¡El Estado laico!
- Horacio Cano Vargas
“Dad, al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt 22,21)
Muchos hablan del Estado laico, se rasgan las vestiduras e invocan a diversos personajes de la historia de nuestro país cuando algo parece no ser coherente con “la separación Iglesia – Estado”, considerado dogma de fe para algunos. Mucha gente (cada vez menos) se escandaliza cuando algún político participa de una celebración religiosa o que éste actúe siendo coherente a sus principios. En un país con una gran mayoría católica, es normal que los gobernantes puedan serlo.
Desde el S. V con la teoría de las dos espadas del Papa Gelasio I, la Iglesia católica ha propuesto una distinción entre Iglesia y Estado. La “Querella de las Vestiduras” con el Papa Gregorio VII en el S. XI, que dio como resultado la prohibición a los laicos de investir a obispos, es sin duda un antecedente histórico de lo que hoy llamamos Estado laico. Cabe mencionar que el catolicismo es de las pocas grandes religiones (la única) que no solo admite sino que promueve esta distinción entre poder temporal y poder espiritual. La confusión no le hace bien a ninguna de las dos.
Para entender mejor esta relación entre Iglesia y Estado es necesario distinguir entre laicidad y laicismo. El primero es la sana distinción entre el poder temporal y el espiritual, es pedirle al clero que se dedique a administrar los sacramentos y que los políticos se dediquen a gobernar. El laicismo por su parte encierra a la religión en el ámbito estrictamente personal, impidiendo que la persona actúe de forma congruente con su fe cuando participa en política. Esta última idea, va en contra de la libertad de creencia, o por ser político ¿ya no se puede profesar religión alguna?
Existen ejemplos de políticos que han demostrado su fe públicamente, no por esa razón se ha ido en contra de la laicidad del estado:
- Los presidentes de los Estados Unidos juran sobre una Biblia al inicio de su mandato.
- Agustín de Iturbide y Benito Juárez juraron ante la Virgen de Guadalupe gobernar nuestro país.
Nadie puede dudar que Estados Unidos es un país con una división entre Iglesia y Estado. Tampoco podemos negar que Juárez haya sido un promotor del Estado laico en nuestro país.
--Por cierto
Platicando con un muy buen amigo recordábamos el escándalo que se suscitó luego de que el entonces presidente Vicente Fox, besó el anillo del pescador al entonces Papa Juan Pablo II. Hoy políticos besan anillos de obispos o van a visitar al Papa a Roma para agradecer un favor recibido y nadie se rasga las vestiduras. Parece que nuestros gobernantes se dieron cuenta de que pueden expresar su fe respetando el Estado laico. Sin duda, por fortuna, estamos en otra época.
Opinion para Interiores:
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Licenciado en Derecho por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, cuenta con estudios de Maestría en Derecho Constitucional y Amparo por la Universidad Autónoma de Tlaxcala. Se ha desempeñado en el campo profesional como abogado postulante, docente, funcionario público en el Municipio de Puebla y Director del Comité Pro-Construcción del Santuario Diocesano Guadalupano de la Arquidiócesis de Puebla.