Los miserables, aguardan su próxima derrota
- Román Sánchez Zamora
En realidad, la eterna búsqueda de la felicidad es algo que siempre se queda inconcluso, cuando crees que todo va bien algo tiene que comenzar a ir mal dentro de lo que haces, sueñas o anhelas, alguien de los amigos fallece, o alguien se enoja, o hasta el mismo carro se descompone.
Algo sucede, pero casi en un cúmulo de cosas que suceden hay algo que te mantiene intranquilo, los hijos crecen, se casan y allí viene más incógnitas, como las estaciones del año, calor, frío, los vientos, las hojas secas y regresar el ciclo después de Navidad.
El veneno de los muchos afectando hasta lo que ellos mismos aman en esa búsqueda de la felicidad, vuelves la cabeza y te preguntas qué has hecho, en dónde está el tiempo que hasta el momento parece estar perdido.
Siempre parece una lucha, en la cual los miserables, solo buscan saciar sus fauces de una venganza con quien se pare frente a ellos, de preferencia de espaldas, la traición es su especialidad, pactos de paz disfrazados de un perdón esperando el momento para atacar, para morder y cual dragón de komodo lamer las heridas es dejar una infección y la víctima se pudra en vida.
¿Qué es el éxito? Considero que no hay algo como tal, no es ganar una carrera o ganar un contrato, seguir y aprender de las lecciones, siempre hay en la vida malos perdedores, pero considero que los más peligrosos son los malos ganadores, quienes sacan entonces todas sus frustraciones que les hizo llegar a eses lugares o esas experiencias.
El tiempo nunca está a favor o en contra de quien planea y genera expectativas, que genera escenarios que le permitirán nuevas batallas; la vida no es una guerra de una sola batalla.
Los miserables envidian, odian, sollozan.