Salarios de hambre generan más pobreza

  • Alejandro Chávez Palma

El CONEVAL creó el Índice de Tendencia Laboral de la Pobreza (ITLP) para conocer cada trimestre la tendencia del poder adquisitivo del ingreso laboral a nivel nacional y para cada una de las 32 entidades federativas. La fuente de información es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que genera el INEGI en su reporte al 1er trimestre en la evolución al alza del ITLP.

Este índice muestra la tendencia del porcentaje de personas que no puede adquirir la canasta alimentaria con el ingreso laboral. Si el índice sube, significa que aumenta el porcentaje de personas que no pueden comprar una canasta alimentaria con su ingreso laboral, el ITLP constituye una medición de la marginación y exclusión, puesto que comprende  casi todas las fuentes de ingreso y la mayoría de las dimensiones de la medición oficial de la pobreza dada a conocer por el CONEVAL en diciembre de 2009. Sin embargo, este índice sirve como señal preventiva de corto plazo sobre la situación del ingreso laboral de las familias en relación con el costo de la canasta alimentaria.

En éste sentido los empleadores en Puebla y el país deberían asumir el compromiso de generar empleos de calidad y remuneraciones dignas, puesto que la “Reforma laboral” –también sobrevendida--- se ha formalizado desde la cámara de diputados e incluso en las leyes secundarias. Los paupérrimos y bajos niveles salariales repercuten en la baja competitividad.

Puebla no se caracteriza por ser un ejemplo a nivel nacional en el buen pago y, menos en el “haber de retiro” más bien en el hubiera.de los trabajadores porque no hay políticas que fomenten la inversión productiva, el incremento del empleo formal y con ello la mejora de los ingresos salariales.

No solamente el estado de Puebla donde se observan bajos índices de competitividad como responsabilidad de los empresarios y el gobierno federal y estatal sino que es de los estados más mal pagado lo que repercute como un pésimo ejemplo para los trabajadores. Si a esto aunamos las recientes alzas de precios en productos de primera necesidad como el pan de dulce, las verduras, la carne de cerdo y el pollo entre otros muchos más.

Un buen parámetro del “buen pago” a la mano de obra poblana que considera las remuneraciones que deben ser suficientes para cubrir las necesidades alimenticias, de vivienda, educación es el ITLP que se expresa en la gráfica adjunta y denota la necesidad de que la gente perciba mejores salarios y esto depende de las empresas de la región económica pero sobre todo de un salario justo que compense la contribución de los trabajadores. Muchas empresas y el gobierno consideran al trabajador como persona y por ello no les interesa su capacitación de ahí el desbordamiento de la informalidad.

La situación laboral en Puebla se puede decir no es la mejor, muchas de las prestaciones sociales que deberían tener los trabajadores se han visto disminuidas, como por el ejemplo el pago de utilidades en la mayor empresa automotriz en el estado, la VW; del mismo modo en otras pequeñas empresas los empleados y trabajadores apenas y gozan del seguro social o infonavit.

Mucha de la mano de obra calificada y profesional que año con año egresa de las universidades en Puebla, prefieren emigrar y buscar otros lugares en donde les sea bien remunerado su trabajo y ganen un buen salario de acuerdo a sus capacidades profesionales.

También es obvio que la mano de obra en Puebla se malbarata porque la explotación de la fuerza de trabajo de los obreros, tiene que ver con la migración de cientos de personas de ambos sexos que llegan de algunos estados del sur del país, como Oaxaca, y de igual forma con la migración interna de muchos poblados del interior del estado, que dejan de ser campesinos para convertirse en trabajadores asalariados, ante la crisis que se vive en el campo.

El desarrollo medio industrial que se está viendo en estos años en regiones muy ubicadas de Puebla, no necesariamente significa que las condiciones de desigualdad vayan a mejorar entre la población.

El salario pagado en Puebla no es de ninguna manera igual a la fuerza de trabajo explotada de los trabajadores por el capital privado. La acumulación del capital nunca se preocupara por mejorar las condiciones de vida de la clase trabajadora. Los salarios seguirán siendo precarios y jamás alcanzaran para nada. 

Pero aún, si la economía mexicana sigue estancada o entra en una grave recesión, la situación será aún pero para los salarios, pues los productos de la canasta básica serán inalcanzables.   

En Puebla como se ha mencionado, el mercado informal sigue creciendo, la creación de fuentes de trabajo son insuficientes, los salarios son malos y las mujeres u hombres que laboran en factorías, empresas o negocios ya no cuentan con derechos sociales o prestación alguna, solo medio les dan seguro social.

Los sindicatos y centrales obreras oficiales, así como los independientes están rebasados y su discursos y exigencias están muertas.

Opinion para Interiores: 

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