Los altos costos de la guerra en Ucrania
- Luis Ochoa Bilbao
Las acciones bélicas entre Rusia y Ucrania se intensifican. Ambos países quieren obtener la mayor ventaja posible ante la próxima presidencia de Donald Trump. La posibilidad de un cese al fuego alienta las intrépidas incursiones ucranianas contra ciudades rusas. Su plan es contar con elementos de poder para cualquier negociación de paz. Por su parte, Rusia quiere mantener el control de los territorios conquistados dentro de Ucrania, para quizá crear una zona neutral una vez que haya negociaciones de paz.
Por supuesto, ambas naciones están jugando con las probabilidades de un cese al fuego, no con la certeza de la paz. Y esto se debe a que los costos de la guerra están comenzando a impactar negativamente a las dos naciones.
Ucrania es, sin duda, el rival más débil. Con menos población, menos soldados y menos armas, la guerra que enfrenta la ha desgastado notoriamente. En sus últimas intervenciones ante los medios, el presidente ucraniano Volodimir Zelenski informó que aproximadamente 43 mil soldados ucranianos han muerto y 370 mil han resultado heridos por el conflicto. Algunos medios y analistas internacionales señalan que las cifras de bajas militares ucranianas podrían llegar a 80 mil.
Rusia ha sufrido entre 200 mil y 600 mil bajas, incluyendo muertos y heridos, desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. En ambos casos, las cifras pudieran ser más altas porque, en la estrategia de la guerra, las naciones beligerantes no informan cabalmente las cifras exactas y precisas por razones de propaganda y porque no siempre se pueden contar con datos precisos debido al perfil caótico de todo conflicto.
Para tener una idea de la dimensión de las víctimas militares en esta guerra, es necesario señalar que Estados Unidos, desde 1945, en todas sus confrontaciones bélicas de la Guerra Fría como en Corea y en Vietnam, y en sus guerras de potencia hegemónica en Afganistán e Irak durante el siglo XXI, apenas suma alrededor de 100 mil soldados muertos en casi 80 años. En menos de dos años, Rusia ha duplicado esa cantidad de bajas en su guerra contra Ucrania.
Los costos de la guerra han sido muy altos para Ucrania. Las estimaciones de los analistas internacionales apuntan a que el país habrá perdido alrededor de 120,000 millones de dólares a finales del 2026 en rendimiento económico debido al conflicto. Además, los daños en activos materiales, como maquinaria y edificios industriales, podrían alcanzar casi un billón de dólares.
El Banco Mundial en un reporte especial señaló que para el 2022, el Producto Interno Bruto (PIB) de Ucrania se contrajo un 29.2 por ciento debido a la invasión rusa. Y para 2023 y 2024, se proyectó un crecimiento marginal del 0.5 por ciento.
Pero Rusia también está empezando a pagar los costos de su invasión. El país tuvo que aumentar su gasto militar arriba del 5% del PIB, lo que impactó negativamente a otros sectores de su economía, como la salud, la educación y la infraestructura. Las sanciones también han debilitado la economía rusa, afectando sectores clave como el energético y el bancario. La industria del carbón, por ejemplo, ha sufrido pérdidas significativas debido a la disminución de exportaciones a Occidente.
No debemos olvidar que Rusia planteó su invasión para tener éxito en no más de tres meses y conquistar Kiev sin afrontar resistencia. Sin embargo, no ocurrió así. En una reciente entrevista, el asesor de seguridad nacional de los Estados Unidos, Jake Sullivan, señaló que Putin no está ganando la guerra: pierde miles de soldados al mes, tiene en casa una inflación del 10 por ciento y los intereses aumentaron a un 20 por ciento en Rusia.
Además, la OTAN se ha ampliado y sus países miembros destinan un mayor porcentaje de su PIB para el gasto militar que hace cuatro años. Putin perdió a sus aliados en Siria y su presencia en Medio Oriente se derrumbó. Necesitó de 10 mil soldados norcoreanos porque se está quedando sin reservas de soldados para enviarlos al frente de batalla. Y su industria bélica no puede satisfacer las necesidades de armas y vehículos militares que pierde todos los días. Por si fuera poco, el asesinato del general ruso Igor Kirilov en pleno centro de Moscú, abre serias dudas sobre la capacidad de Putin por proteger a sus altos mandos
A pesar de los costos humanos y económicos de la guerra, ésta se intensifica y se vuelve cada vez más peligrosa, porque en el horizonte ambas naciones prevén un cambio tras la llegada de Trump nuevamente a la Casa Blanca. Y quieren ganar lo más posible antes de entrar en cualquier negociación.
Opinion para Interiores:
Anteriores
Internacionalista y sociólogo. Director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la BUAP. Se especializa en temas de política exterior, cultura política y sociología de las relaciones internacionales.