De los malos deseos navideños…

  • Jesús Horacio Cano Vargas
Hay quien le apuesta mediocremente a que le vaya mal al rival; es tiempo de sumar…

Hasta el 6 de enero se festeja la Navidad, no solamente son “fiestas” como muchos dicen, se celebra el natalicio de para quien muchos es nuestro Salvador, y en todo caso por eso hacemos fiestas. En nuestro país la festejamos y para eso nos pintamos solos. Vaya que nos gusta. Empezamos desde antes, con las posadas.

No entiendo porque a muchos les da miedo decir: “Feliz Navidad”. Quizá por un falso pudor laico, o “respeto” por quienes no creen”.  Creo que no es irrespetuoso mientras no se atente contra el bienestar de la colectividad. Nadie obliga a festejar el nacimiento del hijo de Dios… En ciudades como San Martín, se festeja al santo patrón, vaya hasta candidatos eternos, sean o no católicos lo festejan, hasta mariachi le llevan, aunque no lo veneren. Es un respeto al sentir popular, sin que ello implique esconder el objeto de la festividad.

Aclarado el punto, me pregunto: ¿Qué le pedimos a Santa Claus o a los Reyes Magos en esta Navidad? Parece que muchos dejaron su zapato en el árbol pidiendo que a quienes gobiernan nuestras ciudades o nuestro estado les vaya mal, muy mal; vaya no solo eso, hacen lo posible por divulgar lo malo que se hace, como si eso les sumara adeptos para los siguientes comicios. Destruir, no construir. No han entendido que no entienden…

Es tiempo de sumar. Los tiempos político-electorales vendrán en otro momento y cuando lleguen, les recomiendo no hacerlo con guerra sucia; siempre resulta contraproducente. Para lograr preservar el tejido social, que claro, está dañado, se necesita de la voluntad de todos, sin importar color. Apostarle al caos en la comunidad, llegar a esa mezquindad, es dejar de pensar que si el objetivo es algún día gobernar ese estado o esa ciudad, conviene que esté lo mejor posible y no encontrarse con una sociedad dividida donde impere el caos, destruyendo, buscar que el pueblo no te considere mejor si no menos peor que el otro… ¡Una apuesta mediocre!

Hay que tomar en cuenta que cuando se le pide algo a los Reyes Magos hay que dejarle la carta en un zapato (no sé de dónde sacaron lo del globo, que además contamina). Sin duda la forma más efectiva de hacer llegar los deseos es en el zapato. Quizá suena obvio, pero también es muy importante saber en qué árbol dejar la carta y con ello el zapato. No cualquier árbol es el indicado, los que hemos participado en política lo debemos tener bien claro.

Si pides algo en la carta que no sume y además lo haces en el árbol incorrecto, seguramente esos Magos de Oriente no te harán mucho caso. Y ustedes, ¿dónde dejaron sus zapatos el Día de Reyes? ¿Qué les pidieron? Cuiden los malos pensamientos. Hasta entonces…

Comentario al aire

Escuchaba la entrevista de un viejo lobo de mar en la política. Decía que no es lo mismo entrar a la burocracia que hacer política. Algunos, confunden la cortesía, guardar las formas, comportarse con altura de miras con tenerle temor a alguien. También hay los que tienen la oportunidad de ser magnánimos y pues… ¡Ay, esos burócratas!

 

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Jesús Horacio Cano Vargas

Abogado con estudios en Derecho Constitucional y Amparo. Servidor público por vocación, ha sido profesor universitario, y asesor jurídico de empresas y entidades gubernamentales, pero sobre todo, apasionado de lo que hace.