“.. Doce voces gritaban enfurecidas, y eran todas iguales. No había duda de la transformación ocurrida en las caras de los cerdos. Los animales asombrados, pasaron su mirada del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo; y, nuevamente, del cerdo al hombre; pero ya era imposible distinguir quién era uno y quién era otro. ...” .- Pasaje final de la obra LA REBELIÓN EN LA GRANJA DE GEORGE ORWELL

En 1989 el robo de una elección logro unir a las seis fuerzas políticas de izquierda más importantes del país (Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), Partido Socialista Unificado de México (PSUM), Partido Patriótico Revolucionario (PPR), Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), Unión de la Izquierda Comunista (UIC); Partido Socialista de los Trabajadores (PST))  con un objetivo firme: ser el contrapeso que la nación necesitaba para afrontar las demandas que la ciudadanía exigía, ser el partido que al  haber sufrido en carne propia los abusos de la corrupción y del poder lucharía por erradicar estos vicios de la política mexicana, hoy a 26 años de distancia la realidad del PRD es completamente opuesta a lo que pretendía en sus inicios.

Muy pocos ciudadanos ven hoy al PRD como la opción para un cambio trascendental en el país, personajes como Jesús Ortega y Jesús Zambrano han vuelto al partido una sanguijuela que persigue como único fin continuar pegada del presupuesto público, miembros fundadores del mismo han abandonado sus filas al alejarse este de las ideas que lo llevaron a su formación el caso más reciente y escandaloso es el de Cuauhtémoc Cárdenas.

El servilismo y entreguismo total caracterizan hoy al partido, basta con analizar cuestiones impensables como aliarse con cualquier partido político para no perder el registro (basta con ver sus alianzas con partidos como el PAN) o firmar sin poner oposición alguna como cualquier empleado por orden de un patrón,  lo que el gobierno federal les ordene ( basta con analizar la firma del pacto por México en 2013, el cual Jesús Zambrano suscribió en representación del partido en un discurso lleno de elogios al presidente Peña Nieto); no escribo las presentes líneas en un afán de ofender o ser atacante más bien lo hago como ciudadana que confió y creyó en un proyecto de nación planteado por el PRD y que hoy se siente decepcionada, que hoy  más que nunca no se siente representada por los partidos políticos, como profesionistas y mujer formada en las ideas de izquierda no queda más que preguntarnos:

¿Qué le queda a la izquierda en el país?

El cáncer de la corrupción ha invadió las entrañas del PRD y lo está matando, la mancha de la impunidad cubrió todo su cuerpo y hoy se convirtió en todos los males que en su fundación se comprometió a erradicar.

Como mencioné en una aportación anterior, la historia emite juicios que con toda objetividad absuelven o condenan a los personajes  por sus acciones, es decepcionante ver que por culpa de un grupo que se robó al partido el PRD será condenado en la historia y en la memoria de muchos de sus ex militantes. 

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