Será coincidencia o mera casualidad, o acaso una suerte de  maleficio programado con tiempo y en forma para hacerle ver al Poder Ejecutivo de Puebla, que la Conago sirve entre otras cosas para lucirse a nivel nacional, pero también para atraer los focos de la opinión pública a la capital de Puebla, donde ayer más de 20 mil se manifestaron en las calles.

En un escenario Rafael Moreno Valle asumía la presidencia de la Conago para el próximo semestre, con Peña Nieto de testigo y frente a los gobernadores del país.

Discurso de aval sin menoscabo en favor de las reformas y de lo que el Señor Presidente necesite.

Respuesta inmediata, la sonrisa de Peña Nieto frente a los mismos gobernadores, sabedor de que Moreno Valle no será una piedra en el camino sino un aliado que busca su maicito, como los pollitos cuando pían.

En el otro escenario, Juan Manuel Celis Aguirre, líder de Antorcha Campesina al frente de más de 20 mil marchando por las calles de la ciudad para pedir audiencia con el gobernador o con el titular de la Secretaría General, Luis Maldonado, para buscar una solución a los más de 200 proyectos truncados en favor de los afiliados al movimiento impulsado en el sexenio de Carlos de Salinas de Gortari.

Y claro, como Raúl, el hermano impoluto está de vuelta, seguros están de que no los pueden parar. Y de paso los gritos de "ratero" a Eduardo Rivera por aquel asunto de los locales en mercados y demás soluciones pendientes a los afines a Aquiles Córdoba Morán.

Lo que era una amenaza de mega manifestación acabó por cumplirse aunque la prensa local no dio mucha cuenta de la concentración que rompió con el orden de la circulación, asunto que por demás puede también ser perdonado, pues más daño le ha hecho la desordenada programación de obras de Ruta al centro histórico.

Lo trascendente es que los reflectores están sobre Rafael Moreno Valle, por la Conago, y sus pares muertos de risa estarían, pues aquél refrán "candil de la calle oscuridad de su casa" parece que le queda ni mandado a hacer, y es que nadie de su cerrado círculo impidió o negoció que Antorcha no manchara la asunción del gober.

Ese es el precio que tenemos que pagar los ciudadanos cuando un político utiliza el cargo para fines de proyectos personales. Los enemigos de Moreno Valle no son locales, están en el concierto de la nación, y muchos se manifestarán ahora con más descaro, pues el panista se convirtió en el principal aliado de Peña Nieto en la operación de conseguir apoyos a las reformas.

¿Dónde quedará la lealtad del gober al Partido Acción Nacional? Tenemos seis meses para observarla.

jesusmanuelh@mexico.com