¿Por qué fracasan los países?

  • Carlos Anaya Moreno
Claves para entender el éxito y el fracaso de las naciones

¿Te has preguntado alguna vez por qué algunos países parecen destinados al éxito mientras otros luchan por salir adelante? Este es un tema que ha fascinado a economistas, historiadores y políticos durante décadas. Recientemente, tres economistas, Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson, recibieron el Premio Nobel de Economía 2024 por su investigación sobre las causas de las diferencias entre las naciones en términos de prosperidad y desigualdad (BBC News, 2024). A continuación, te explico de manera sencilla y clara, por qué algunas naciones fracasan, basándome en los estudios que llevaron a estos académicos a recibir el prestigioso galardón.

Las instituciones, el motor o freno de los países

Uno de los conceptos más importantes para entender por qué un país prospera o fracasa es el tipo de instituciones que tiene. Las instituciones son las reglas del juego: las leyes, los gobiernos y hasta las normas sociales que guían cómo se organiza una sociedad. Según los estudios de Acemoglu y Robinson, la clave está en si estas instituciones son inclusivas o extractivas.

Instituciones inclusivas: En un país con instituciones inclusivas, la mayoría de las personas tienen la oportunidad de participar en la economía y la política. Esto significa que hay leyes que protegen los derechos de propiedad, se fomenta la innovación y se recompensa el esfuerzo. Estos países tienden a tener un crecimiento económico estable y sostenible.
Instituciones extractivas: En los países con instituciones extractivas, solo un pequeño grupo de personas—normalmente una élite poderosa—se beneficia de la riqueza del país. Las instituciones están diseñadas para mantener a esa élite en el poder, mientras que la mayoría de la población queda marginada de las oportunidades. Esto limita el crecimiento económico y crea un entorno de desigualdad y pobreza.

Un buen ejemplo de instituciones inclusivas es el de países como Estados Unidos o Dinamarca, donde la mayoría de las personas tienen acceso a oportunidades y derechos. En contraste, países como Zimbabwe han caído en la trampa de las instituciones extractivas, donde la élite política acapara los recursos, dejando a la mayoría de la población en la pobreza (Acemoglu y Robinson, 2012).

Corrupción y falta de Estado de derecho
Otro factor crítico que afecta el éxito o fracaso de un país es el nivel de corrupción y si existe un Estado de derecho fuerte. Cuando un país tiene un sistema legal justo y transparente, las personas confían en que las reglas se aplicarán de manera equitativa. Esto crea estabilidad, lo que fomenta la inversión y el crecimiento económico. Sin embargo, cuando las leyes no se respetan y la corrupción se extiende, el país comienza a tambalearse.

Según Acemoglu y Robinson (2012), la corrupción es un factor clave que perpetúa las instituciones extractivas, ya que las élites utilizan el poder del Estado para enriquecerse a costa del bienestar general. Venezuela es un claro ejemplo de cómo la corrupción puede llevar al colapso de una nación. A pesar de tener enormes reservas de petróleo, la mala gestión y la captura de las instituciones por parte de una élite política han llevado al país a una crisis económica devastadora. Aquí, las instituciones extractivas y la corrupción han impedido que el país desarrolle su verdadero potencial.

Exclusión social y desigualdad
La exclusión social es otro de los factores determinantes del fracaso de los países. ¿Qué significa esto? Básicamente, cuando grandes grupos de personas—por su origen étnico, género o situación económica—son excluidos de participar en la economía o acceder a servicios básicos, un país pierde la oportunidad de aprovechar el talento y la energía de su gente.

Los estudios de Acemoglu, Johnson y Robinson muestran que las naciones que mantienen a ciertos grupos marginados o excluidos tienen más probabilidades de fracasar. Según los autores, “las sociedades que institucionalizan la exclusión perpetúan la desigualdad y el conflicto social, lo que crea un entorno inestable para el crecimiento” (Why Nations Fail, 2012). Si las personas no pueden acceder a educación, salud y empleo, la economía no puede crecer de manera sostenida. Un ejemplo de exclusión extrema es la República Democrática del Congo, un país con abundantes recursos naturales, pero que ha estado atrapado en la pobreza debido a décadas de conflicto y exclusión de la mayor parte de su población.

Inestabilidad política y conflicto
La inestabilidad política y los conflictos armados son otro de los principales factores que llevan al fracaso de los países. Los gobiernos autoritarios, los golpes de Estado y las guerras civiles crean un entorno de incertidumbre y desconfianza que impide que una economía crezca. Sin estabilidad política es imposible construir instituciones sólidas, y sin instituciones sólidas, un país no puede prosperar.

Acemoglu y Robinson (2012) argumentan que “las instituciones políticas inclusivas son un requisito previo para el desarrollo económico sostenido, ya que fomentan la cooperación y la innovación, mientras que las instituciones extractivas crean incentivos para el conflicto y la violencia”.

Nuevas estrategias para reducir la desigualdad

El Premio Nobel de Economía de 2024 no solo reconoció los estudios sobre por qué los países fracasan, sino que también señaló la importancia de proponer soluciones. Acemoglu, Johnson y Robinson sugieren que los países deben enfocarse en crear instituciones más inclusivas, donde todos tengan la oportunidad de participar en la economía y la política. No se trata solo de mejorar la economía, sino de asegurar que todos los ciudadanos se beneficien del crecimiento. La Real Academia de las Ciencias de Suecia destacó que los economistas premiados ofrecen una guía práctica para comprender cómo las naciones pueden superar la desigualdad mediante la reforma institucional (BBC News, 2024).

Conclusión

En resumen, los países fracasan porque no logran construir instituciones inclusivas, permiten que la corrupción socave el Estado de derecho, excluyen a grandes sectores de la población y se ven atrapados en la inestabilidad política. Los estudios de Acemoglu, Johnson y Robinson nos ofrecen una hoja de ruta clara para entender cómo podemos construir naciones más prósperas y justas. Al final del día, el éxito de un país depende de sus instituciones y de cómo estas permiten o impiden que su gente prospere.

Referencias
Acemoglu, D., & Robinson, J. A. (2012). Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity, and Poverty. New York: Crown Publishers.
BBC News. Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson ganan el Premio Nobel de Economía por sus estudios sobre la desigualdad de las naciones. BBC News Mundo octubre 14, 2024.
Anaya, C. Claudia Sheinbaum-y la Economía ¿Crecera Mexico? e-consulta octubre 10, 2024
Anaya, C. ¿Cómo evitar una crisis en México? e-consulta octubre 03, 2024.
Anaya, C. Proponen evitar la crisis en México con la cliodinámica Diario de Yucatán Septiembre 28, 2024.
Anaya, C. Entropía social: ¿Por qué las sociedades se desintegran? e-consulta. Septiembre 26, 2024.
Anaya, C. Orden y caos en la política e-consulta. Septiembre 19, 2024.
Anaya, C. La justicia que México necesita. e-consulta. Septiembre 10, 2024.
Anaya, C. Cooperación y desorden en la economía e-consulta. Septiembre 04, 2024.

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Carlos Anaya Moreno

CEO de Servicios Geo Enlace, empresa de Internet de las cosas desde el año de 2010; y fundador de la Unión de Servicios Solidarios-Banco de Tiempo (2018). Se desempeñó como director General del Registro Nacional de Población de 2004 a 2010.