La calle es de todos
- Juan Manuel Aguilar
Si cada uno de nosotros tuviera que explicar qué significa “ser razonable”, es probable que empleáramos diferentes criterios para definir la expresión, dependiendo del escenario en que se ubique al individuo que actúa. Esta reflexión viene a cuenta en este artículo debido a ciertos sucesos que se refieren a las calles de la ciudad capital, que a continuación se comentan.
La semana pasada se padecieron varias escenas de inundación en calles, cruceros y casas de la ciudad. Esto era un fenómeno frecuente aún por allá de la década de 1980, cuando debido a las lluvias y deficiencias del drenaje, en el Boulevard 5 de Mayo a la altura de Analco y Plaza Dorada, los autos llegaron a flotar. Con motivo de la construcción del Centro de Convenciones de San Francisco se hicieron ajustes y desde entonces la infraestructura modificada ha venido funcionando aceptablemente. Sin embargo la ejecución reciente de obras públicas improvisadas y defectuosas sobre ciertas vialidades, le trae hoy a Puebla capital una situación de riesgo que ya antes había superado. ¿Qué dicen las leyes sobre quién es responsable por los daños a la ciudadanía?
En otro escenario, ayer domingo se llevó a cabo una carrera pedestre de 10 kilómetros de recorrido que alguien organizó en alusión al día del padre, ocupando por cuando menos 3 horas las principales vialidades de la ciudad. El disfrazado argumento deportivo del evento, que ocurre prácticamente cada semana, enmascara a una actividad francamente comercial y lucrativa que las autoridades locales no quieren ver, pero que sin duda repercute en costos económicos y de bienestar a una gran parte de la población: Los hoteles, restaurantes y comercios no reciben clientes; los empleados sufren retrasos para llegar a sus centros de trabajo; las familias que viven a lo largo de todo el recorrido son impedidas de transitar con libertad; los vehículos de emergencia retrasan su recorrido; se distrae personal de seguridad pública (con vehículos, sueldos y prestaciones sociales); y de limpia (con equipos y personal). Bueno, es el caso que hasta ya se registraron reclamos porque unos organizadores de carrera nocturna cobraron las inscripciones y dejaron a los corredores a su suerte en las calles. Estos lucrativos eventos supongo, deben estar pagando impuestos al SAT y derechos importantes a la tesorería. Pero, ¿Quién pagará las externalidades negativas que afectan semanalmente a tan alta cantidad de ciudadanos y hace uso indiscriminado de las calles para negocio privado?
Un tercer escenario que se relaciona con las calles de nuestra ciudad capital, es la anunciada decisión del ayuntamiento para instalar parquímetros a través de los cuales cobrará el tiempo de estacionamiento de vehículos. Todo hace ver que el propósito de la decisión es exclusiva y linealmente recaudatorio, pues no exhibe mejora técnica o social alguna a la modesta oferta municipal de movilidad en el centro de la ciudad, más caro aun ya que se concesiona a un particular. ¿Si pagamos por estacionarnos en la vía pública, el ayuntamiento se hará responsable por la seguridad de los vehículos?
Revisando estos asuntos urbanos, creo que es oportuno exigirle a los gobernantes que cuando menos sean razonables en el ejercicio de sus funciones; que tengan presente que Puebla capital es una de las cinco principales ciudades del país y no se merece tanta ineficiencia y frivolidad. Pero al sugerir que sean razonables, debo entender primero que significa esa expresión. Para Max Hokheimer la sentencia “se razonable” equivale a decir: Observa las reglas, sin las cuales no pueden vivir ni el individuo ni el todo, no pienses sólo en cosas del momento[1].
[1] Horkheimer, Max. Crítica de la razón instrumental. 1969. Ed. Sur. Buenos Aires.
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Consultor independiente e Ingeniero en Ecología. Cuenta con una maestría en Estudios Regionales de Medio Ambiente y Desarrollo, y es Doctor en Medio Ambiente y Territorio. Ha sido Presidente del Colegio de Profesionales en Medio Ambiente y Desarrollo, A.C., Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Ecología del Estado de Puebla e integrante del Consejo Ciudadano de Ecología del Municipio de Puebla.