Depresión y salud: La lucha entre el gusto y el sin sentido de vivir

  • Lilia Vásquez Calderón
.

A Juan José, fueguito de vida. 

La depresión es una enfermedad que vulnera la salud de la persona, la encierra en la contradicción existencial del gusto o sin sentido de la vida, es una enfermedad mental y del corazón; mente y emoción van de la mano, una persona que sufre depresión puede vivir con dos caretas. Por fuera puede externar mucha felicidad y alegría, pero por dentro puede estar consumiéndose, llega de manera silenciosa y sorpresiva, no distingue edad, sexo, nivel de estudios, posición económica.

En sentido coloquial se dice que la tiricia o tristeza, es el padecimiento cuya sintomatología está asociada a estados de inapetencia, desgano y palidez; se presenta por lo común en personas que sufren desilusión y mal humor. Se considera que sobreviene a causa de un susto , una muina o la pérdida de un ser querido, o bien en personas que convalecen de una enfermedad prolongada o después de sufrir un cuadro febril).

En México y en el mundo tiende a crecer, muestra de ello son los siguientes datos:

  1. Cifras de la Organización Mundial de la Salud destacan que la depresión constituye un problema importante de salud pública. En el mundo, representa la cuarta causa de discapacidad en cuanto a la pérdida de años de vida saludables. En México ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres.
  2. Este trastorno, de acuerdo a la literatura científica, generalmente comienza en edades tempranas y reduce sustancialmente el funcionamiento de las personas.
  3. Esta patología se ubica en  las primeras causas de atención de consulta externa en el IMSS y el ISSSTE, así como en hospitales de la Secretaría de Salud federal y estatales del país.
  4. Se calcula, de acuerdo con cifras del sector Salud, que entre 2.5% y 3% [alrededor de 3 millones de la población] sufre de depresión que va desde leve hasta crónica en la República Mexicana.
  5. Sin embargo, hay estimaciones que 25 millones de mexicanos podrían desarrollar trastornos afectivos, es decir, depresión.
  6. La inseguridad, la violencia, la pobreza y la falta de empleos, entre otros factores, pueden desencadenar cuadros depresivos.
  7. De 10 mexicanos que acuden con el médico general, cuatro presentan algún grado de depresión, que si no es tratada a tiempo puede volverse crónica y la persona que la sufre puede atentar contra su vida.
  8. Son más las mujeres que los hombres los que presentan cuadros depresivos, y que estos se dan más en la población de bajos recursos; aunque “todos podemos estar expuestos a esta enfermedad”.
  9. Si a la depresión se le suma el consumo de drogas, el problema se duplica. Lo grave, agregó, es que estas patologías dobles tienden a crecer sobre todo en los adolescentes.
  10. La edad de inicio de la mayoría de los trastornos psiquiátricos se ubica en las primeras décadas de la vida, pero el pico más alto se presenta entre los 18 a los 35 años, y de ahí se salta a los adultos mayores a partir de los 65 a los 70 años.
  11. la depresión tiene una alta concurrencia con otros trastornos como la ansiedad, el consumo de sustancias, la diabetes y males cardiacos.
  12. Los resultados de la Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquíatrica señalan que 9.2% de los mexicanos sufrieron un trastorno afectivo en algún momento de su vida y 4.8% en los 12 meses previos al estudio.
  13. La depresión ocurre con mayor frecuencia entre las mujeres (10.4%) que entre los hombres (5.4%).

Es necesario estar atentos ya que los principales síntomas de una persona con depresión es la falta de deseo por hacer las cosas y por vivir. Una depresión que dura más de dos semanas ya es considerada crónica, por lo tanto hay que atenderla.

Pese al impacto que tiene este trastorno, una gran proporción de personas no acude a tratamiento, retrasa mucho la búsqueda de ayuda, o bien no recibe la asistencia adecuada. Cuando los pacientes acceden a los servicios de salud, solamente 50% de ellos reciben algún tipo de tratamiento mínimo adecuado, es decir, de por lo menos cuatro sesiones de psicoterapia y, en el caso de prescripción de psicotrópicos, al menos dos visitas con el médico o psiquiatra y tratamiento con los fármacos por algún periodo.

Diversos factores se asocian con la reducida solicitud de ayuda, tales como el estigma, los horarios de atención poco convenientes, las largas listas de espera para obtener una cita, el diferimiento de las consultas, el hecho de no contar con alguien que cuide a los hijos mientras se asiste a consulta, el desconocimiento del tratamiento o las dificultades para trasladarse al servicio, entre otros.

Los trastornos depresivos producen importantes niveles de discapacidad, afectan las funciones físicas, mentales y sociales y se asocian con mayor riesgo de muerte prematura. Pueden dificultar la capacidad de la persona para realizar actividades cotidianas, causando un deterioro significativo en el funcionamiento habitual y en la calidad de vida.  México es una de las naciones que muestra mayor retraso en la búsqueda de atención, depresión y tristeza recorren el mundo y se incorporan en la vida, por ello se puede traducir en un problema de salud pública que hay que atender en forma inmediata.

liliasilvia@yahoo.com

facebook: liliasilviavasquez

 

(http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx/termino.ph).

“Depresión. Estado del conocimiento y la necesidad de Políticas Públicas y Planes de Acción en México”, publicado por el Instituto Nacional de Salud Pública en 2013 y realizado por investigadores del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz.

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Lilia Vásquez Calderón

Lilia Silvia Vásquez Calderón, Licenciada en psicología, maestra en derecho.

Coordinadora Académica del posgrado del  Centro de Ciencias Jurídicas de Puebla (CCJP)

Docente jubilada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, BUAP.