Se va Andrés, el presidente legítimo

  • Luis Soriano Peregrina
AMLO, junto con Claudia Sheinbaum, son las figuras políticas con los mayores niveles de legitimidad

Esta columna será la última que compartirá en espacio y en tiempo con el aún presidente Andrés Manuel López Obrador, la columna que se publique la semana siguiente compartirá el espacio tiempo con la primera mujer que gobierne México.

En tan solo seis años nuestro país se ha revolucionado increíblemente. Hace siete años nadie imaginó ver hoy a una mujer presidenta, ver bajar el dólar, que se mantenga la gasolina estable, no adquirir más deuda o ver al Gobierno de México defendiendo a nuestro país contra los intereses de Estados Unidos tratándose de daños ecológicos y ecocidios como los cometidos por Vulcan Materials, empresa que causó un daño irreparable a nuestro país en materia de medio ambiente.

Habrá quien dirá que en estos seis años evolucionamos, otros más dirán que “López nos involucionó”, lo que es un hecho es que tenemos en el saliente presidente AMLO y en la entrante presidenta Claudia Sheinbaum a las figuras políticas con los mayores índices y niveles de legitimidad en la historia de México.

La pregunta que todos los mexicanos nos tenemos que hacer es: ¿Andrés Manuel López Obrador honró la confianza que 30 millones de personas le dieron? Y la siguiente sería; ¿Claudia honrará la confianza que depositaron en ella casi 36 millones de personas? Al parecer hoy, a unos pocos días que fenezca el periodo de AMLO, la mayoría del pueblo lo tienen con niveles enormes de confianza y vale la pena analizar esta nueva legitimidad que vivimos en nuestro país.

El pasado miércoles 25 de septiembre tuve la oportunidad de asistir a un foro denominado “Los Nuevos Horizontes de la Legitimidad”, donde participaron Iván Nieva Maldonado y Mayte Rivera Vivanco, participaciones que no tienen desperdicio ninguna de las dos. Por un lado Iván Nieva habló de los tres tipos de legitimidad, la tradicional, carismática y legal-racional; así mismo habló de la debilidad de los gobiernos que no llegan con altos niveles de legitimidad y los riesgos que pueden presentarse, así como mostró datos fríos de Latinoamérica y México.

Por el otro lado, Mayte Rivera logró desmenuzar el cómo AMLO fue construyendo su propia historia que motivó que para el 2018 llegará con una enorme legitimidad, misma que lo acompañó durante todo su sexenio, ayudándole a fortalecer su posición desde el poder para la construcción de procesos que honraron el artículo 39 constitucional que habla de la soberanía nacional que reside esencial y originariamente en el pueblo y que también hace referencia que todo poder público dimana del pueblo y en beneficio de éste.

Datos que me parecen interesantes que Iván Nieva comentó en su intervención y que echan por la borda el  canturreo de quien ha sido opositor de AMLO, que hoy nadie lo quiere, cuando en realidad quienes más lo apoyan son los adultos mayores con un 87 por ciento, seguidos de la población entre los 18 y 35 años con un promedio de 80 por ciento que lo aprueban, bloques poblacionales similares a las calificaciones de Claudia Sheinbaum, estos datos como varios que mostró Iván me parecen relevantes para quien se va, pero también para quien llega.

Quien se va lo hace con una enorme legitimidad, que lo hace ser un fuera de serie y para muchos considerado el mejor presidente de México en la historia, porque ningún presidente se mantuvo y se despide con esos niveles tan altos de aprobación 77 por ciento. Por estos números la mayoría de los mexicanos siente que AMLO no decepcionó, por mucho que las minorías se molesten. Lo cierto también es que López Obrador no es una construcción sexenal como Peña o Calderón, él se fue ganando paso a paso y kilómetro a kilómetro la enorme legitimidad que lo acompañará siempre. Se visualiza a nivel nacional desde aquel 5 de febrero de 1996, donde acompañado de 1,500 chontales se presentó en la capital de Tabasco en la plaza pública, tras los estallidos de cohetones que continuó con el bloqueo de 51 pozos petroleros y donde pronunció la inolvidable frase: “La cárcel es un honor cuando se lucha por la justicia”. Son muchos años, muchos kilómetros recorridos que le permitieron a AMLO desde antes de ser presidente ser un político legitimado.

El reto está hoy en quien tomará las riendas del país a partir de la semana siguiente, el reto no es llenar los zapatos de Andrés Manuel sino de construir su propio calzado y caminar su propia ruta, y hay temas fundamentales que deben de tomarse en cuenta conforme la información que Iván Nieva compartió y creo es fundamental tomar en cuenta para lo que tendría que ser el próximo sexenio.

La atención a los adultos mayores no puede quedarse solamente en incrementar y seguir apoyando con estímulos económicos bimestrales, sino se tiene que establecer una política de estado que esté en condiciones de enfrentar el enorme reto que se viene para México, pues la base piramidal de quienes mantendrán la económica del país, es decir, la población económicamente activa será menor que la población que estará en edades de ya no ser productiva a nivel económico, siendo necesaria la generación de políticas de estado que atiendan el perfil de este nivel de población, desde la salud ocupacional, transporte, esparcimientos, de protección, y contribuir a un envejecimiento digno y saludable, acciones de prevención que atiendan estos sectores.

Y por el otro lado es la atención a este sector de la población que tiene todas sus esperanzas puestas en Claudia Sheinbaum para darles las mejores condiciones de vida para su presente y futuro y se trata de quienes hoy tiene entre 18 y 35 años, sector poblacional que tendrá la obligación de soportar, mantener y contribuir dignamente la vida de población que dejará de ser económicamente activa.

Y obviamente acompañado de estas dos acciones estará la de la seguridad, pues nada se logrará si seguimos con la percepción de inseguridad tan alta como la que sentimos en todo el país, por lo mismo es necesaria la construcción de procesos que deconstruyan todas las malas prácticas que son negativas en la comunidad, por lo mismo es necesario impulsar políticas que sumen a la cultura de paz, de la no discriminación, de los derechos humanos, no se trata de partidos políticos o ideologías partidistas, se trata de la dignidad de las personas y la reconstrucción del tejido social, pues solo así podremos caminar rumbo a los procesos de paz en nuestro país. Así pues, la legitimidad de Claudia Sheinbaum estará sujeta a no solo hacer un buen gobierno sino a construir procesos que le den paz a todas las personas en nuestro país.

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Luis Soriano Peregrina

Abogado, defensor de derechos humanos. Fue subsecretario de Derechos Humanos y primer encargado de la Comisión de Búsqueda en Puebla. Actualmente es director para América Latina de la Organización Mundial de DH y Paz y presidente de Voz Ciudadana por los Derechos Humanos