Las autoridades de Haití declararon estado de urgencia y toque de queda por 72 horas extensibles en Puerto Príncipe, capital del país y departamento al Oeste de la isla, debido a la “degradación de la seguridad” y las agresiones a dos centros carcelarios a manos de grupos criminales.

Mediante un comunicado, el gobierno haitiano señaló que con el objetivo de "restablecer el orden y tomar las medidas apropiadas para recuperar el control de la situación", el toque de queda estará vigente el lunes, martes y miércoles desde las 18:00 hasta las 5:00 horas.

Sin embargo, esta medida no afectará a integrantes de la fuerza pública que estén de servicio, conductores de ambulancia, bomberos, personal sanitario, ni a periodistas identificados correctamente.

"Las fuerzas del orden han recibido el mandato de usar todos los medios legales a su disposición para que se respete el alto el fuego y detener a los infractores", detalla una nota firmada por Michel Patrick Boisvert, primer ministro de economía haitiano.

“Degradación de la seguridad” en Haití

Las medidas determinadas por el gobierno de Haití corresponden a una respuesta ante la ola de actividades criminales presentadas en el departamento del Oeste, especialmente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe y a la “degradación de la seguridad”.

Según reportes de las autoridades, esta ola de violencia está "caracterizada por actos criminales cada vez más violentos perpetrados por las bandas armadas que provocan desplazamientos masivos de población, y consistentes sobre todo en secuestros y asesinatos de pacíficos ciudadanos, violencia ejercida contra mujeres y niños, saqueos y robos de bienes públicos y privados".

Asimismo, estos hechos son: "causantes de muertos y heridos en las filas de la Policía y del personal penitenciario, la fuga de peligrosos prisioneros y actos de vandalismo de esos lugares", acciones que "ponen en peligro la seguridad nacional".

Cabe señalar que, desde el 28 de febrero, en el territorio haitiano se ha registrado el incremento de enfrentamientos entre grupos policiales y pandillas, intensificación de tiroteos en los barrios y aumento de las cifras de muertos y heridos. (JC)