La red de distribución hídrica en la ciudad de Puebla se enfrenta a una serie de retos, principalmente en las zonas periféricas del sur y nororiente de la ciudad, lugares en donde la falta de planeación adecuada en estas áreas durante su crecimiento resultó en la necesidad de realizar obras costosas para transferir volúmenes de agua a las zonas de mayor demanda.

Ante este panorama, e-consulta entrevistó al director de Infraestructura de la concesión Agua de Puebla, Marín Escobar Solís, con el objetivo de conocer cuáles son los retos, avances y nuevos proyectos que se prevén para mejorar la red de distribución para el suministro de agua a más de 1.7 millones de poblanos.

De acuerdo con el director, entre las obras realizadas por Agua de Puebla se incluyen la construcción de nuevas líneas de conducción, tanques de almacenamiento y sistemas de rebombeo. Estos proyectos aseguran un suministro de agua adecuado para los habitantes de la ciudad.

Las tecnologías son una de las herramientas en las que más se trabaja para mejorar la eficiencia en la gestión del agua en la red de distribución, por lo que se integraron prácticas y tecnologías avanzadas recomendadas por la International Water Association (IWA).

Estas incluyen la creación de sectores hídricos, distritos hidrométricos, planes de macromedición, y balances hídricos. Además, se implementaron programas de gestión de activos y control de presiones mínimas nocturnas.

Iniciativas como Cazafugas, Escuadrón Acua y Centinelas del Agua son parte importante en la detección y reparación de fugas, tanto visibles como no visibles.

La instalación de equipos que permiten el monitoreo en tiempo real de caudales, presiones y consumos eléctricos, operados a distancia desde una sala de monitoreo y control, optimizó de manera significativa la gestión de la red.

Estas tecnologías no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también contribuyen a una respuesta más rápida y efectiva ante cualquier incidente en la red.

¿Cómo se evita la pérdida de agua potable por el deterioro de la red hídrica en Puebla?

Uno de los problemas más constantes en la red de distribución hídrica de Puebla es la pérdida de agua y el deterioro de la infraestructura. De acuerdo con Escobar Solís, la primera acción para abordar este problema es realizar un balance hídrico que determine las pérdidas aparentes y reales.

Para ello, es necesario conocer detalladamente la red hidráulica, los usuarios y los volúmenes de agua suministrados y consumidos. Con esta información, se pueden implementar medidas de mejora específicas.

La planificación estratégica a través de la gestión de activos de agua juega un papel crucial en la mejora del rendimiento y la maximización del valor de los activos físicos. Esta gestión implica administrar todo el ciclo de vida de los activos, desde su adquisición hasta su desecho, asegurando que se mantengan en óptimas condiciones operativas.

¿Cómo se garantiza la calidad del agua en Puebla?

El director expuso que para garantizar la calidad del agua, todas las acciones están regidas por normas de salud como la NOM-179-SSA1-2020, NOM-230-SSA1-2002 y NOM-127-SSA1-2021.

Estas normas establecen los requisitos para la calidad del agua, los tipos de muestreos necesarios desde el punto de suministro hasta el usuario final, y las características de la infraestructura utilizada para el abastecimiento de agua potable.

Con esto garantiza a la población que el agua que se recibe en las cisternas tiene una calidad comprobable que evita problemas mayores en el aprovechamiento del líquido.

¿Cómo se adapta la infraestructura hídrica al cambio climático?

El mantenimiento preventivo es un componente esencial en la gestión de la red de distribución hídrica. Esta práctica permite optimizar la vida operativa de la infraestructura, asegurando que se mantenga en buen estado, el mantenimiento preventivo es ejecutable, programable y proactivo, lo que ayuda a prevenir problemas antes de que ocurran y a mejorar los resultados operativos.

Escobar explicó que, en cuanto a la adaptación al cambio climático, la red de distribución hídrica se está adaptando para hacer frente a fenómenos como sequías e inundaciones.

Para ello se están creando nuevas infraestructuras, identificadas como líneas de alimentación, que permiten una mayor resiliencia mediante la disponibilidad de volúmenes de agua y la capacidad de transferencias equitativas a través de la red.

Al diseñar nuevas infraestructuras para expandir o mejorar la red de distribución hídrica, se considera primordial la disponibilidad de agua potable en la zona. Si no hay suficiente agua, se deben programar y crear nuevas fuentes de abastecimiento.

La mejora de la red se basa en modelos hidráulicos y la conformación de distritos hidrométricos, lo que permite una gestión más eficiente y equitativa del agua.

Para gestionar la distribución equitativa y sostenible del agua en áreas con alta demanda y recursos limitados, se emiten dotaciones basadas en la disponibilidad de agua, priorizando el uso doméstico. Un análisis denominado dictamen de factibilidad del servicio de agua evalúa la disponibilidad, el déficit y las obras necesarias para asegurar que no se altere o disminuya el servicio existente.

¿Cuáles son los nuevos proyectos de Agua de Puebla?

El director de infraestructura agregó que la colaboración entre diferentes actores, como gobiernos locales, empresas privadas y comunidades, es importante para la gestión efectiva de la red de distribución hídrica.

Los planes de inversión y las gestiones se coordinan con los tres niveles de gobierno para asegurar una implementación eficiente de las obras necesarias.

En cuanto a los próximos pasos, Agua de Puebla está trabajando en la eficiencia física, la sustitución de infraestructura hidráulica, la modernización de la red, el monitoreo y la automatización de puntos de control. El objetivo es concluir el plan de macro medición en 2025 y asegurar una gestión eficiente y sostenible de los distritos hidrométricos. (JRLM)