Ron y rabia

  • Rafael Gómez Olivier
He amado como aprendí y me enseñaron, a veces sale bien y a veces aquí estamos

He buscado ser un caballero de armadura en un mundo en el que las batallas y las espadas se entienden literales y no como herramientas del corazón cuando ante su lucha supura.

Me creo siempre lo de ser un niño incluso cuando navegando rumbo al destino de aquellos sueños se me ausentó el cariño.

Me convertí en joven y de la nada en adulto y traté de cambiar al mundo, lo creí más pequeño y menos complejo, fracasé en miles de intentos, pero aun no me detengo.

Creo en la poesía que nace de los sentimientos, pero no en la que me han comentado que me debe hacer sentir bien sin que le falle coma y acento.

Se que la libertad nunca ha sido algo concreto pues cuando me quedo solo y pudiendo hacer lo que sea elijo regresar a abrazar en lo que creo.

He tomado del cabello a lo que deseo y me arranqué por fracasar mil veces el que ahora ya no tengo.

Me esfuerzo por conocer tanto que en las mañanas de adversidad acabó confundido sin entender siquiera a donde corre el viento, pero no me arrepiento solo un poco cuando me calmo y me miento, por encajar en donde no soy, pero sí quiero.

Aprendí de la ignorancia que es mejor si no puedes con la propia dejar pasar cínicamente todas sus desgracias.

He sido necio para dormirme con la luna, para atajarme de la lluvia, para apoyarme en quien me ayuda, para olvidar que sin alas no te detienes en la altura, y con un vaso de whisky le falto al respeto a la salud de mi garganta porque prefiero no hacerlo a la de mis agallas.

No paré, aunque el exceso de ganas y la ausencia de talento me dieran cruda, y cuando me rompí recordé que el té de ruda alivia cuando el estómago sustituye al alma en sus fracturas.

Preferí al movimiento en un planeta en el que a veces sale mejor no gritar y quedarse quieto, he amado como aprendí y me enseñaron, a veces sale bien y a veces aquí estamos.

Ignoré a la ropa de colores y me atrajo el negro excepto en los ojos y las flores, algunas épocas he sido víctima y victimario pero el estado de ánimo nunca alejó a las playeras obscuras del armario.

Rompo en llanto solitario, imagino olvidar, pero jamás borrar a los años, todo lo que avanza no puede hacerlo sin daños.

No escucho a los consejos, me guían más los ejemplos, y si Dios no existe y todo nació de la explosión de un simple evento, aceptaré haberme equivocado, pero sonreiré al saber que mientras respire siempre creí que alguien me cuidaba todo el tiempo.

Hay torpeza en mis decisiones, muchas fueron equivocaciones, pero lo que en realidad pesa son aquellas tardes en las que a pesar de ver caer ciclones solo prendí un cigarro sentado en los escalones.

Uso y odio cuando escribo a las palabras complicadas, suelo hacerles caso al igual que algunas falacias, este texto no es una despedida solo sucedió que esta noche tomé ron y rabia con Residente y olvidé un poco la nostalgia de Sabina.

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Rafael Gómez Olivier

Presidente y CEO Social Business, conferencista sobre emprendimiento. Cocreador del concepto IdeasParty.  Creador del concepto Mundo emprendedor: Congreso que llevó educación empresarial a más de 12 municipios en Puebla. Creador de Unfollow