¿Vida Digna?
- Jesús Manuel Hernández
El 29 de agosto del 2020 el entonces gobernador Miguel Barbosa Huerta anunciaba: “El edificio donde estaba la CNOP lo vamos a hacer un albergue de ancianos”. Y así sucedió, el inmueble le fue retirado al sector popular del PRI y empezaron las obras para hacer un alojamiento “digno” para las personas en situación de calle.
Dormitorios y camas para unas cincuenta personas, atención médica, área para higiene personal e incluso lavadoras para la ropa de quienes no tienen dónde vivir.
El 31 de marzo el gobernador, su esposa y la directora del DIF, de 2021, develaron la placa para iniciar la operación en favor de personas en situación de calle, con ciertas normas, como tener el CURP, constancia de no padecer COVID, y un horario de entrada y de salida.
Pero el proyecto ha presentado lagunas derivando en un espacio donde los ancianos enfermos son rechazados.
Los policías de la entrada, una mujer y un hombre, “califican” a quienes pueden entrar a dormir, sin aclarar exactamente las razones para desechar a los ancianos.
La calle 9 Oriente entre 16 de Septiembre y 2 Sur se ha convertido en un espacio donde proliferan las personas en situación de calle. El Arzobispado de Puebla da de comer diariamente a un buen número de personas que hacen fila a la una de la tarde todos los días y a veces les falta comida.
Los parklets instalados por la administración de Claudia Rivera pronto se convirtieron en el refugio de estos ancianos, aprovecharon los espacios para comer y luego dormían en el “Albergue Vida Digna” de la 9 Oriente Número 16 y salían a las siete de la mañana.
Pero la burocracia o la falta de interés en dar seguimiento a este tema ha convertido el albergue en un coto de poder donde los policías deciden quién entra.
El tema ha venido proliferando y los vecinos de la calle comenzaron a dar facilidades a los ancianos rechazados en el albergue. El parklet de la Licorería San Pedrito fue adaptado con unos plásticos, pagados por la empresa, para reducir el impacto del frío en las noches.
Cada mañana es común ver a dos o tres personas que han pasado la noche ahí, una señora a quien apenas se le ve el rostro, quizá cercana a los noventa años no ha podido entrar al albergue, otro, pasados los ochenta, con la nariz sangrante y el pulso tembloroso dice que lo “corrieron” del albergue y no sabe por qué.
Este reportero fotografió el 16 de diciembre a las 20:50 horas -dos días después de haber asumido el cargo de gobernador Alejandro Armenta- la presencia de un anciano enfermo de nombre Misael Solís. Los policías del Albergue Vida Digna se limitaron a responder que “se había caído”. Al día siguiente amaneció ahí, había pasado al menos la noche del 16 al 17 en condiciones infrahumanas, a escasos 15 metros del albergue inaugurado por Barbosa Huerta.
El 26 de diciembre, diez días después, Misael amaneció muerto en el interior del parklet.
Misael estaba enfermo, se cayó dentro del albergue inaugurado por Barbosa, nadie supo, nadie se enteró, nadie intervino.
No es un problema de esta administración, quizá tampoco de la de Sergio Salomón, es un problema estructural derivado de un arranque personal, quizá visceral de Barbosa sin contar con la estructura para resolver el problema de fondo, solo para la imagen.
Y entonces, viene la reflexión: ¿Está la 4T preparada en todos sus niveles para ofertar albergues dignos a personas en situación de calle, o se trató de un capricho, de un deseo, derivado de la ambición del exgobernador por quitarle el inmueble a un partido enemigo sin contar con los programas, los protocolos y la supervisión de las personas en situación de calle?
Por lo pronto esta mañana del domingo 5 de enero una anciana y un anciano amanecieron en el parklet, a pocos metros del Albergue Vida Digna, vacío.
Y como dicen en mi pueblo “quien no puede en lo poco, no podrá en lo mucho”. Ojalá Alejandro Armenta y su gente actúen y deslinden responsabilidades. Descanse en paz Misael Solís.
O por lo menos, así me lo parece.
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Periodista en activo desde 1974. Ha dirigido, conducido y colaborado en diversos medios de comunicación escritos, radiofónicos y televisivos. Actualmente dirige el portal losperiodistas.com.mx y escribe Por Soleares, espacio de análisis político. Autor del libro Orígenes de la Cocina Poblana.