Otro reto más para la UAP
- Vitaliano Torrico
Hace ya algún tiempo un periodista señaló, de modo imperativo, la “Meta de la BUAP, estar entre las cinco mejores del país”(Cambio 12-09-13) Arturo Rueda, director de este periódico, al siguiente día de la elección del rector afirmó: “La misión de Esparza Ortiz, quien todo indica(sic) tendrá un largo y estable rectorado, es trepar en ese ranking por lo menos a niveles de la UDG… (Y) si el rector ha decidido mirar hacia dentro de la universidad y no usarla como trampolín, necesita parámetros de su éxito.”(Idem)
En mi “¿Los retos del nuevo rector?”(E-consulta 22-09-13) inquiría de esto así: “Y ¿Cuál es el parámetro? El mentado salto de calidad. Pero ¿en qué hace consistir esto? No responde; afirma que “el único salto posible es alentar la investigación para consolidarse como una de las cinco universidades del país, y luego trepar en el ranking internacional de QS.”(Idem) Pero ¡semejante afirmación carente de sentido de realidad, raya en lo no imaginable! ¡Alentar la investigación! No un rector electo sino desde hace ya tiempo México ha creado toda una institución, el CONACYT, no para alentar sino que promueve investigación –mediante estímulos- en las Instituciones de Educación Superior. Y ¿que ha logrado? La actividad diaria de éstas no tiene incidencia en la vida del país. ¿O sí, señor periodista? Es decir: ¿tiene sentido de realidad tal investigación?”
De aquella ocasión que no median más que unos meses, hoy ha ocurrido algo que tiene que asombrarnos. Pues la meta que le fijara “El nigromante” Arturo Rueda se ha cumplido. El mismo periódico “Cambio”(21-03-14) da cuenta de que “Dentro del ranking de las 30 mejores universidades del país realizado por El Universal se encuentra ocho instituciones poblanas, siendo la Universidad de las Américas (Udlap) y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) las mejores colocadas en las posiciones tres y cuatro respectivamente.”
El resto de la nota periodística describe el mentado ranking. De la UAP no refiere nada; pues en este tiempo no ha realizado algún tour de forcé que indique porqué logra alcanzar dicha meta. De modo que ahora es pertinente decir de este comedimiento periodístico, lo que asenté sobre el reto que le impusiera su director: “Lo que hiere el sentido común –y enerva el universitario- es que establezca la tarea presente y futura de la UAP.: necesita un salto de calidad. Y ya en la explicación de los motivos que sustenten semejante sentencia del periodista, resulta que no es Arturo Rueda su autor, sino que este “nigromante” dice que “el QS World University Ranking 2013, el catálogo de la calidad académica de las mejores universidades del mundo, le ha puesto a Alfonso Esparza Ortiz su gran reto luego de conseguir la legitimidad que da el 74.5 por ciento de participación en la elección de rector.”(Idem). Y reproduce el catálogo: la BUAP aparece ahí, muy lejos de los principales centros universitarios del mundo, “más allá del lugar 700”. Y muy lejos de instituciones mexicanas mejor posicionadas: la UNAM en el 168, le siguen el IPN., la U. de Guadalajara y, finalmente, las U. Estado de México y la Autónoma Metropolitana. Y concluye: “La misión de Esparza Ortiz, quien todo indica(sic) tendrá un largo y estable rectorado, es trepar en ese ranking por lo menos a niveles de la UDG.”(Cambio 12-09-13)
Mientras tanto, y a pesar a haber logrado la meta que le señalara el periodista, en la UAP sólo ha ocurrido un hecho extraordinario: el nuevo rector convocó a la comunidad universitaria (profesores y estudiantes) a elaborar el plan de desarrollo institucional y a un foro sobre este asunto. “Tengo que celebrar este acontecimiento –dije en su momento. Y esto por doble motivo: desde que es Benemérita la UAP perdió, por decir algo, la costumbre de realizar eventos académicos de esta índole; este es uno. Y el otro el que se haya realizado (el foro) en el Edificio Carolino...”(Momento 16-01-14)
El plan de desarrollo institucional fue presentado y aprobado por el Consejo Universitario, el pasado 2 de abril. De él se conoce lo que publica la prensa local; o sea, no sabemos qué y cuánta incidencia tuvo la consulta y el foro en las conclusiones que presentó “ante la comunidad universitaria, los representantes de los 3 niveles de gobierno y de los poderes legislativo y judicial, el Rector Alfonso Esparza afirmó que la BUAP es un factor determinante para el progreso de Puebla y del país, al consolidar una verdadera comunidad del conocimiento, impulsar esquemas de innovación y transferencia de tecnología y vincularse con los sectores productivo y social.”(La Opinión Universitaria 7-04-14)
