El chismorreo fue fundamental para la evolución humana
- José Ramón Eguibar Cuenca
Es claro que a todos nos gusta saber de los demás y con frecuencia dedicamos una parte del tiempo hablando de los demás con nuestros amigos, con nuestros compañeros de trabajo, esto es lo que se denomina chismorreo o chisme.
Que, aunque actualmente lo valoramos como indeseable, en nuestros orígenes como especie fue un factor de cohesión social, como lo son el aseo mutuo o el lenguaje como lo propone el profesor Dunbar de la Universidad de Londres en el Reino Unido. Esto porque cuando habitábamos en cuevas, estas tres conductas funcionaron como el cemento de la cohesión social, empleabamos el tiempo en limpiarnos de piojos, y platicábamos de los demás, esto es, chismorreábamos, porque fuera de la cueva habían demasiados riesgos.
Estos caracteres evolucionaron a nuestro lado, pero la explosión en las comunicaciones nos ha llevado al chismorreo global, empleando las redes sociales, de tal forma que ahora ventilamos nuestras opiniones sobre los demás con todos los habitantes que hablen nuestra lengua. ¿Pero es posible saber las preferencias de hombres y mujeres sobre lo que chismorrean?
Un estudio reciente muestra que a las mujeres son más proclives a hablar de otras mujeres, ya que el 98% chismorrean de otras damas. Mientras que los hombres tan solo 66% les gusta chismorrear de otros caballeros, porcentaje similar se obtiene al hablar de los compañeros de trabajo, o bien, de las denominadas celebridades del espectáculo o del deporte e inclusive de alguien que padece una enfermedad severa, que mejor que un hospital cuando alguien enfermo para reunirnos y chismorrear. Amable lector, ¿le ha sucedido a Usted está experiencia del chismorreo? Lo mismo acontece en los velorios o en caso de desastres naturales.
El estudio antes referido mostró que los únicos temas en los cuales los hombres chismorrean con mayor frecuencia de otros caballeros, es cuando se tienen deudas debidas a su adicción al juego, o bien, cuando se habla de alguien con disfunción eréctil. Con estas evidencias sería muy interesante analizar ¿de qué chismorrean hombres y mujeres en México? Porque no he encontrado este tipo de estudios hasta ahora.
[El autor es titular de la Dirección de Investigación de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla]
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Médico de profesión, maestro en Ciencias Fisiológicas por la BUAP y doctor en Neurociencias por el CINVESTAV del IPN. Es miembro del SNI y de la Academia Nacional de Medicina. Actualmente es director General de Internacionalización de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.