollan en un lugar lleno de sonidos, luz todo el día y son manipulados para tomarles muestras, determinar su temperatura y sus respuestas a distintos estímulos.
Sin embargo, no son acariciados, ya que usualmente solo se les permite a sus padres estar por tiempos cortos en las denominadas Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales. Un estudio reciente publicado en Current Biology muestra el valor que tiene el número de veces que se acaricia al bebé y la manera en que se hace tiene influencia en el desarrollo del cerebro de estos bebés.
Los investigadores del Hospital de los Niños en Columbus, Ohio de los Estados Unidos de América coordinados por el Dr. Nathalie Mitre especialista en neonatos (neonatólogo), muestran que las respuestas eléctricas del cerebro a un soplido de aire en las palmas de las manos son mayores en bebes que nacieron a término respecto de aquellos que fueron prematuros, los cuales permanecieron en promedio 28 días en el hospital. De manera importante los bebés prematuros que recibieron caricias durante la alimentación al seno materno o bien que recibieron masajes o abrazos incrementaron sus respuestas cerebrales. Sin embargo, los bebés que tuvieron que ser inyectados múltiples veces, o sujetos al uso de fijación de catéteres diversos empleando Micropore, el cual después era removido generando molestia o dolor disminuyeron sus respuestas, es importante destacar que en promedio un bebé prematuro recibe 32 maniobras dolorosas durante su estadía en el hospital.
Estos resultados entonces muestran que el acariciar y abrazar a los bebés, y es benéfico para el cerebro. Así que debemos procurar acariciarnos y abrazarnos para que esté bien nuestro cerebro y desde luego mejorará nuestro ánimo.
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Médico de profesión, maestro en Ciencias Fisiológicas por la BUAP y doctor en Neurociencias por el CINVESTAV del IPN. Es miembro del SNI y de la Academia Nacional de Medicina. Actualmente es director General de Internacionalización de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.