Ahora bien; de esto otro periodista concluye el “PDI BUAP, el reto de la innovación”. Así “…la innovación y la modernidad arropan el Plan que fue presentado para lograr el consenso y la legitimidad de Puebla y los poblanos en el Complejo Cultural, y, por supuesto, de los poderes locales… La justa y adecuada comprensión de que la BUAP no es una universidad aldeana, que está inmersa en la globalidad y a ella debe responder con las circunstancias y condiciones que el mundo global impone y exige… Está entendida adecuada y razonada la función y esencia universitaria. Nunca olvidada que se trata de una universidad pública… En el largo plazo el reto de la innovación y la modernidad exigen el cambio y transformación permanente que los nuevos tiempos demandan.”(Poblanerias.com 2-04-14)
Tales sentencias y anuncios premonitorios no explican lo que la innovación es, ni cómo hacer que la UAP lo realice. A este desafío la mejor respuesta se halla en “México necesita drones para la paz”(Reforma 7-04-14) de Jorge A. Vargas: egresado de la UNAM, maestría de Yale University y doctorado de la Universidad de Virginia, actualmente profesor en la Universidad de San Diego, dice: en los últimos 25 años la industria de los drones (esos aparatos voladores que funcionan a control remoto) ha recibido apoyo financiero extraordinario en Estados Unidos… La FAA estima que para fines de esta década 30,000 drones sobrevolaran su espacio aéreo con fines comerciales y estratégicos. “Como se sabe, desde hace años Estados Unidos utiliza drones para vigilar la frontera con nuestro país… Esta vertiginosa actividad de invertir… incluye los estados de California y Texas contiguas a nuestro país. Dadas las estrechas relaciones comerciales de México con Estados Unidos es de esperarse que las actividades comerciales de esas empresas vayan a causar un poderoso impacto económico y técnico en nuestro país. Sin embargo, México hoy carece de instituciones educativas y académicas que capaciten a ingenieros y técnicos mexicanos en el diseño, operación y equipamiento de drones…”
Hasta aquí su afirmación contundente y taxativa respondiendo al reto de la innovación. Pero al proponer drones para la paz cae en el mismo mal de la educación nacional. Véase su conclusión: “por lo tanto parecería que ha llegado el momento de que México proceda a establecer programas para la formación de recursos humanos en esta novedosa e importante área. Como parte de la Reforma educativa…”(Idem) No advierte que no son carencias las que aquejan a las instituciones educativas y académicas, sino el que éstas no realizan su labor académica real; esto es, que su actividad sustantiva –decía el malogrado ex rector Alfonso Vélez Pliego- carece de sustancia; sobre todo en la UAP desde que es Benemérita.
Y para no habitar la aldea(sic) que nos…, no hay más que asumir la realidad que vive la Universidad para, desde ahí, elevarla hasta que se precie de ser tal. Y esto es posible si desarrolla la función que naturalmente le corresponde. Por lo que aquí reproduzco la descripción acusatoria con que respondí al reto del Nigromante director de periódico “Cambio”, en mi ¿Los retos de nuevo rector?: “Y es que el periodista ni siquiera sospecha que las Instituciones de Educación Superior para realizar investigación científica, primero tendrían que superar las deficiencias y faltas con las que funciona el sistema educativo nacional; no entiende que estas se reproducen en el desenvolvimiento de su actividad académica diaria. Y suponiendo que dichas instituciones lograran esto, luego tendrían que hacer que sus profesores manejen el lenguaje de la ciencia enseñando a sus alumnos; cosa que no ocurre. Logrado esto podría generarse el ambiente donde florezca la ciencia. Y así podrían encaminarse a realizar investigación científica.”
Y llegando a este punto, no como osadía de algún científico “huapachoso” figurando en algún proyecto científico sino como cultura de real vivencia en las instituciones educativas y académicas, entonces éstas naturalmente desarrollaran ciencia aplicada que incida o –como afirma el nuevo rector Alfonso Esparza O.- “para que la BUAP…(sea) un factor dominante para el progreso de Puebla y del País.” Y no habrá necesidad de inventarle reto alguno. Porque naturalmente se entenderá que la innovación, por ejemplo, es algo inherente al desenvolvimiento de la ciencia.
vtorricop@yahoo.com.mx