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Calaveritas 2024: Armenta y Lalo, en la mira de la catrina
Como cada año, las tradicionales calaveritas de e-consulta por el Día de Muertos no pueden hacerse esperar y a la huesuda le gustó el reciente proceso electoral para dedicarle unos versos a Alejandro Armenta, al excandidato Eduardo Rivera y hasta al expresidente Andrés Manuel López Obrador en esta segunda entrega.
LAS CALAVERAS
Las calaveras son juego,
ejercicio del idioma,
en que la muerte se asoma,
y bromea con la palabra,
como una broma macabra;
es verbo con artificio,
se simula el sacrificio,
de los comunes mortales,
riéndonos de nuestros males.
Pero sin duda es relajo,
del ingenio mexicano,
se va buscando un atajo,
“matando” al que está muy sano.
Requiere dedicación,
exige métrica y rima,
son versos con disciplina;
y claro, ritmo o cadencia,
y algo que es como su esencia:
buena dosis de ironía,
burla fina y el relajo,
cual receta de cocina,
un poco de chile y ajo.
ALEJANDRO ARMENTA
Gobernador electo
Ganó la gubernatura,
con más de un millón de votos,
y ahora le dan sepultura,
sus partidarios devotos.
La flaca, siempre “malora”,
le aconseja en el panteón,
“gobernarás sin problemas,
si lo haces con decisión,
basta cortarles las uñas
a aquellos oportunistas,
que abusan de la ocasión…”
EDUARDO RIVERA PÉREZ
Expresidente de Puebla
Ya se cargó la pelona,
a Eduardo, de infausta suerte,
mago fue con los dineros,
y hasta socio de la muerte.
Dejó la ciudad maltrecha,
oscura y de baches llena,
emblema de la derecha,
murió sin gloria ni pena.
ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR
Expresidente de México
Como ave de tempestades,
gobernó al país seis años,
hasta que entregó los tenis,
con logros y algunos daños.
Con un verbo belicoso,
combatió a sus adversarios,
y sufrió implacable acoso,
de la prensa y noticiarios.
Miles de sus partidarios,
lo llevaron al panteón,
a los pies de la calaca,
y allá en oscuro rincón,
colocaron una placa:
“Aquí ya descansa Andrés
déjenlo en paz, os suplico;
por fin descansa el gran “Peje”,
ya no le funciona el pico…”
NORMA PIÑA
Presidenta de la Suprema Corte
Con una imagen severa,
de negro y gran cabellera,
esta dama, quién dijera,
ya trabaja de minera.
A tres metros bajo tierra,
por fin terminó su guerra;
guerra contra el presidente,
y por encima del Congreso;
hoy es un costal de huesos,
que se enfrenta a Belcebú,
diciendo que tiene fuero
y hasta “hablándole de tú…”
LUISA MARÍA ALCALDE.
Presidenta de Morena
Pasó por Gobernación,
con prestancia y galanura,
pero con todo y figura,
Luisa ya dio el estirón.
Este esqueleto elegante
dirige ahora Morena,
donde busca hasta con lupa,
reclutar a gente buena.
Muy garbosa y elegante,
cual catrina hace sus listas,
entre cartuchos quemados
y muchos oportunistas.