Reforma hacendaria: a marchar con nuestras mascotas

  • Herberto Rodríguez

El tipo de modelo de Estado define en mucho el modelo económico y el sistema impositivo. En un Estado más “Liberal” o individualista, se empodera mucho al individuo y a la sociedad que funcionan de manera meritocrática; los individuos más audaces pueden llegar a ser muy ricos pero todos tienen una oportunidad. En estos diseños de Estado y de sociedad, los impuestos tienden a ser lo más bajos posibles para alentar la inversión, el empleo y fomentan un mayor crecimiento del pastel, sin embargo pueden llegar a veces a parecer  inhumanos. Muchas responsabilidades quedan en los individuos y en su trabajo, algunas pocas quedan como responsabilidad de quien gobierna.

En un Estado más del estilo “Bienestar”, se favorecen en cierta forma los valores colectivos y este lleva responsabilidades más amplias; los individuos tienen que cooperar con una mayor tasa esperando recibir servicios de buena calidad y otro tipo de prestaciones sociales: el cheque bebé, el seguro al desempleo y el sistema de pensiones entre otros. La reforma hacendaria presentada recientemente por el Presidente Peña tiene un parecido mayor a un Estado del segundo tipo; ofrecer pensiones universales, servicios de salud y de protección social amplios,  y quiere lograrlo cobrando un mayor impuesto a los contribuyentes cautivos, sobre todo a los asalariados en todo el país.

Aunque apetecible sería tener un estado protector, la verdad es que para ser sostenible se necesitan gran cantidad de recursos que solo salen de un lado: de la alta productividad de sus individuos y de sus empresas, que son los únicos entes que pagan impuestos. En México nuestros niveles de productividad (empezando por la del gobierno para recaudar impuestos), son muy bajas; y pienso que sería insostenible un Estado a la europea. Otro problema en México de la segunda propuesta es la corrupción y el escaso estado de derecho; los incentivos a pagar impuestos son muy bajos ya que la sociedad observa el dispendio y abuso.

Pienso que México debe optar más por un Estado liberal que empodere a los individuos, fortaleciendo las instituciones existentes, pero buscando bajar los impuestos al ingreso para premiar la creación de riqueza que es lo único que a la larga ayuda a erradicar la pobreza. Estoy seguro que el mejor programa social es la creación de empleo productivo resultado de la inversión a largo plazo.

No me gusta la reforma de Peña por su enfoque “izquierdoso”; gravar la educación es un absurdo, no gravar el consumo resulta inequitativo, gravar con más tasa el  ingreso inhibe la inversión y por lo tanto el empleo; y lo peor: gravar a nuestras mascotas que nos brindan (a pobres y ricos) tantos momentos felices nos pega en lo más profundo de nuestros sentimientos.

Pienso que si esto sigue así, debemos de salir a marchar con nuestras mascotas para ser escuchados, todos con nuestra bolsita para no dejar rastro y lo haremos así por educación, misma que muchos maestros no tienen.

herberto.rodriguez@upaep.mx

Twitter: @Herbertorod

Opinion para Interiores: