¿Paz entre palestinos e israelíes?
- Román López Villicaña
UDLAP
Nos hemos entrado en la prensa, que el Secretario de Estado norteamericano John Kerry, ha logrado hacer volver a la mesa de negociaciones a israelíes y palestinos. El conflicto palestino-israelí que data desde principios del siglo XX no ha encontrado una solución, aun con la gran cantidad de cambios que se han operado en el sistema internacional. Así el conflicto ha persistido bajo un esquema internacional multipolar, bipolar, unipolar y ahora en transición. Su persistencia en el tiempo obedece a que hay múltiples elementos involucrados que ha llevado a la osificación de las posturas de ambas partes. Todas esas causas se ven envueltas en un manto de nacionalismo, sentimentalismo y religiosidad que alcanza a todos los actores, y que lleva a los analistas a tomar posiciones no objetivas.
Por su duración ha habido muchísimos intentos de solucionarlo, pero hasta hoy todos han fracasado. ¿Será esta vez la excepción? Lo dudamos, pues si se ve los problemas que persisten en el fondo y a los cuales hay que darles una solución justa y mutuamente aceptable, puede notarse que hoy, no existen las condiciones para que se llegue a un arreglo definitiva. Los obstáculos de fondo que abordaremos en el presente artículo son solo cuatro, pues hay otros que por falta de espacio, no tocaremos. Estos problemas son:
- Para empezar, debe aclararse por qué se revive hoy dicho proceso que ha languidecido por muchos años. Todo parece indicar que los Estados Unidos, están urgidos de encontrar una solución a este diferendo que perjudica sus intereses en toda la región del Medio Oriente y el Norte de África. En efecto, el ascenso de China y la penetración de este país en toda el Asia Oriental y Sudoriental, ha preocupado a los dirigentes norteamericanos que desean enfocar su atención hacia esa región, dejando el Medio Oriente como prioridad de su política exterior. Por esto, urge llegar a un arreglo de la cuestión palestina, pues la persistencia del conflicto hace que los Estados Unidos, por su apoyo a Israel, sea mal visto por casi en un 80% de la opinión pública de los países árabes. Una solución al conflicto, elevaría su popularidad no solo en la región sino en el mundo, además de que le permitiría abandonar el área y enfocar su interés en el Este de Asia.
- Dentro de los problemas de fondo, está el de la ciudad de Jerusalén, sagrada para tres religiones y que ambas partes reclaman como su capital. Los palestinos exigen que por lo menos la parte árabe de la ciudad, sea declarada su capital, pues al ser los palestinos musulmanes en su mayoría, consideran a esta ciudad parte de su legado histórico-cultural, que involucra a todos los musulmanes del mundo, ya que fue a partir del sitio donde se encuentra la mezquita de al-Aqsa, que el profeta Mohamed, asciende al cielo a su encuentro con Dios. Para los judíos, es su razón de existir, ha sido Jerusalén y su recuerdo el que los ha mantenido -en parte- como pueblo a lo largo de la historia, a pesar de las persecuciones y sufrimientos de su vida en la diáspora. Baste recordar el saludo de cada año nuevo “… nos vemos el año entrante en Jerusalén...” repetido por todos los judíos. Además, luego de la toma de la toma de la ciudad en la guerra de los “seis días” el parlamento israelí, la declaró su capital eterna e indivisible, lo cual hace que cualquier modificación de su status, debe de someterse a un referéndum que muy difícilmente sería aprobado.
- El siguiente problema es el de los refugiados y su derecho al retorno. Los palestinos quieren se permita el regreso de los que viven en los campos de refugiados, lo cual es imposible, ya que su ingreso, aunado a los palestinos que se quedaron en Israel (más de un millón), acabarían con Israel como estado judío, transformándose en un estado binacional. Ninguna de las partes quiere ceder, y los palestinos exigen regreso y compensación para los que no regresaran.
- El siguiente problema es el de las fronteras del futuro estado palestino. Israel ha colonizado amplias zonas de la Cisjordania que considera vitales para su seguridad y que no piensa renunciar a ellas. Podrían por lo tanto dar una compensación a los palestinos, en otras regiones, lo cual no quieren aceptar los palestinos que se apegan a la fundación de su estado en el territorio que ocupó Israel luego de la guerra de los 6 días en 1967, y que de acuerdo a los palestinos es solo el 24% del territorio de la Palestina original. No quieren aceptar menos de eso. Además ¿cómo unir las partes separadas de los territorios palestinos, que son Gaza y la Cisjordania separadas totalmente por territorio de Israel? Israel tendría que darles derecho de paso, lo cual vulnera su seguridad, de acuerdo con sus dirigentes.
En fin, los problemas a resolver son muchos, lograrlo en poco tiempo se antoja muy difícil. Cierto que Estados Unidos puede presionar a ambos, pues su influencia en ambos es apabullante, además, el liderazgo palestino de Mahmud Abbas está en problemas ante la competencia de grupos como Hamas, lo que puede llevarlo a aceptar, tratos que otros líderes no aceptarían, pero aun así, su margen de maniobra es muy estrecho. Habrá que estar atentos al curso de las negociaciones para ver si se vislumbra algún indicio de solución.