Día Internacional de los Derechos Humanos

  • Luis Soriano Peregrina
El derecho internacional reconoce el papel fundamental de las personas que realizan esta labor

El pasado 10 de diciembre fue el Día Internacional de los Derechos Humanos, fecha que es sumamente importante en estas épocas donde incluso, en fechas recientes, se estructuró la nueva forma de observar los derechos humanos con el pacto por el futuro. Es el día que no solo celebramos la firma y creación de la declaración universal de los derechos humanos, sino además conmemoramos a sus víctimas y quienes han sufrido diversos niveles de riesgo y agresión por defenderlos.

Y en armonía a los derechos humanos también están quienes defienden la dignidad de esos derechos. Un día antes, es decir, el 9 de diciembre se celebra a nivel internacional a las personas defensoras de derechos humanos, pieza fundamental para que la dignidad sea una realidad; en ocasiones a las personas defensoras se les confunde con que son empleados públicos y no todos quienes atienden estos temas son defensores de derechos humanos y no todos los defensores de derechos humanos son trabajadores públicos. Son personas que nos defienden sin ni siquiera conocernos, actúan más por ver por la gente, desde una visión de dignidad y supervivencia.

Las personas defensoras de derechos humanos son quienes actúan para que sean reconocidos y respetados los derechos humanos de todas las personas, como nuestra libertad o dignidad; a tener un medio ambiente sano, agua de calidad y accesible, a no ser discriminado, a una educación de calidad, a la salud para todos, a conservar nuestras tradiciones, a un trabajo digno, a tener una vida libre de violencia y por muchos derechos más. No todas las personas defensoras son trabajadoras del gobierno, también hay quienes lo hacen desde la iniciativa privada, desde las organizaciones de la sociedad civil, desde la academia, desde el barrio y la colonia, hay quien se financia con recursos propios, como también con proyectos privados, con recursos públicos, hay quienes realizan actividades comerciales para su autofinanciamiento, como ven hay muchos tipos de personas defensoras en el mundo.

La mayoría y en muchas ocasiones actúan desde sus comunidades o ámbitos de acción, Y son invisibilizados por las mismas estructuras del poder, lo que a veces provoca que puedan estar expuestas o expuestos frente a estructuras que pudieran sentirse agraviadas o afectadas por su activismo, y cuando se visibilizan o empiezan a trascender perfiles de defensores.Dichas estructuras de poder, el status quo, actúa en automático buscando conservar a esos defensores dentro del sector que los denominan los nadies, los nada, porque siempre será un riesgo para los poderes fácticos o criminales, alguien con conciencia que adquiera o generé poder y empiece a ser visibilizado.

Las personas defensoras en el mundo están siempre bajo la presión que sigan siendo las personas que nadie ve, que nadie escucha, que se les considera de manera despectiva “rijosos”, “alborotadores”, “agresivos”, “locos”; otras veces utilizan los conceptos de “simuladores” o que “buscan sus cinco minutos de fama”, por lo mismo invariablemente son objetivos de campañas de difamación, se les busca denigrar o minimizar sus esfuerzos, luchas, logros y se enaltecen fracasos y defectos. Cuando se empiezan procesos creativos de dignificación es cuando más arrecian los ataques mediáticos que buscan dividir, debilitar o ridiculizar los esfuerzos por la dignificación y enfocan sus acciones a las personas defensoras de derechos humanos y no a quienes cometen la afectación de derechos humanos.

En cuanto al resto, lo que buscan es invisibilizarlos siempre, porque de los que más hay son los que hacen los trabajos más serios y sin reflectores, sin ser famosos o mediáticos, que buscan que su actuar empodere a las personas como sujetos de derechos y no como objetos de cuidado. Las personas defensoras pueden ser cualquiera sin necesidad de tener una profesión o un oficio, ni tampoco ser mayor o menor de edad, mientras luchen por reconquistar nuestros derechos y promover nuestras libertades y dignificar a las personas, pueden ser considerados defensores de derechos humanos, por lo mismo pueden ser abogados, mujeres activistas, líderes comunitarios, periodistas, sindicalistas o defensoras del medio ambiente, campesinos, etc.

Las llamadas personas defensoras de los derechos humanos son miles de individuos y grupos en todo el mundo que abogan por los derechos humanos, educando, despertando conciencias y pidiendo rendición de cuentas a los gobiernos por sus acciones. Por esta razón, el derecho internacional reconoce claramente el papel fundamental de las personas que realizan esta labor, existiendo la Declaración de las Naciones Unidas sobre las personas defensoras de los derechos humanos, que urge hoy más que nunca frente a las crisis mundiales en materia ambiental y donde hace vinculatoria la protección de los defensores conforme el Acuerdo de Escazú, entendiendo la enorme descomposición social que estamos viviendo en América Latina y lo necesario que son hoy para construir procesos para la recomposición del tejido social, bajo la lógica de fortalecer la comunidad desde una visión del humanismo mexicano.

Pese a eso, cuando las y los activistas luchan para desenmascarar la injusticia se encuentran con numerosos desafíos y obstáculos para disuadirlos de perseverar; por lo mismo es necesario que todas las personas nos volvamos defensores de defensores de derechos humanos, reconociendo, dignificando y protegiendo su labor a favor de todas las personas y su dignidad.

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Luis Soriano Peregrina

Abogado, defensor de derechos humanos. Fue subsecretario de Derechos Humanos y primer encargado de la Comisión de Búsqueda en Puebla. Actualmente es director para América Latina de la Organización Mundial de DH y Paz y presidente de Voz Ciudadana por los Derechos Humanos