Migración, los demonios de Trump

  • Antonio Tenorio Adame
El presidente electo de Estados Unidos promete expulsar un millón de migrantes cada año

Doscientos millones de personas en el mundo se encuentran fuera de su lugar de nacimiento, buscando un país que les brinde una morada y trabajo: ellos son los migrantes.

Por lo que respecta a México se estima como migrantes en Estados Unidos a 16 millones de jefes de familias con puestos de trabajo y cuarenta millones más, si suman a sus familiares. Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, promete expulsar un millón cada año, los acusa de “envenenar la sangre americana”.

Minorías son requeridas a firmar el Frente Nacionalista

El desplazamiento de la mano de obra se encuentra analizado desde distintas doctrinas, donde prevalece la racionalidad a favor del país receptor como el elegido por las ventajas que representa la óptica económica de la desigualdad de desarrollo, o de remuneración de la mano de obra.

Las personas migrantes cambian de residencia por ganar más y vivir mejor, sin descartar la situación de un desplazamiento forzado, ya sea por violencia e inseguridad, como también provocado por un siniestro de la naturaleza.

Por lo general el tema no es examinado bajo la luz de las tendencias demográficas ni en la visibilidad de los valores subjetivos de la apreciación del prestigio social del trabajo, donde se localizan los factores determinantes de atracción de trabajadores migrantes a países receptores.

A este respecto, se destaca que en los países con alto nivel de desarrollo su tasa de crecimiento demográfico es decreciente, por lo que requieren reemplazar la brecha poblacional con trabajadores jóvenes. Una movilización demográfica que cubre también los recursos necesarios de las jubilaciones además de contribuir con sus impuestos al gasto del presupuesto sin contraprestaciones de servicios públicos. 

Durante la pandemia los trabajadores migrantes fueron reconocidos como “esenciales”.

El conflicto que surge en torno a la migración no se sustenta en bases económicas reales, sino se ha politizado por conveniencia política, a la vez fortalecidos por impulsos y prejuicios de orden ideológico que llevan a la exclusión, discriminación, racismo, y la incriminación, hasta ver al migrante como un enemigo que distorsiona la identidad cultural de una nación.

En resumen, la migración es provocada principalmente por la división internacional del trabajo determinada por el modo de producción, como ocurre en Occidente con el neoliberalismo, que no es más que la profundización de la concentrada desigualdad de los beneficios y utilidades del desarrollo económico.

Como la profunda desigualdad que lleva el origen y esencia de la ley. Habría dos tipos de violencia: una que funda la ley, otra que la conserva, la primera legítima al derecho, la segunda resguarda el orden.

Mayorías democráticas bajo consenso

La lucha por la ocupación territorial de Europa hacia la América iniciada por la Bula del Papa Alejandro VI, en 1493, dio lugar al desplazamiento de la Europa del Sur que era la rica para instalarse en los territorios en los que se asentaba pueblos milenarios de culturas originarias, donde se localizaban yacimientos de oro y plata.

Entre la salida de Cortés de Cuba rumbo a Tenochtitlán, en 1519; y la partida del capitán Newport, quien salió de Londres para explorar la Bahía del Hudson, median 87 años.

Más tarde, esa Europa pobre, reformada por Lutero y la innovación de la imprenta, encuentra la salida transatlántica por el Mar Báltico y comienza la exploración de la América boreal con el arribo a los márgenes del río Hudson.

Las fuerzas que moverán la historia son la tierra y el trabajo. En cada uno y el otro país por surgir cambia el objetivo, así en Mesoamérica interesa el oro, mientras en las trece colonias anglosajonas se busca un refugio.

Las nuevas formas de la organización laboral donde existían poblaciones asentadas fueron: el reparto, la encomienda, la mita, el obraje, normados por el Derecho Real de España. Mientras en las trece colonias de los peregrinos del Mayflower el trabajo era personal condicionado por la agricultura de autoconsumo de las granjas familiares en los inicios de la colonización. Este sistema fue superado ante la estampida demográfica de migrantes europeos en busca de seguridad y trabajo.

Los cambios en la agricultura con el sistema de plantación llevaron al requerimiento de mano de obra barata abriendo las puertas a la mano de obra esclava.

La esclavitud tuvo un éxito en los Estados Unidos que no operó en la América hispana, Howard Zinn revela, en 1790, el sur producía mil toneladas anuales de algodón. En 1860 la producción alcanzó el millón de toneladas, para lo cual se requirió pasar de medio millón de esclavos a cuatro millones, no sin levantar un muro de controles, leyes, tribunales, las fuerzas armadas y el prejuicio racial.

En la Nueva España también se utilizó la mano de obra esclava, entre 1521 y 1640; durante la época colonial se ingresaron 110 mil negros desde África central y occidental, siendo muy probable la entrada hasta de 300 mil los esclavos llegados de África; durante los siglos siguientes continuó la llegada de mano de obra africana (Ben Visón 2004).

La separación de Texas fue fraguada en la órbita de interés de esclavistas, el fenómeno del expansionismo de la Unión Americana promovió la Guerra del 48 con el apoyo de la Doctrina Monroe y ardor encendido de esclavistas propagadores del “Destino manifiesto”.

La Guerra del 48 fue injusta, como denunció Abraham Lincoln en el Congreso. Resultó una “manzana envenenada” al repercutir como causa de la Guerra de Secesión, la cuota de vidas humanas más alta de su historia.

Pero a la vez fue emitido el decreto de supresión de la esclavitud, el cual no alcanzó a desaparecer el racismo y la discriminación, sino con el movimiento de derechos civiles del Pbro. Martín Luther King en 1968.

En cierta forma, la masa obrera de migrantes sustituye o devela a lo africanos obligados a trabajar en los campos algodoneros de los EE. UU. con sus circunstancias y límites; no obstante, queda demostrado un ángulo oscuro del dominio angloamericano de explotación de trabajadores de latitudes, sean mexicanos o de cualquier otro país extraño: ya sea como migrantes o bien por medio de las maquiladoras.

Decreto constitucional

La doctrina Trump refleja ciertos ángulos del derecho al espacio vital desde el abismo germano, ya no como expansionismo, sino como su defensa de inmunidad para evitar el contagio de la diversidad cultural y mantener la supremacía racial en el dominio universal.

Los instrumentos de supremacía son equivocados porque el campo de batalla sobrepasa el racismo; se sitúa en ganar los mercados que depende de una colisión de precios, costos y utilidades condicionados por la masa salarial, capacidad de invención tecnológica y calidad de oferta mercantil.

Ahí los embates de los consumidores llevan a la baja las preferencias de artículos “Made in USA”, aunque usted no lo crea.

 

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Antonio Tenorio Adame

Licenciado en Economía por la UNAM, y docente en la BUAP. Fundador de la Academia de Historia y Crónica Parlamentaria y cofundador de la Asociación de Periodistas Democráticos junto con Renato Leduc. Ha sido diputado federal en diversas legislaturas, desde donde ha impulsado la apertura democrática.