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Historia del muégano: de las calles de Tehuacán al paladar nacional

  • Andrea Castillo
Pese a haber nacido en San Martín Texmelucan son marca registrada de Tehuacán, municipio al que le han dado identidad y donde sirven para acompañar incluso al mole de caderas
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“Ya llegó su mueganero que los viene a Saborear, muéganos de harina y huevo de marca el Águila real, mueganoooos”, reza el conocido pregón que anuncia la venta de muéganos elaborados en Tehuacán, mismos que se convirtieron en la golosina favorita de chicos y grandes y que está a punto de volverse un postre nacional por los alcances que ha tenido al, incluso, rebasar fronteras con esta gastronomía que adoptó el municipio poblano.

La creación de los muéganos surgió en 1905 en una panadería ubicada en San Martín Texmelucan, propiedad de los hermanos Juan Álvarez y Flora Álvarez, siendo Flora quien decidió innovar en la repostería para dar vida a los muéganos que actualmente se conocen.

Poco a poco, el producto empezó a venderse a mayor cantidad y la familia pudo generar empleos fuera de la panadería, pues ahora la venta sería externa, en esas calles donde también tuvieron gran éxito y que fueron el paso previo antes de extenderse a otras ciudades como lo fue Tehuacán.

La dulce travesía del muégano de Tehuacán

Para realizar la venta en otras ciudades, días antes las visitaban mediante el volanteo e indicaban a sus clientes que próximamente acudirían a vender muéganos para que hicieran pedidos, pues ofertarían sus productos por 10 días. La respuesta de los ciudadanos era demandante, pues cada vez que acudían vendían todo el producto e incluso traían dulces de más para evitar que los compradores se quedaran con el antojo de saborear los postres.

Sin embargo, en 1938, Pioquinto Bustamante, hijo de Flora Álvarez, fue quien decidió llevar los muéganos a Tehuacán ya no por temporadas, sino de manera permanente, algo que se conserva hasta la actualidad preservando la elaboración de los muéganos a través de una receta secreta que data del año de 1905, la cual ha sido heredada de generación en generación.

El Cronista de Tehuacán, Juan Manuel Gámez Andrade, comentó que los vendedores de muéganos eran fáciles de identificar, pues comúnmente se instalaban a los alrededores de la catedral, ponían su producto en mesas de madera sostenidas por tijeras, también de madera, y colocaban un farol forrado de papel china, ya sea rojo o amarillo, en su interior se encendía una cera y ello funcionaba como una lampara con la que se alumbraban para vender los ya famosos muéganos.

Sin embargo, el tiempo paso y con ello cambió la manera de vender muéganos, pues luego de los faroles y las mesas de madera, ahora los vendedores los hacían con ayuda de un carrito.

“Ya llegó su mueganero que los viene a saborear, muéganos de harina y huevo de marca el Águila real, mueganoooos”, es un famoso pregón que decían los vendedores de muéganos, sin embargo, Juventino Rosas, vendedor de muéganos mejor conocido como “patito” fue quien lo inmortalizó y fue él quien vendía los dulces en esos carritos.

Un antojo para degustar hasta con moles de caderas

Consideró que la golosina ya es icónica de Tehuacán, pues incluso durante la temporada de mole de caderas se ofrece a los comensales ya sea en fiestas o en alguna reunión familiar.

Por su parte, Claudia Bustamante Méndez, hija de Pioquinto Bustamante, explicó que los muéganos elaborados en Tehuacán no tienen ningún tipo de conservador artificial, los que tienen son naturales. Agregó que los ingredientes también son naturales, como la harina de trigo, leche, huevo, manteca vegetal, margarina y otros.

En cuanto a los conservadores, mencionó que una vez que la galleta sale del horno es bañada en una mezcla a base de piloncillo y miel, donde la miel actúa como un conservador y genera que el producto pueda permanecer en el anaquel hasta ocho y 10 meses.

Actualmente, los muéganos se venden de forma presencial en Orizaba y Córdoba, en Veracruz; en Morelos, la Ciudad de México y Ciudad de Puebla, mientras que a través de la tienda en línea llegan a estados del norte y sur del país.

Pero los dulces también han llegado a varios países de Europa y Asía, ya que son los mismos clientes los que los promocionan y de esa manera alcanzan mayor reconocimiento.

Sin duda, hablar de muéganos es hablar de Tehuacán, estos dulces que acompañan al municipio en su 364 aniversario de la compra de título de ciudad de indios, el cual se conmemora este 16 de marzo. (EG).

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