En un nuevo ataque a personal de Seguridad Física de Petróleos Mexicanos (Pemex), un grupo de aproximadamente 20 ladrones de combustible desarmó a elementos de la paraestatal, en la zona del Triángulo, ahora en el municipio de Quecholac.

Los bandidos despojaron de siete armas de fuego a los agentes: cuatro rifles -se desconoce el calibre- y tres pistolas 9 milímetros.

La agresión ocurrió alrededor de las 18:20 horas del miércoles, en la comunidad de Enríquez cuando los elementos realizaban un recorrido por la zona, como parte del operativo que se implementó tras el enfrentamiento que hubo en la mañana, entre autoridades federales y huachicoleros en el municipio de Tepeaca.

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Sobre este nuevo incidente, trascendió que momentos antes del ataque, la Policía Federal decomisó dos camionetas con contenedores abastecidos con gasolina de procedencia ilícita, mismas que trasladó a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR).

Presumiblemente, el aseguramiento de las unidades molestó a los delincuentes que decidieron volver para atacar a las autoridades.

Los bandidos se encontraron a elementos de Seguridad Física de la paraestatal, los sometieron y los despojaron de las armas largas y cortas que llevaban.

Algunos policías federales se percataron de lo que pasaba y acudieron a auxiliar a los uniformados. También se movilizaron elementos de la Gendarmería y del Ejército Mexicano. Fue así como los agresores, al notar la presencia de las fuerzas castrenses y federales, prefirieron escapar.

Tanto los agentes de Pemex como el resto de los elementos policiacos y militares resultaron ilesos.

Una versión señaló que, derivado de estos hechos, la circulación en la autopista Puebla-Orizaba fue cerrada a la altura de Tepeaca, pero fuentes policiales lo descartaron.

Triángulo Rojo fuera de control

En ocasiones anteriores se han registrado otros incidentes en los que no sólo personal de Pemex ha sido atacado por los huachicoleros y habitantes, sino también elementos del Ejército Mexicano y de las corporaciones policiacas que hacen recorridos en la zona.

El 29 de octubre de 2015, pobladores de San José Bellavista retuvieron y desarmaron a personal del Ejército Mexicano y Seguridad Física de Petróleos Mexicanos (Pemex) para impedir que detuvieran unas presuntas camionetas que trasladaban hidrocarburo robado. En esa ocasión, sólo hubo un militar y un agente de la paraestatal heridos por golpes, aunque ningún detenido.

El 16 de noviembre del mismo año, elementos del Ejército Mexicano fueron atacados a tiros por presuntos ladrones de hidrocarburo, en la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, a la altura de Palmar de Bravo. El saldo fue de un militar herido.

El pasado 20 enero, elementos de Seguridad Física de Pemex y del Ejército Mexicano se enfrentaron nuevamente a balazos con presuntos ladrones de combustible, en la comunidad de San José Bellavista. Como ocurrió la vez anterior, los responsables retuvieron y desarmaron a los soldados, por lo que uno de ellos fue detenido y puesto a disposición de la PGR.

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El 3 de mayo, presuntos ladrones de combustible sorprendieron a balazos a policías federales, pertenecientes a la Gendarmería, quienes resguardaban una toma clandestina en Palmar de Bravo y tuvieron que repeler la agresión; sin embargo, fueron despojados de sus armas de cargo.

Tras esto, dos de los elementos de la Gendarmería fueron reportados como desaparecidos, pero posteriormente llegaron por su propio pie al arco de seguridad e informaron a sus compañeros que decidieron esconderse para evadir a los responsables.

El 14 de octubre, los policías ministeriales encargados del área de Rayos Gamma, del Arco de seguridad de Palmar de Bravo, fueron golpeados y amenazados por presuntos huachicoleros.

Los primeros viajaban en un transporte público que entró a la comunidad y fue interceptado por sujetos armados que obligaron a que la unidad se detuviera y así bajaron a los policías, a quienes amenazaron y golpearon.

Un elemento logró escapar y pedir apoyo, lo que ocasionó una fuerte movilización policiaca en el municipio.

Ese mismo día, los huachicoleros se enfrentaron a elementos del Ejército Mexicano y lograron expulsarlo de la comunidad de San José Bellavista, en Palmar de Bravo, donde los militares se encontraban haciendo un operativo de vigilancia en la zona de los ductos de Pemex.

El saldo fue de dos militares heridos y cinco vehículos oficiales dañados.

El 17 de octubre, un grupo de sujetos encapuchados -presuntos huachicoleros- atacó a elementos de la Ejército, quienes tenían instalado un retén en la carretera federal a Tehuacán, en el cruce con la autopista Puebla-Orizaba, a la altura del municipio de Esperanza. En estos hechos no hubo detenidos ni heridos.

El 12 de noviembre, policías estatales fueron recibidos a balazos por chupaductos cuando daban un rondín en caminos de terracería ubicados entre las comunidades de San Simón de Bravo y Las Lomas de Santa Cruz.

Los efectivos repelieron la agresión y los bandidos huyeron entre la maleza dejando abandonadas tres camionetas cargadas con hidrocarburo robado. No hubo lesionados ni detenidos.

El mismo día, dos elementos de Seguridad Física de Pemex resultaron lesionados de bala, luego que fueran agredidos por huachicoleros, en la junta auxiliar de Álvaro Obregón, en el municipio de Tepeaca. Los responsables se dieron a la fuga.

El 30 de noviembre, ladrones de combustible atacaron a balazos a agentes de Seguridad Física en la comunidad de Álvaro Obregón, a unos 150 metros de la autopista Puebla-Orizaba, a la altura del kilómetro 167.

Los agresores reaccionaron así al verse sorprendidos cuando abastecían dos camionetas con diésel. Esto desató una fuerte movilización policial en la zona, la cual concluyó con saldo de dos detenidos, una toma clandestina y dos vehículos asegurados.