La intervención saudita en Yemen

  • Román López Villicaña
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Vemos a diario en los medios de comunicación masivos, los resultados de la furiosa campaña de Arabia Saudita contra una facción de la lucha interna en Yemen. ¿Por qué han intervenido los sauditas de manera tan agresiva contra Yemen? ¿Qué ganarán los sauditas con el enorme gasto que esto significa? ¿Por qué levantar sospechas en el mundo cuando siempre ha dado la apariencia de ser un país pacífico y apegado al derecho internacional? ¿A qué responde este cambio? Hay varias respuestas al respecto:

  1. El equilibrio regional se ha deshecho, ante la retirada de los Estados Unidos de la zona luego de la imposibilidad de rehacer el estado en Irak. Irak pasó de un estado que equilibraba el poder de Irán en la zona, a un estado fallido donde grupos extremistas desafían abiertamente al poder central. Israel y Arabia Saudita ven con sospechas la retirada de Estados Unidos, e instintivamente tratan de llenar el vacío que dejará dicha retirada. Lo cierto es que ni Israel ni la Arabia Saudita interesan fundamentalmente a los Estados Unidos hoy. Israel ya no juega el papel jugó durante la guerra fría y Arabia Saudita pronto será rival de Estados Unidos en los mercados internacionales de hidrocarburos, por la creciente producción estadunidense de petróleo y gas.
  2. Lo que busca Estados Unidos, en la zona es no verse involucrado en otro conflicto ahí, y reestablecer el equilibrio regional donde Irán juegue un papel importante, pues no se pude prescindir de este país dado su poderío e influencia. Buscan los Estados Unidos instintivamente, el antiguo acuerdo de dos pilares funcional en los años setenta, en el cual Arabia Saudita e Irán (entonces ambas monarquías) cuidaban los intereses norteamericanos en el Golfo Pérsico. Muestra del flamante acuerdo, es la ofensiva iranio-estadunidense contra el Estado Islámico en Takrit, Irak, que ha resultado exitoso.
  3. Los sauditas tienen miedo de verse cercados por los iraníes. La prensa ha publicado y ha apuntado que los Houtis son una secta chiita que pretende apoderarse del país. Esto no es cierto, pues los Houtis son los chiitas más cercanos a los suníes y han dominado y gobernado el país por siglos. El último monarca, el Iman  Yahya, derrocado por la revolución de 1967 apoyada por los egipcios, pertenecía a los Zaydíes (la misma secta de los Houtis). En esa ocasión los sauditas apoyan a los Zaydíes, pues su odio contra el “socialista” Gamal Abdel Nasser era más grande que desprecio hacia la monarquía Zaydí. La percepción en los años sesenta del siglo pasado, era que Egipto quería derrocar a todas las monarquías y formar un Mundo Árabe republicano- “socialista” que apoyara su proyecto de solución del conflicto árabe-israelí.
  4. Hoy las cosas han cambiado. Arabia Saudita tiene uno de los fondos de inversión más grandes del mundo, ha gastado enormes sumas de dinero para crear un ejército poderoso, que está probando en Yemen, y es la potencia hegemónica de la península arábiga con pretensión de extender su hegemonía a todo el Golfo Pérsico  y el Mundo Árabe. Hoy los intereses de los sauditas se cruzan con los israelíes, en el sentido de eliminar la presencia iraní en la región y expulsarla de ahí en donde hay una clara presencia como en: Siria, Irak, Hezbolá y Gaza donde no quieren a Hamas. De ahí la encarnizada guerra en Siria, y los problemas con el Estado Islámico en Irak y Siria. Los sauditas han estado financiando aquellos movimientos suníes moderados o radicales  en la zona como: Jabhat al-Nusra, Al-Qaeda o el Estado Islámico mismo, pues coinciden sus intereses en estos momentos. Hoy el odio a Irán es mayor y no se repara en las posibles consecuencias de estos actos. Es así como puede entenderse la intervención en Yemen.

¿Que buscan entonces los sauditas con artero ataque a Yemen?, ¿que estaba ocurriendo en ese país? Lo que ocurre en Yemen es una revolución, una reunificación del país, que los sauditas han detestado y temido, pues sus repercusiones pueden ser mayores que la presencia iraní en ese país. Los yemeníes son muy celosos de su independencia y no permitirían que se cayera en dependencia de Irán. Desde la reunificación del país en 1990, los sauditas han estado apoyando diversos grupos dentro del país, para impedir que se forme una república funcional y fuerte. Esto es lógico si vemos que para el régimen saudita, monárquico y autoritario, un régimen republicano fuerte y bien organizado puede ser un peligro. Los Houtis se levantaron pues la constitución federal adoptada por Hadi, les restaba poder e influencia en la país donde son un tercio de la población y son parte substancial de la elite dirigente. Su proyecto, derrotar a los grupos que se oponen a un estado centralizado y fuerte en el país.

Los sauditas deciden intervenir con sus satélites del Golfo más Jordania y Egipto (quienes pondrán la carne de cañón dada la debilidad de las tropas sauditas), con el apoyo de la inteligencia de Estados Unidos, no porque Irán esté interviniendo (versión difundida por la prensa) y halla ahora vuelos entre Teherán y Sana. Se intervine porque los Houtis estaban a punto de unificar el país, derrotando a Al-Qaeda en la Península Arábiga y eliminando todos los grupos que han impedido el surgimiento de un estado poderoso y centralizado en el país. Hadi (presidente refugiado en Riad) y vicepresidente de Alí Abdullah Saleh (expresidente ahora aliado con los Houtis), se ha prestado para hacerle el juego a los sauditas no importándole el lamentable estado en que se encuentra el país.

Hay que estar atentos a las noticias. Hasta ahora los bombardeos sauditas, no muy acertados, han matado principalmente miles de civiles y han dejado un sinnúmero de heridos, que son una carga para el país más pobre del Medio Oriente. ¡Musulmanes matando musulmanes!, eso es pecado en el Corán, habrá también que estar atentos a ver como lo toman los millones de Musulmanes píos que todavía hay en el mundo.

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