¿Quién detendrá a los sauditas?
- Román López Villicaña
Ayer leímos en la noticias que los bombardeos sauditas sobre Sanaa la capital del atribulado Yemen, continúan sin que nadie los detenga, masacrando a la población civil y causando enormes daños a patrimonio histórico de ese país. La continuación de dicha agresión, provocará una crisis humanitaria de gran envergadura en el ese país pobre. ¿A donde huirán los yemeníes?, ¿podrán llegar a Europa y de ahí irse a Alemania?, que es a donde quieren ir todos los sirios. Está dudoso pues desde Yemen no se llega tan fácilmente a las islas griegas. Arabia Saudita por otra parte, es la causante de muchas de las tragedias que vive el Mundo Árabe hoy y nadie, ha pedido llevarla ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Antier senadores mexicanos, pidieron recibir refugiados sirios, en vez de esto, los senadores mexicanos deberían de proponer pedirle al gobierno condenar al régimen saudita y llevar el caso a la ONU. ¿Por qué tenemos que pagar por los caprichos sauditas? Cuando el país está en crisis, que lo paguen las ricas monarquías del Golfo Pérsico y que reciban a todos los refugiados que han causado, creo que sería lo justo.
Arabia Saudita es una monarquía autoritaria y teocrática, que se ha visto enriquecida por el dinero del petróleo y que ha utilizado los ingresos para acallar cualquier intento de oposición hacia ese régimen. Los partidos políticos tienen que organizarse en el extranjero, durante muchos años el partido comunista saudita tenía su sede en Beirut, no en Riad debido a represión ejercida por ese gobierno.
Dicho gobierno, que no acepta críticas, es derivado de un movimiento “el wahabita” fundado por Mohamed Abd el-Wahab a fines del siglo XVIII, un movimiento fundamentalista que buscaba volver a un Islam de los primeros tiempos, por lo menos a aquellos de los “Julafá ar-Rachidin” (los 4 primeros califas que sucedieron al profeta). Por esto Arabia Saudita, es tan rigurosa, no da permiso a las mujeres de conducir, no permite partidos políticos, no hay elecciones, se llevan a cabo ejecuciones en público, azotes y amputaciones. Es decir, tratan de aplicar la Sharia (ley islámica) al pie de la letra. De ese “sunnismo estricto” extraen según su discurso, la legitimidad necesaria para mantenerse en el poder.
Ese régimen se ha visto fortalecido gracias al apoyo de los Estados Unidos. Los Estados Unidos le han brindado a ese régimen todo su apoyo, no solo desde el punto de vista de armas, le venden todo lo piden, tal y como se hizo antes con el Sha de Irán, sino que cuando es necesario se envían tropas de manera directa. Tal y como ocurrió en el caso de la operación “escudo del desierto”, luego de ocupación de Irak del Emirato de Kuwait. En ese entonces se enviaron 400 000 hombres del ejército norteamericano para proteger al reino de un posible ataque del ahora extinto Saddam Hussein. Gracias a su riqueza financiaron durante un tiempo a Osama Bin Laden para la “Yihad” (Guerra Santa) en contra de los soviéticos en Afganistán, y fueron ellos los que se han encargado extender por donde se puede y dejen su versión de Islam riguroso que en muchos caos ha llevado al extremismo, como en Chechenia.
Han sido los sauditas quienes, se han encargado de tratar de sacar a Irán de toda la región, pues se sienten la potencia regional de la zona. En el caso de Irak, y luego de la salida de Saddam y la instauración de procesos democráticos por los norteamericanos, era obvio que los chiitas, siendo la mayoría de la población iraquí tomaran el poder, esto no gustó a los sauditas. Esos chiitas son correligionarios de los iraníes, lo mismo que de los chiitas libaneses donde es hoy la mayoría de la población. En Siria es un tanto diferente pues los chiitas, que controlan el poder ahí son “alawies” no duodecimanos, como los iraníes aun así, Irán les ha dado su apoyo. Esto tampoco lo soportan los sauditas, quienes han intervenido en esos países, para sacar del poder a sus gobiernos reconocidos, apoyando a grupos extremistas como al-Nusra y similares.
Millones de gentes han salido de Siria y saldrán de Yemen, gracias la intervención de los países del Consejo de Cooperación del Golfo dirigidos por Arabia Saudita, ¿por qué no reciben a los refugiados que provocan? Simplemente se niegan a recibirlos o darles una visa de trabajo, no pueden ir allá a pesar de que son sus correligionarios. Esos países: Qatar, Kuwait, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Omán, tienen altísimos ingresos per-cápita y algunos como Qatar gozan del ingreso per cápita más alto del mundo. ¿No es justo que paguen ellos por las consecuencias de apoyar movimientos terroristas que provocan la masiva huida de poblaciones de sus países? No debería algún país llevar el caso de Arabia Saudita a ventilarlo a la ONU condenándola por violaciones a los derechos humanos y por violar el principio de la “No Intervención en los asuntos internos de otros estados” tan querido para México. ¿Por qué no proponen algo semejante nuestros senadores? No es justo recalco, que paguemos los mexicanos por lo que hacen los sauditas en su región. Deberían pasarle la cuenta los países que están recibiendo a esos refugiados. Hay que estar pendientes para cuando huyan los yemeníes, si pueden, o terminen de masacrarlos los sauditas.