Gobernar es servir con creatividad

  • Jesús Horacio Cano Vargas
Para tener grandes ciudades, se deben tener grandes servicios

Quien no sirve para servir, no sirve para vivir. Algunos estamos llamados a servir para vivir, lo que es un hecho es que sin servicio no hay felicidad. ¿Qué hace que en un lugar la gente sea feliz? Me atrevo a decir que sin duda su servicio. Aunque también dando un servicio se puede encontrar la felicidad. Complacer a quienes más amamos sin duda nos hace estar satisfechos y llegar a la autorrealización. ¿Por qué los lugares donde hay un gran servicio son muy cotizados? Porque a quién no le gusta que lo traten bien. Parece obvio, pero vale la pena reflexionarlo.

Sin duda parece un asunto exclusivo de entes públicos, pero las ciudades también deben aspirar a prestar servicios de excelencia. No debería ser un asunto exclusivo de entes privados, de hecho, hay muchas ciudades que son buenos ejemplos cuando de servicios se tratan. Para ello es indispensable tener una buena planeación a largo plazo. La planeación nos ayuda a evitar el caos, en el que todo se vuelve muy complicado. Además de planeación o recursos materiales y humanos, un Ayuntamiento requiere que sus titulares tengan vocación de servicio. Volveré a citar al próximo gobernador de nuestro estado, sin zalamería y convencido de que esas palabras deberían de resonar en todos los que nos dedicamos al servicio público: consagrarse a Puebla.

Nuestra Constitución señala que el brindar servicios es la misión principal de un ayuntamiento y no estoy descubriendo el hilo negro, aunque a veces a muchos servidores públicos se nos olvida ver ese hilo y recordar para qué sirve. El ayuntamiento debe, porque es obligación y no un acto gracioso de un servidor público, de resolver asuntos tan delicados como la seguridad o tan cotidianos como el servicio de mercado o el agua potable.

La forma más eficiente de servir es resolver, aunque muchas veces, por falta de recursos o porque no está al alcance de nuestras atribuciones, no es posible solucionar los problemas que aquejan a la sociedad. Sin embargo, ese no debería ser obstáculo para las autoridades. Hay que solucionar en la medida de las posibilidades. No hay excusa para no escuchar al ciudadano.

Siempre lo recuerdo y lo he escrito, cuando me enfrentaba ante alguna dificultad que debía ser solucionada, mi mamá me decía: “querer es poder”. Cuando quieres, puedes. Esas palabras deberíamos de repetirnos los funcionarios públicos a la hora de buscar resolver.

En nuestras ciudades, en Latinoamérica en general, es complicado resolverle a los ciudadanos por la herencia en falta de planeación y los pocos recursos que se tienen. Pero hay que ser creativos y asertivos para poder buscar el “cómo sí” dejando atrás el “cómo no”. Hay que asumir el reto.

Muchos pensamos que el ciudadano siempre espera solución. Sin embargo, en mi experiencia, brindar asesoría y compartir la ruta para que se haga realidad la gestión por la que acudieron a la oficina, es suficiente lograr que el ciudadano quede satisfecho. El servidor público debe procurar ser empático, y lograr transmitirlo al ciudadano. Explicar de cara a la verdad hasta dónde llega su actuar y comunicar de forma efectiva que tiene que hacer el ciudadano para hacer exigibles sus derechos.

Comentario al aire

Si de algo puedo estar orgulloso, es que, como servidor público, en esta ocasión como Síndico de San Martín, junto con el gran equipo que me ha acompañado durante estos años, pudimos poner las bases de solución de los dos grandes problemas jurídicos de Texmelucan. San Damián y los terrenos del tradicional tianguis de San Martín. Con pocos recursos, pero con mucha creatividad, dentro del marco de la ley. En silencio, institucionales y con pasión. Ya les daré más detalles en los tiempos establecidos por la ley.
Hubo muchas fallas, pero también aciertos, pero lo que no faltó es la vocación de servir, esa siempre ha estado, está y estará ahí. Hasta entonces…

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Jesús Horacio Cano Vargas

Abogado con estudios en Derecho Constitucional y Amparo, actualmente Síndico en el Ayuntamiento de San Martín Texmelucan. Fue profesor universitario, asesor jurídico de empresas y entidades gubernamentales, servidor público, pero sobre todo apasionado de lo que hace.