Es fácil ver que en México las cosas no van del todo bien. Los problemas de pobreza, corrupción, falta de oportunidades y desigualdad parecen estar en todos lados. Pero, ¿por qué estamos en este punto y qué podemos hacer para salir de este ciclo de crisis? Para responder podemos aprender mucho del trabajo de Peter Turchin, un experto que ha estudiado los ciclos de auge y colapso de las civilizaciones a lo largo de la historia. Él usa algo llamado "cliodinámica", que suena complicado, pero básicamente es una forma de analizar cómo se comportan las sociedades a lo largo del tiempo y qué patrones se repiten.

Turchin ha identificado varios factores clave que llevan a las sociedades a la inestabilidad, y cuando miramos a México, muchos de esos factores ya están presentes. Pero, por suerte, si sabemos qué está mal, también podemos saber cómo resolver. Aquí te cuento de qué se trata y qué podemos hacer para que el país no siga cayendo en una crisis mayor.

1. La gente está empobrecida y los salarios están estancados

Uno de los mayores problemas que enfrenta México es la pauperización del pueblo. Este término técnico simplemente significa que la gente está cada vez más pobre. Aunque la economía crece, el dinero no llega a todos por igual. Los salarios están estancados, y la mayoría de las personas se sienten atrapadas en trabajos mal pagados, sin prestaciones, y con pocas posibilidades de mejorar su situación.

Peter Turchin ha mostrado cómo, en diferentes momentos de la historia, cuando los salarios de la mayoría no crecen y la vida se vuelve más precaria, surge el descontento social, y las sociedades entran en crisis (Turchin, 2016). ¿Qué podemos hacer? Hay varias cosas que podrían marcar la diferencia, como subir los salarios de manera significativa y promover la formalización del empleo. Además, sería fundamental invertir en la educación técnica y la capacitación laboral, de manera que las personas puedan adaptarse a los nuevos empleos que están surgiendo en áreas como la tecnología y la manufactura avanzada (Deaton & Case, 2020).

2. La brecha entre ricos y pobres está fuera de control

Otro de los grandes problemas es que la desigualdad en México sigue creciendo. Es una de las más altas de América Latina, y eso tiene efectos muy negativos. La riqueza se está concentrando en manos de unos pocos, mientras que la mayoría de la población se siente cada vez más frustrada por no tener las mismas oportunidades.

Peter Turchin llama a este fenómeno la "bomba de la riqueza", porque cuando el dinero se acumula solo en las manos de las élites, eventualmente estalla en descontento social. Thomas Piketty también ha estudiado este fenómeno y señala que, en economías donde la riqueza se concentra en pocas manos, la desigualdad no solo es moralmente injusta, sino que frena el crecimiento económico a largo plazo (Piketty, 2014).

Para evitar esto, México necesita reformar su sistema fiscal. Eso significa que los más ricos deben pagar más impuestos de manera justa, y que esos ingresos deben usarse para mejorar los servicios públicos como la educación, salud y programas sociales que realmente ayuden a la gente (Stiglitz, 2019).

3. El exceso de graduados sin empleo

Quizás suene raro, pero uno de los problemas que Turchin señala como clave es la sobreproducción de élites. Esto significa que hay demasiada gente con títulos universitarios o de posgrado que no encuentran trabajos adecuados. En México, hemos visto crecer el número de universidades y de jóvenes graduados, pero el mercado laboral no ha crecido al mismo ritmo. El resultado es que muchas personas con estudios superiores no pueden acceder a empleos bien remunerados y terminan frustradas (Turchin, 2020).

Guy Standing, en su estudio sobre el precariado, describe cómo este grupo de personas con estudios, pero sin empleos adecuados, representa un gran peligro para la estabilidad social. Al sentirse engañados por el sistema, son propensos a la radicalización y al descontento social (Standing, 2011). Una posible solución es reformar el sistema educativo para adaptarlo mejor a las necesidades del mercado laboral actual.

4. La desconfianza en las instituciones

Cuando la gente siente que sus líderes no les representan, se pierde la confianza en las instituciones. En México, esto se ve claramente en la corrupción y la ineficacia del gobierno. Si la población no confía en que el sistema funcione, será más propensa a apoyar a líderes populistas que prometen cambios rápidos, pero muchas veces no ofrecen soluciones reales.

Stiglitz argumenta que una de las principales causas de la pérdida de confianza en las instituciones es la corrupción y la falta de rendición de cuentas por parte de las élites (Stiglitz, 2019). Para recuperar la confianza, el gobierno debe combatir la corrupción de manera seria y efectiva. Necesitamos un sistema de justicia que funcione, donde los responsables de actos corruptos sean castigados. También es importante modernizar las instituciones para que sean más transparentes y eficientes, y crear más espacios de participación ciudadana, donde la gente pueda ser parte de las decisiones políticas.

5. La deuda pública está creciendo

Finalmente, Turchin señala que el crecimiento desmedido de la deuda pública es otro factor que puede llevar a una crisis (Turchin, 2020). En México, la deuda ha crecido, y esto limita la capacidad del gobierno para invertir en áreas clave como la educación o la infraestructura. Para evitar que la deuda se convierta en un problema aún mayor, el país necesita una austeridad inteligente: priorizar el gasto en lo que es realmente necesario y evitar gastos innecesarios.

¿Y qué podemos hacer como sociedad?

Lo que está claro es que, si no hacemos nada, estos problemas solo van a empeorar. Pero si el gobierno, las empresas y la sociedad civil trabajamos juntos, hay maneras de evitar una crisis mayor. Se trata de exigir más responsabilidad y compromiso de nuestros líderes, pero también de participar más activamente como ciudadanos en las decisiones que afectan al país.

La cliodinámica de Peter Turchin nos da una advertencia importante: los problemas que enfrentamos no son únicos, han ocurrido en muchas civilizaciones a lo largo de la historia. Y, lo más importante, nos muestra que las crisis se pueden evitar si tomamos medidas a tiempo. Ahora es el momento de actuar para evitar que México siga cayendo en este ciclo de auge y declive.

En resumen, si queremos salir de la situación actual, tenemos que empezar por subir los salarios, reducir la desigualdad, ajustar el sistema educativo, restaurar la confianza en las instituciones y controlar la deuda. No es fácil, pero es posible si trabajamos juntos y hacemos los cambios que el país necesita.

Referencias
Deaton, A., & Case, A. (2020). Deaths of Despair and the Future of Capitalism. Princeton University Press.
Piketty, T. (2014). Capital in the Twenty-First Century. Harvard University Press.
Standing, G. (2011). The Precariat: The New Dangerous Class. Bloomsbury Academic.
Stiglitz, J. E. (2019). People, Power, and Profits: Progressive Capitalism for an Age of Discontent. W. W. Norton & Company.
Turchin, P. (2016). Ages of Discord: A Structural-Demographic Analysis of American History. Beresta Books.
Turchin, P. (2020). Secular Cycles. Princeton University Press.
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